Dicen que fue la emisión más vista de la historia de la TV. No, no me refiero al último capítulo de “Hispania” ni a la final de “El Número Uno”. La tanda de penalties del Portugal-España de anoche batió todos los records y congregó a más de 18 millones de nerviosos espectadores delante de sus pantallas. Y bueno, el partido en sí tuvo de todo: tensión, nervios, un poco de aburrimiento en algunas fases, mucha precipitación, una prórroga de treinta minutos que dejó en mantillas a los noventa minutos previos… y nueve lanzamientos de penalty que pasarán a los anales de nuestra historia deportiva.
Un espacio sobre la vida, el cine, el fútbol, la política, los comics y todas esas otras pequeñas cosas que ocupan nuestro tiempo
jueves, 28 de junio de 2012
miércoles, 27 de junio de 2012
La luna llena sobre Calenda
La sombra de “Crespúsculo” es alargada. Los ecos de la saga creada por Stephanie Meyer resuenan desde el primer hasta el último capítulo de “Luna, el misterio de Calenda”, la serie producida por Globomedia para Antena 3. Confieso que he seguido todos y cada uno de los doce episodios de que ha constado esta primera temporada del serial, cosa que no he hecho con producciones realmente importantes como “Perdidos”, “Mad Men” o “Juego de tronos”. Debe ser que esa equilibrada mezcla entre la citada “Crespúsculo”, los ecos notabilisímos de “Un hombre lobo americano en Londres” y el toque castizo de los contemporáneos guardias civiles me ha llegado al corazón…
martes, 19 de junio de 2012
Amargo biscotto
No hay derecho a hacer sufrir así a todo un país, y menos en esta época tan sórdida….. Sí, España pasó a cuartos de final de la Eurocopa, y además como primera de grupo, pero casi provoca 47 millones de infartos…
Se había especulado tanto con que el empate de españoles y croatas les favorecía a ambos para clasificarse de la mano, dejando fuera a los aterrorizados italianos, que yo creo que, a pesar de que todo el mundo lo negaba, la idea le pasó a más de uno por la cabeza. Temían los transalpinos que Croacia y España confeccionaran entre ambas un pedazo de “biscotto” (pasteleo) maloliente, con el fin de apearles traicioneramente de la competición. Los jugadores azzurros, sus técnicos y la prensa del país, no se cortaron a la hora de proclamar a los cuatro vientos que un comportamiento tan falto de ética deportiva sería indigno de una Campeona del mundo. Como respuesta, los nuestros (léase Del Bosque, Piqué, Ramos, Torres y compañía) alardearon de que iban a salir a ganar, a golear, sin especular con el resultado. Los chicos de Bilic hicieron lo mismo. Pero, nada más comenzar el encuentro, pareció como si los unos y los otros acabasen de firmar un contrato de paz y prosperidad y saliesen a echarse unas carreritas para celebrarlo. Tan desconocidos y ajenos a sí mismos estuvieron los nuestros, que, casualmente, ni siquiera vestían la famosa zamarra roja.
lunes, 18 de junio de 2012
Críticas pendientes (y 4)
Seguimos, una vez más, con la provechosa tarea de despachar
en breves líneas una serie de películas cuyas críticas, de otro modo, se me
seguirían acumulando y no saldrían nunca a la luz...
PROJECT X
Tal y como dije en su día con
respecto a la primera "Resacón en Las Vegas", con la que guarda más
de un punto en común (temática ciertamente similar; mismos productores, entre ellos, el director
de aquélla, Todd Phillips...) no sabría decir si me ha gustado o no "Project
X". Quizás mi cabezonería cinéfila
se rebela contra una producción tan imaginativamente rodada (con supuesta
cámara en mano que le confiere un tono de falso documental), tan excelentemente
montada y trufada de gags impactantes que no dejan indiferente.... pero que supone un desasosegante desierto
moral. Hedonismo y nihilismo en dosis
desorbitadas. El fin de semana de su
cumpleaños, un rapazuelo de 17 años se queda solo en casa y aprovecha para
invitar a unos colegas, que a su vez invitan a otros, y, al final, el fiestón
resultante por poco provoca la destrucción del barrio en una orgía de alcohol,
éxtasis y sexo incontrolados. Dirige el
debutante Nima Nourizadeh (proveniente del campo del videoclip) y, de entre el
irregular reparto (en en el cual la mayoría de los personajes tienen los mismos
nombres de pila que los actores que los representan; ¿originalidad o falta de inspiración?)
sobresale un tal Oliver Cooper, que apunta maneras y podría erigirse en el John
Belushi del Siglo XXI.
Calificación: 6,5 (sobre 10)
"LA MALDICION DE ROOKFORD"
Titulada (y promocionada)
originalmente como "El despertar" ("The awakening", en
inglés), "La maldición de Rookford" es una nueva vuelta de tuerca al
género de fantasmas, vertiente casas encantadas, con referencias muy obvias a
"La mujer de negro", "El orfanato", "Los otros",
"El espinazo del diablo" y "El sexto sentido". Una parapsicóloga de principios del siglo XX,
que ha consagrado su carrera a desenmascarar fraudes paranormales, encuentra la
horma de su zapato en un internado en el que parece haberse detectado una
presencia fantasmagórica. Rebecca Hall
("Vicky Cristina Barcelona") se luce pasando un miedo cerval, y la
acompañan, con desigual fortuna, Dominic West y la siempre desasosegante Imelda
Staunton. Dirige un tal Nick Murphy y,
ah, la presencia en el cartel promocional de ese niño que tanto se parece al
protagonista de "El sexto sentido" no es nada casual.
Calificación: 7 (sobre 10)
"LA PESCA DEL SALMON EN YEMEN"
Me encantan las películas
británicas. Sobre todo las comedias
románticas en la línea de "Cuatro bodas y un funeral", "Notting
Hill" y "Love actually" (una trilogía que recomiendo
fervorosamente y que contó con Richard Curtis en los guiones y un adecuadísimo
Hugh Grant como protagonista). "La
pesca del salmón en Yemen" comparte algunos elementos de aquellas cintas,
mas carece tanto del fino humor de Curtis como, sobre todo, de la insustituíble
presencia de Grant. Ewan McGregor es un
aburrido funcionario del equivalente inglés del Ministerio de Agricultura al
que se le encomienda un curioso hermanamiento con Yemen, que resolverá gracias
a un disparatado proyecto en el que tiene una importancia capital la pesca de
salmones con mosca. Un jeque visionario
(el actor egipcio Amr Waked, imponente presencia y gran revelación) y la
representante de aquél (Emily Blunt, actualmente una de mis actrices
preferidas) completan el trío protagonista de un film amable y lleno de buenas
intenciones que el sueco Lasse Hallström despacha con tanta corrección como
frialdad.
Calificación: 7 (sobre 10)
"IRA DE TITANES"
Parece que a toda esa caterva de
críticos sesudos e intelectualoides (entre los cuales, afortunadamente, no me
encuentro) no les gustó nada el remake de "Furia de Titanes" que
dirigió Louis Leterrier hace un par de temporadas. A mí sencillamente me entretuvo, cosa que no
consiguen hacer la mayoría de las películas orientales de arte y ensayo que
entusiasman a esos señores. El caso es
que, en vista del éxito económico de aquel film, se ha rodado una continuación
que lleva por título "Ira de Titanes" y en la que repite un
desnortado Sam Worthington como Perseo, hijo de Zeus. Los ingredientes son, obviamente, los mismos
que en "Furia...", pero, en mi modesto entender, peor sazonados y
condimentados, de modo que, una vez más, un trailer bastante prometedor se
erige en lo mejor del film que promocionaba.
Bueno, éso y la fabulosa secuencia en la que Liam Neeson (Zeus) y Ralph
Fiennes (Hades) se desmelenan a gusto (nunca mejor dicho) haciendo de dioses
del Olimpo. Toda vez que se carecía de
la base del divertido original de 1981 que inspiró a la primera entrega, esta
secuela que ha perpetrado Jonathan Liebesman deja mucho que desear a todos los
niveles, y tampoco la rubia e inexpresiva Rosamund Pike consigue hacer olvidar
a la escultural Gemma Arterton.
Atención, eso sí, a la épica banda sonora del español Javier Navarrete
("El laberinto del Fauno").
Calificación: 5,5 (sobre 10)
viernes, 15 de junio de 2012
Después de la Graduación
Para mi hija Laura
Hace como seis años, toda una eternidad, y vivíamos en Alhama…
Los fines de semana que pasábais conmigo, además de ir al cine y a comer fuera, veías cómo me pasaba horas y horas peleándome con tu hermano para que hiciese los deberes de Matemáticas. Teníamos la mesa del comedor llena de libros, cuadernos y papeles, y yo te miraba y me preguntaba si contigo sería todo tan difícil. Cuando, a los pocos meses, empezaste en el colegio San Fernando, el cambio que experimentaste fue de todo menos traumático, gracias a tu feliz estancia en el Muñoz Barberán, donde habías continuado tu etapa formativa iniciada en la guardería. Contigo, todo fue más sencillo: nunca diste el menor quebradero de cabeza, educativamente hablando, al menos a mí. Tu meticulosidad, tu amor propio y tu autosuficiencia me sorprendían cada día. En estos seis cursos, qué pocas veces has necesitado de mi ayuda... Algunas sumas y multiplicaciones (muy al principio), unos pocos problemas en Tercero y Cuarto y, éso sí, algunas pequeñas faltas de ortografía que apenas me permitías corregirte. Pero eso no era lo único que me encantaba. Todo el mundo te quería, y me parecía que tus compañeras competían por ser tu mejor amiga y por sentarse a tu lado en el comedor. Bien es verdad que tenías esos arrebatos de genio que te costaba controlar, pero con una sonrisa y con tu bracito alrededor del mío cuando salíamos a la calle, me volvías a hacer sentir el papá más feliz del mundo.
martes, 12 de junio de 2012
Otro verano futbolero
En estos calurosos prolegómenos de un verano que se adivina convulso, podría detenerme a hablar del rescate, de la prima de riesgo, del riesgo que representan algunas primas, del sempiterno fin del mundo profetizado por los mayas, o del hambre incurable que asola a la población infantil de ciertas zonas deprimidas de Africa… pero hoy toca referirnos al fútbol.
El pasado viernes dio comienzo la Euro 2012 que acogen Polonia y Ucrania, y que, a decir verdad, está provocando más decepciones que pasión. Las teóricas favoritas se han estrenado con humildes victorias por la mínima (Alemania, Dinamarca), grisáceos empates a un gol (España, Italia, Francia, Polonia) o inesperadas derrotas (Holanda, Suecia). Sólo Rusia (4), Croacia (3) y Ucrania (2) han sido capaces de anotar más de 1 tanto. En este contexto, tan poco inspirador, no es de extrañar que los españolitos estemos en vilo pensando en cómo debe jugar nuestra combinado pasado mañana ante Irlanda, lo cual contribuye a no pensar en Bankia y en los “bankieros” en general.
España defiende el título de Campeona de Europa y podría ser la primera selección en ostentar la triple corona consecutiva (un Mundial y dos Eurocopas en apenas cuatro años), pero... no nos engañemos, lo visto el domingo ante Italia no fue muy ilusionante. Ya los criterios del seleccionador Vicente Del Bosque para confeccionar la lista de 23 jugadores fueron un tanto insatisfactorios (Soldado o Adrián están en mejor forma que Pedro o Torres), pero es que la alineación del debut (Juanfran como lateral derecho hubiera dado más juego que Arbeloa, Xabi Alonso y Sergio Busquets no hacen sino duplicar prestaciones y, por supuesto, Cesc Fábregas tenía que haber sido un revulsivo y haber salido de inicio Llorente o Negredo) ha logrado algo casi impensable: no gustar a nadie.
Sólo Iniesta, Casillas y Xavi estuvieron más que correctos (sobre todo el primero, nombrado MVP del encuentro). La inyección de energía que representó la salida de Navas, la buena sintonía entre Ramos y Piqué y el descaro de Jordi Alba en la segunda parte fueron las otras notas positivas, pero ¡ay! ese derroche de oportunidades falladas por el Niño Torres me provocaron, como a todos, una iracunda crispación (este señorito sólo es capaz de marcarle al Barça). Irlanda, la cenicienta del grupo tras ser goleada por Croacia, será el sparring idóneo. Entonces veremos si el señor Marqués es lo bastante humilde como para dejarse aconsejar por el criterio global de este país tan necesitado de ilusiones futboleras.
jueves, 7 de junio de 2012
Críticas pendientes (y 3)
Como en otras ocasiones, os dejo
mis opiniones sobre unas cuantas películas que se van quedando un tanto
rezagadas, concentradas en mini dosis que seguro saciarán vuestra sed de
conocimientos cinéfagos…
EN FUERA DE JUEGO
A Fernando Tejero, el entrañable
portero de "Aquí no hay quien viva" (y próximo fichaje de la serie
heredera de aquélla, "La que se avecina"), debe gustarle mucho el
fútbol. Si no, no se explicaría su presencia
en comedias deportivas como "Días de fútbol", "El penalty más
largo del mundo" o la que ahora estrena, "En fuera de
juego". Tejero es un mediocre
representante de futbolistas de tercera división, que un buen día se tropieza
con el nuevo Kempes, un joven delantero argentino con mucho talento y al que
quiere fichar el Real Madrid (sic). En
medio de los dos interfiere, a su pesar, un médico también argentino (Diego
Peretti) que ha recibido el encargo de defender los intereses del muchacho, de
modo que ambos se verán obligados a luchar codo con codo con siniestros
personajes como los que encarnan Hugo Silva y Pepe Sancho. Una propuesta a ratos divertida y a ratos
melancólica no exenta de alicientes: la
vena más tragicómica de Fernando Tejero, el carisma indudable de Diego Peretti
(un actor que ya me encantó en "Maktub"), el cameo del gran Ricardo
Darín (cuyo hijo, el más bien mediocre Chino Darín, debuta dando vida al sosías
de Kempes), la presencia de los televisivos Laura Pamplona y Jordi Sánchez y
las jugosas intervenciones de Iker Casillas, José Ramón de la Morena o
"Manolete", entre otros. Ah, y una frase simplemente inolvidable: "Un abraciño, Mourinho". En resumen: una
distracción amable que gustará por igual a los futboleros y a los detractores
del Deporte Rey.
Calificación: 6,5 (sobre 10)
HOMBRES DE NEGRO 3
Hace ya 15 años, el realizador de
la más o menos afortunada adaptación de "La Familia Addams", Barry
Sonnenfeld, se lanzó a acometer la puesta en escena de un comic de Dark Horse,
"Hombres de Negro", que tuvo bastante éxito a pesar de que tuvo que
lidiar en las carteleras con "Mars Attacks" de Tim Burton, que
abordaba una temática similar (la llegada de los extraterrestres a nuestro
planeta), también con toques de humor.
Los protagonistas fueron un actor veterano (Tommy Lee Jones) y un casi
recién llegado (Will Smith), y el vestuario icónico de estos peculiares agentes
de inmigración transgalácticos (camisa blanca, chaqueta, corbata y gafas de sol
negras) se hizo famoso al instante. En
el año 2001, los lecónicos J (Smith) y K (Jones) regresaron con una secuela
notablemente inferior, y ha habido que esperar hasta ahora para que podamos ver
al equipo completo de nuevo en acción.
Sin ser ninguna maravilla, "Hombres de Negro 3" supera
holgadamente a la nefasta segunda entrega de la serie, y juega muy
inteligentemente sus bazas: humor,
efectos especiales, camaradería y nostalgia retro. J debe viajar a los años 60 para evitar que
un terrorista interestelar asesine a K, y en aquella década prodigiosa es el
actor Josh Brolin quien hace de juvenil trasunto de Tommy Lee Jones. Hermosa fotografía, buena ambientación,
impactantes escenas de acción y una divertida aparición del genial Andy
Warhol. No pasará a la historia, pero al
menos endulza el mal sabor de boca que dejó su predecesora.
Calificación: 7 (sobre 10)
“LA SOMBRA DE LA TRAICIÓN”
La belleza no asegura el
prestigio, y menos aún cuando llega el otoño.
El ya sexagenario Richard Gere (63 años) pasa más tiempo meditando en el
Tibet que atendiendo adecuadamente su carrera cinematográfica, y de esa
confusión de prioridades nacen bodrios como éste. "La sombra de la traición", que
coprotagoniza un improbable Topher Grace, está mal escrita y peor
dirigida. Su sorpresa al estilo de la
del desenlace de "No hay salida" (con Kevin Costner ) no se la cree
nadie, y menos aún la relación de amistad entre Gere y Martin Sheen. Espías pasados de moda en un contexto que
huele a trasnochada reliquia de la Guerra Fría.
Se ha lucido el director Michael Brandt con este pestiño cuyo título
español convierte el original "The double" ("El doble") en
patética secuela de esa oleada de "Sombras" ("La sombra de los
otros", ”La sombra del poder”, "La sombra de la sospecha", "La
sombra del testigo"...), que, por cierto, en ninguno de los casos
contienen tan "sombría" palabra en su denominación en inglés.
Calificación: 4 ( sobre 10)
“TITANIC 3-D”
Dado que fue precisamente el
éxito descomunal de "Avatar" hace tres temporadas lo que no sólo
provocó la actual epidemia de producciones tridimensionales que ahora
padecemos, sino también lo que permitió que "viejas" películas
retornen a los cines convenientemente reconvertidas en 3-D, no era de extrañar
que James Cameron acabara por embarcarse de nuevo en su
"Titanic". Todavía recuerdo
las colas inacabables que se registraron en Lorca durante su estreno a principios
de 1998; la gente se aglomeraba ante la
taquilla del cine, protagonizando un espectáculo de cinéfila ansiedad que,
lamentablemente, no creo que jamás se vuelva a repetir. Y todo por ver al imberbe Leo DiCaprio
hacerle un retrato al carboncillo a una turgente Kate Winslet que todavía no se
avergonzaba de sus generosas carnes.
Creo que todos los que nos las dábamos de entender de cine nos cebamos con
esta tontorrona historia de amor que sólo servía de excusa para acompañar al
asombrado espectador en un inolvidable paseo por un barco concebido para colmar
los sueños de sus pasajeros, pero que acabó por convertirse en la tumba de
1.523 de ellos. Claro que los últimos
sesenta minutos de "Titanic" constituyen, incluso ahora, una lección
de cine total que quizás, entre crítica y crítica, entre chanza y chanza, nos
pasó injustamente desapercibida hace 14 años.
No es que el 3-D de esta reencarnación de "Titanic" pueda
compararse ni remotamente con la magnificencia del exhibido por Cameron en
"Avatar", pero ¿qué diablos?, las incómodas gafas no son sino una
excusa para volver a disfrutar en la pantalla grande el naufragio mejor filmado
de la historia del Cine.
Calificación: 9 (sobre 10)
martes, 5 de junio de 2012
Y cayó la breva...
Aun en la distancia, un
alicantino no se olvida de las tradiciones de la Terreta y, llegado el mes de
Junio, no puede evitar que se le vayan los ojos detrás de un buen par de...
brevas. Eso es lo que se supone que se
degusta en Alacant en estos días previos a las Hogueras de San Juan, bien
acompañado (regado) con vino de La Condomina.
El otro día, mi padre, que no es alicantino pero posée un paladar muy
bien adiestrado, me encomendó que acudiese a la frutería y preguntase si ya
habían empezado a llegar las primeras brevas.
Así fue: en el mostrador, en una
bandejita de aspecto irresistible, yacían unas riquísimas “bacores” que, en su
silencioso lenguaje gastronómico, parecían gritar: "¡¡Cómeme...!!" Además, si ya el look de las húmedas negritas
era tentador, su precio era simplemente irrenunciable: "0,99 euros el kilo". Ni corto ni perezoso, me lié a recolectar los
ejemplares más rutilantes, hasta que, de improviso, apareció el frutero disculpándose
con notorios ademanes: "Ay, perdona,
perdóname... se me ha caído el
uno". "¿El uno?", pensé
yo. Miré a los pies de Paco y no ví
nada... hasta que luego lo comprendí
todo. Se refería al rótulo que anunciaba
el precio de la lasciva fruta.
"0,99" no era en realidad lo que costaba el kilo, sino que
había que anexar un "1" a aquella pléyade de números... ¿Sería el precio real... "0,991"...? No, me parecía demasiado poco.... ¿Sería "01,99"...? No, que todos hemos oído decir alguna vez que
un cero a la izquierda no computa ni tiene valor alguno.... Lamentablemente, el maldito "1"
debía haberse ubicado a la izquierda del "0", como el PSOE, en
condiciones normales, debería estar siempre a la izquierda del PP. Es decir:
el primer número primo me había hecho quedar como... éso, como un primo, ya que, de pagar 0,99
euros por el kilamen de brevas, ahora me tocaba apoquinar nada menos que
¡¡10,99!!. La diferencia era bastante
notable, pero... ¿qué se le va a hacer…? No soy yo de ésos que reclaman y se quejan y
despotrican sin control temperamental, de modo que me encogí de hombros, agaché
la testa y tuve que invertir más dineros en darle gusto al paladar. Un error lo comete cualquiera, incluso los
fruteros, y, al fin y al cabo, la sensación de volver a sentirse alicantino
durante un rato, no tiene precio...
lunes, 4 de junio de 2012
Cine actualidad/ "BLANCANIEVES Y LA LEYENDA DEL CAZADOR"
Un cuento oscuro y violento
Hace un par de años, el éxito desmesurado y desproporcionado de la versión que perpetró Tim Burton del clásico de Lewis Carroll "Alicia en el País de las Maravillas" (éxito taquillero, porque, lo que es artístico... mejor no volver a hablar) hizo que los grandes estudios de Hollywood se pusieran como locos a la búsqueda de más cuentos infantiles sobre los que ofrecer una versión adulta narrada con ambiciones más o menos esteticistas. La temporada pasada, la realizadora Catherine Hardwicke (la misma de la primera entrega de "Crepúsculo") estrenaba "Caperucita Roja", reinterpretación más bien decepcionante de la fábula de Perrault, y este mismo año, hace poco más de un mes, aterrizaba en nuestras salas "Blancanieves", realizada por el indio (hindú) Tarsem Singh y protagonizada por Julia Roberts y Lily Collins (hija del músico Phil Collins). Desde mi punto de vista, esa penúltima aproximación al mito de la princesa, la madrastra y la manzana no revistió ningún interés, pero el trailer de esta (prometedora) nueva versión de la historia sí atrajo desde el principio mi atención...
viernes, 1 de junio de 2012
Manchado
Mi madre tuvo un antojo cuando estaba embarazada. Así me explicaba, cuando yo era pequeño, la mancha de nacimiento que había aparecido en mi barriguita. Con el paso de los años, me surgió alguna que otra más. De hecho, más de una vez he pensado en escribirle a María Dolores de Cospedal pidiéndole que me nombre hijo adoptivo de la Comunidad que preside, o, como mínimo, Quijote de honor, don Quijote de las manchas. La última que me apareció, más o menos espontáneamente, me preocupó un poco. Como de todas formas tenía previsto acudir al dermatólogo para tratar la caída de la hoja (pilosa), pensé que sería una buena ocasión para disipar mis dudas al respecto. El otro día, y después de estar en lista de espera durante más de dos meses, fui convocado a cierto Hospital de Lorca, alrededor del cual, durante años, se difundió la leyenda negra de que quienes entraban, sobre todo los ancianitos, ya no salían. Yo entré y pude salir (prueba de ello es que estoy aquí escribiendo), pero no puede decirse que mis inquietudes se quedaran atrás.
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