jueves, 27 de febrero de 2020

Píldoras de Cine: FEBRERO DE 2020


En estos locos y oscuros tiempos en los que las grandes epidemias de la Antigüedad, que creíamos erradicadas, han vuelto a ponerse de moda con una corona dotando de alcurnia al virus que vino de China, permitidme que tire de talonario y extienda unos cuantos cheques a favor de nuestro querido remedio contra cualquier forma de enfermedad:  nuestras deslumbrantes y muy curativas ¡PILDORAS DE CINE!


LA LLAMADA DE LO SALVAJE
Leí el precioso libro de Jack London que da título a este film allá por 1971, en una edición para Círculo de Lectores que me compró mi padre cuando aquí todavía se llamaba “La llamada de la selva”.  Ya entonces, las aventuras del perro Buck en el Yukón (territorio entre Canadá y Alaska que se hizo famoso a raíz de la llamada “fiebre del oro” de finales del siglo XIX) y su entrañable amistad con el explorador John Thornton me cautivaron irremediablemente.  Casi cinco décadas después, se estrena una nueva película (las anteriores fueron “La llamada de la selva” de 1935, “La selva blanca” de 1972 o “Llamada salvaje” de 1997) en la que a Thornton lo interpreta Harrison Ford (las otras veces fue encarnado por Clark Gable, Charlton Heston o Rutger Hauer) y a Buck lo interpreta…  bueno, en realidad no lo interpreta nadie, porque se trata de un perro digital generado por ordenador.  Mucho se ha escrito acerca de esta decisión creativa, que sigue la estela de las recientes “El libro de la selva” y “El Rey León”, pues hay quien no deja de buscarle los tres pies al gato (perdón, al can) haciendo referencia a su supuesta falta de verosimilitud.  Yo pocas veces reparé en que Buck no era sino un montón de pixels y, por tanto, conseguí disfrutar un relato sustentado en los maravillosos paisajes blancos bellamente retratados por Janusz Kaminski y la espectacular partitura de John Powell, pero sí me sentí un poco molesto en el tramo final del film, que traiciona el desenlace de la novela de London que tanto me había gustado de niño, seguramente para darle (aún) más protagonismo a nuestro querido Harrison.
Calificación: 7 (sobre 10)

SONIC, LA PELÍCULA
Nunca he jugado a un juego de Sonic, y si conozco al personaje de SEGA es por razones familiares:  hace tiempo, mi hijo realizaba abundantes dibujos del erizo azul, y de tanto ver “hedgehogs” y “echidnas” por todas partes, admito que llegué a cogerle un cariño bastante especial.  Sin embargo, la película que ha dirigido el estadounidense Jeff Fowler no me causó satisfacción alguna, más bien todo lo contrario.  Partíamos de la base de que, al igual que sucediera con la reciente “Cats”, el primer trailer horrorizó a los fans, lo que hizo que los productores tomaran la drástica decisión de rediseñar al protagonista para hacerlo más parecido a como aparece en el videojuego, con la consecuencia de un retraso de casi un año en la exhibición en cines del film.  Dicho film narra la llegada de Sonic a la Tierra y cómo se hace amigo del sheriff Tom Wachowski, quien luchará junto a él para evitar que sea capturado por el loco villano Dr. Ivo Robotnik, en teoría colaborador del Gobierno de los Estados Unidos.  El antaño infalible Jim Carrey es quien interpreta a Robotnik, y su composición es lo más destacable en una película en lo que no puedo destacar muchas cosas.  Como digo, la verdad es que nunca he sido seguidor del erizo, y el tono infantil y el sentido del humor chabacano del producto no me resultaron para nada satisfactorios.
Calificación: 5,5 (sobre 10)

JUDY
Con muchos puntos en común con la también reciente “El Gordo y el Flaco”, “Judy” es una película pseudobiográfica que se centra en los últimos años de vida de Judy Garland, la antigua estrella infantil que en su madurez sucumbió a todo tipo de adicciones que al final acabaron pasándole factura.  Iniciada en las drogas y el alcohol incluso desde que, con dieciséis años, fue cruelmente explotada por el tiránico Louis B. Mayer, el auténtico “león” de la Metro, Judy fue incapaz de sobrevivir sin la enajenación que proporciona la embriaguez.  La cinta nos presenta a una estrella envejecida y consumida, incapaz de gestionar su propia carrera artística y que sólo es feliz en el escenario.  No es casualidad que lo mismo pase con la dirección del londinense Rupert Goold, pues en “Judy” todo es soso y gris excepto los números musicales, donde se luce de lo lindo Renee Zellwegger, previsible ganadora del Oscar en un año en el que nadie le podía hacer sombra.  Estamos, por tanto, ante un telefilm con una ambientación nada más que aceptable, lleno de momentos aburridos y que sólo se salva gracias a la entrega de una abnegada Zellwegger.
Calificación: 6 (sobre 10)


lunes, 17 de febrero de 2020

Cine actualidad/ “PARÁSITOS”


El K-Film del año

Una familia de clase baja, los Kim, malvive hacinada en un suburbio de Seúl (Corea del Sur).  Su existencia parece cambiar cuando comienzan a relacionarse con otra familia, los Park, pudientes y propietarios de una lujosa y moderna casa.  Sirviéndose de picaresca y engaños, los Kim comienzan a parasitar a los Park…  pero las cosas no saldrán como ellos habían planeado.

Si hubiera visto “Parásitos” hace un año, antes de que empezase a cosechar importantes precios internacionales (entre otros, esos cuatro Oscars que, digámoslo ya, me parecen excesivos), ahora mismo estaría hablando de una película original, sorprendente, fascinante, repleta de cualidades que estos días escasean en la gran pantalla.

Sin embargo, tras haberla visionado el día siguiente de su espectacular triunfo en la edición número 92 de los premios de la Academia, lo primero que me vino a la cabeza fue la manida frase:  “No es para tanto”.

Es decir, de “Parásitos” me encantó (me encanta) la puesta en escena, la planificación, la portentosa fotografía, el fascinante diseño de producción…  Me maravilla la audacia y descaro de su planteamiento, lo atrevido de sus diálogos, el desarrollo no siempre previsible de su argumento…

Pero, por otra parte, la historia presenta altibajos, no todas las interpretaciones están conjuntadas y, como mínimo, le sobra uno de sus tres finales (dos, si queréis mi opinión).  Además de que el doblaje al castellano (especialmente el del padre, el señor Kim) no es para nada afortunado.

Que sí, que me gustó “Parásitos”.  Más abajo veréis que le otorgo un nada desdeñable “8,5”.  Una muy buena calificación.  Pero, lamentándolo mucho, no comulgo con quienes la ensalzan hasta el firmamento o la consideran la gran esperanza amarilla (es broma).  Lo que sí veo es que quienes más la valoran, quienes más la veneran, son los que han tenido más contacto con la cinematografía asiática en general y la coreana en particular.  Como si, premiando a esta película, la Meca del Cine hiciera extensivo su reconocimiento a todo un estilo y toda una forma de entender el Séptimo Arte.

Para mi, se trata de una película que, evidentemente, reúne grandes méritos y ostenta no pocas cualidades, pero, en el año de su estreno comercial, ha coincidido, al menos en la carrera hacia los Oscars, con dos títulos que, a mi modo de ver, merecían más los galardones que a ella le han sido deparados:  la prodigiosa (al menos técnicamente) “1917” y la excelente y turbadora “Joker”, con toda seguridad la gran película de 2019.  Es en la comparación donde, para quien esto suscribe, “Parásitos” sale perdiendo, aunque no por goleada.

Luis Campoy

Lo mejor:  la puesta en escena (fotografía, diseño de producción, movimientos de cámara, etc.)
Lo peor:  los tiempos muertos y, sobre todo, el exceso de finales;  el doblaje español
El cruce:  Funny Games” + “Arriba y abajo” + “Nosotros
Calificación:  8,5 (sobre 10)