El (enésimo) partido del Siglo
Mañana es el gran día. Otra vez. El Nou Camp (¿o es más “políticamente correcto” decir “Camp Nou”?) albergará la gran fiesta del fútbol, en un momento en que las circunstancias sociológicas superan con creces el impacto de lo estrictamente deportivo. La reciente aprobación del Estatut de Cataluña marca los preliminares de un Barcelona-Madrid que pocas veces ha resultado tan intrascendete. El interés del choque de los dos equipos ¿españoles? que cuentan con mayor número de seguidores es, como siempre, incuestionable, pero una cómoda diferencia de 11 puntos a favor del Barça le restará algo de emoción al evento. Vamos, es casi como si los dos super equipos se enfrentasen en un torneo veraniego o en un partido amistoso (¿realmente los azulgrana y los merengues pueden enfrentarse de forma amistosa?). Dado que la clasificación liguera no va a verse afectada por lo que suceda mañana, hay que buscar otros motivos para suscitar la emoción, y éstos, dado el estado de salud de ambos clubes