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Mostrando entradas de noviembre, 2007

Cine: mi comentario sobre "MICHAEL CLAYTON"

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No sé muy bien a qué huele un Oscar, pero está claro que los creadores de “Michael Clayton” la han concebido para que desprenda áureos aromas de cinematográfica fragancia. El film protagonizado por George Clooney posée, sobre todo y ante todo, aquéllo que yo y otros muchos echamos de menos en la mayoría del cine comercial de hoy en día: un buen guión. Su director, Tony Gilroy, se había dedicado hasta ahora a la escritura, y suyos son los libretos de películas tan diversas como “El abogado del diablo”, “Dolores Claiborne”, “Armageddon” (ah, pero ésta ¿tenía guión?), “Prueba de vida”, “El mito de Bourne” y “El ultimátum de Bourne”. Era lógico, pues, que, para su debut en la dirección, se haya pertrechado detrás de una buena historia, en la que la trama, algo enrevesada, nunca olvida, sin embargo, la entidad y la identidad de sus personajes. Michael Clayton, el protagonista del relato, no es exactamente un abogado, aunque lleva tropecientos años trabajando para un prestigioso bufete de Nu

Adiós, Fernando, adiós

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Dicen que casi todos los genios tienen mal genio. Es un juego de palabras, pero se ajusta casi siempre a la verdad. Pues bien, el mayor cascarrabias de la cinematografía española acaba de fallecer, a la no muy temprana edad de 86 años. Su algo deteriorada imagen pública en ningún caso debe mezclarse con su indiscutible talento como cineasta, en calidad tanto de actor como de director. Descansa en paz, Fernando, y ojalá no te vayas “A la mierda” (tu frase favorita) sino al Cielo.

¡Cómo te cuidas, Raúl!

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Devorado por la fama de “Drácula”, su personaje más popular, el actor Bela Lugosi dormía, al final de su vida, en un ataúd. Ahora hemos sabido que el capitán del Real Madrid, Raúl (de apellido González) duerme en u na cámara de hipoxia, en la que se simula una estancia en una altura muy elevada. Este tipo de aparamenta estaba hasta ahora destinada a atletas y, sobre todo, ciclistas, que tienen que estar acostumbrados a ejercitarse en superficies situadas a muchísimos metros de altitud. Por cierto, la definición literal de “hipoxia” es “Trastorno por el que todo el cuerpo, o una parte del mismo, se ven privados del suministro de oxígeno”. Seguramente el viejo Lugosi carecía del riego cerebral necesario y por eso se creía un vampiro. ¿Se creerá acaso Raúl que es un ciclista? ¿Será en la cámara de hipoxia donde entrena la mayor parte de las veces, al igual que hacía Ronaldinho en su maravilloso gimnasio VIP? ¿Le pedirá Luis Aragonés que le deje utilizarla un par de noches a cambio de conv

Cine: mi comentario sobre "LEONES POR CORDEROS"

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Para definir una película como “Leones por corderos”, hay que echar mano de un adjetivo que le haga justicia: “extraña”, “distinta”, “original”, “única”. Claro que, con los dos últimos, probablemente estaríamos exagerando. Digamos, pues, que este nuevo film de Robert Redford como director no es un producto convencional, comenzando por su escasa duración (cosa que, en estos tiempos en que los superhéroes, los piratas y los aprendices de brujo permanecen en pantalla durante prácticamente el doble de minutos que necesitarían, es muy de agradecer) y continuando por la inusual dispersión de su foco argumental, que nos hace pensar en una especie de versión politizada de las tramas “corales” tan queridas por autores como Altman o Berlanga, con la diferencia de que, en los ejemplos que acabo de mencionar, todas las subtramas acababan confluyendo en un momento u otro, cosa que no sucede en el caso que ahora comentamos. Podría decirse que en “Leones por corderos” se nos cuentan tres historias a

Un nuevo blog

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Esta tarde ha nacido un nuevo blog, un espacio alternativo que dedico calurosamente a quienes me acusaban de padecer una especie de enfermedad que un simpático lector bautizó como "incontinencia de teclado". Breve y conciso, jugoso y escueto. Puesto que vivo y escribo en este rincón privilegiado de la geografía española, he decidido otorgarle el nombre del Valle que me acoge: quedáis invitados a bucear para pescar las "Perlas del Guadalentín". http://www.perlasdelguadalentin.blogspot.com/

Coronado de problemas

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Cuando escribí hace unas semanas sobre la situación actual de la Monarquía en España, traté de dejar bien clara mi postura, que conjugaba dos realidades bien distintas. Por un lado, el lado más humano, admito que don Juan Carlos y su prole borbónica más directa (Reina, Príncipe, Infantas y algún que otro consorte) me caen bien. Mas, por otra parte, me pregunto (y no sé contestarme yo solo) si es estrictamente necesaria la existencia, tal cual la conocemos, de una Institución de tan carísimo mantenimiento como la Monarquía. En el pie de página de aquel artículo recibí varios comentarios al respecto, señal de que la gente tiene forjada una muy necesaria opinión, pero todo éso que en aquellos momentos dijimos tal vez haya que reformularlo a consecuencia de lo sucedido la pasada semana, que, recordémoslo, comenzó polémica por el viaje de los Reyes a Ceuta y Melilla y terminó aún más polémica tras el rifirrafe entre el Monarca y el presidente venezolano Hugo Chávez. ¿Qué queréis que os diga

Cine: mi comentario sobre "RESIDENT EVIL: EXTINCION"

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Como supongo que todos sabréis, “Resident Evil: Extinción” es la tercera entrega de una popular saga cinematográfica basada en un célebre videojuego que permite al jugador cepillarse sin ton ni son a miles y miles de viscosos zombies, con la única excusa de que han sido contaminados por un terrorífico virus aparentemente incurable. Siempre con una (bellísima) Milla Jovovich como cabecera de reparto, este tercer capítulo del “Mal Residente” se limita a plagiar descaradamente la estética (y aun la filosofía vital) de la muy imitada “Mad Max 2” (George Miller, 1981), y todavía le sobra tiempo para llenarse de obvias alusiones a “Alien: Resurrección”, “Aliens, El Regreso” e incluso “La matanza de Texas”. Que a un film como éste se le presuponen y exigen efectivos efectos especiales no es algo nuevo, como tampoco lo es comprobar que dicha premisa se cumple con creces. Por lo demás, dedicarle un análisis profundo sería un ejercicio de retórica vacía, por cuanto no hay mucho que decir. El gui

Cine: mi comentario sobre "SUPERSALIDOS"

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Confieso que fui a ver “Supersalidos” única y exclusivamente porque leí ciertas críticas que le otorgaban auténticas constelaciones de estrellas y casi la tildaban de “obra maestra”. Naturalmente, se trató de veleidades lisérgicas de crítico novato y, si este film puede catalogarse de “magistral”, a mí se me puede proponer para el Nobel de Literatura. No obstante, sí es cierto que en “Supersalidos” (“Superbad”, “Supermala”, si nos atenemos a su título original) sí concurren determinadas circunstancias que uno no hubiera podido encontrar en los “albóndigas”, “porky’s” o “american pies” de turno (haciendo balance de esos títulos sobre adolescentes cachondos que inevitablemente hacen las “delicias” de cada generación de espectadores). El hilo argumental de esta (cómo no) producción norteamericana no da para una línea de este comentario (dos jovenzuelos en celo tratan de ligar desesperadamente), pero hay que admitir que sus diálogos están francamente bien construídos, con largas parrafadas

Cine: mi comentario sobre "40 GRADOS"

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Mientras asistía al multitudinario estreno lorquino de “40 grados” , ópera prima de mi amigo Domingo Jiménez, no pude evitar retroceder quince años en el tiempo, hasta el momento en que yo mismo estrené mi propia ópera prima, “El Butanero siempre llama dos veces” en el olímpico año de 1992. Tanto en uno como en otro caso, el ingrediente principal, más allá de un derroche de medios técnicos o el seguimiento escrupuloso de cualquier manual de teoría cinematográfica, era el factor humano, el sustrato puramente emocional: la ilusión. Una película como “40 grados” (como en su día lo fue “El Butanero…”) es mucho más que un film entendido en sentido convencional. Es, ante todo, una hazaña, un logro, un hito. Un monumento a la constancia, al tesón, al más altruista amor al (séptimo) arte. Por eso, no sería justo analizarla bajo los mismos parámetros que solemos esgrimir para juzgar la última obra de Almodóvar, Spielberg o Scorsese. Por el contrario, ante un trabajo de estas características ha