Fútbol: El Madrid, eliminado


¿Os he dicho alguna vez que soy del Barça…..? Es broma, ya sé que sí, lo digo siempre que tengo ocasión de hablar de fútbol. Mi amigo Juan Carlos me decía que “el primer mandamiento del buen culé no es desear que gane el Barcelona… sino que pierda el Madrid”; pero ¿qué diablos?, estoy seguro de que los madridistas más radicales también esgrimen esta misma filosofía, aunque, lógicamente, retorcida de cabo a rabo. Yo, por mi parte, más que alegría por la eliminación del equipo merengue, siento pena, pena ante el deterioro de la imagen, el prestigio y los valores de este club que tan importante ha sido para el Deporte español.

Lo de anoche, con algunas de las mayores estrellas futbolísticas de los últimos años disparando pelotazos a la desesperada sin conseguir absolutamente nada, fue más digno de compasión que de chanza humorística. Ni siquiera atacando con once pares de piernas ansiosas (hasta Casillas abandonó la portería para buscar el milagro) consiguieron el gol que hubiera posibilitado, al menos, forzar los treinta minutos de prórroga.

El Madrid no es lo que era, no es lo que fue. Y me temo que, en gran medida, las culpas de esta decadencia hay que imputárselas a los múltiples despropósitos acecidos durante los casi seis años de presidencia del señor Florentino Pérez. El dinero no sólo no da la felicidad sino que, en muchos casos, conlleva la desdicha para quien basa su vida únicamente en él. Ni Figo ni Zidane, ni Beckham ni Ronaldo….. ninguna de estas megaestrellas ha aportado prácticamente nada al club, a excepción de royalties y ventas de camisetas. Es casi imposible no aludir a alguno de los innumerables chascarrillos que han circulado por internet, como por ejemplo éste: “¿En qué se parece el Real Madrid a un belén? En que los dos están llenos de figuras… pero ninguna se mueve”. Pero lo dramático no es que las piernas respondan o no (cosa que puede tener una explicación derivada de la edad de alguno de los iconos merengues), sino que el corazón que las mueve no late en blanco, no genera más compromiso que el de comprarse los coches más lujosos y las mansiones más opulentas y pasárselo lo mejor posible en las más locas noches de juerga.

Las amenazas del nuevo mandatario Fernando Martín respecto a purgar el vestuario y controlar las salidas de sus jugadores se quedan, a estas alturas, absolutamente demodés; no porque no se trate de medidas imprescindibles, sino porque, con toda probabilidad, no las llevará a cabo él… sino su sucesor, surgido de las elecciones que parecen inminentes… y necesarias.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
No es que sea muy futbulera...pero tu articulo esta llego de frescuera, gracia, saber hacer o savoir faire como diarian los franceses...y ademas tienes toda la razón...
Nunca dejare de admirar tu estilo...
es un artilo de opinión de los que cuando tomas un cafe y lees el periodico estas tan al lado del periodista, que parece como que te lo ha contado al oido. Marisa

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