martes, 27 de abril de 2021

Píldoras de Cine: ABRIL DE 2021 (y II)

Con la (paupérrima en audiencia) entrega de los Oscar todavía latente, toca seguir pasando revista a algunas de las películas nominadas que han circulado por nuestras salas de cine, que es donde más y mejor se disfrutan.  Hoy comentamos tres films que, ciertamente, han recibido menos galardones que “Nomadland”, pero que, desde mi punto de vista, resultan más entretenidos, dejando claro que el hecho de entretener o no entretener es sólo una característica que no ha de mermar la calidad real del producto…

 



UNA JOVEN PROMETEDORA

Una de las grandes sorpresas de la temporada es esta original cinta, que ha escrito y dirigido la actriz Emerald Fennell, conocida por las series “Killing Eve” y “The Crown”.  Argumentalmente, cuenta la venganza llevada a cabo por Cassie Thomas (Carey Mulligan), una joven que pretende castigar a quienes violaron, años atrás, a una amiga que posteriormente se suicidó.  En su cruzada vengativa, Cassie hará extensiva su vena justiciera a cuantos machos consideran que una “pobre chica sola” necesita de ciertos mimos y atenciones a los que no puede renunciar si espera recibir interés o ayuda.  La lectura feminista (son los tiempos del #MeToo) es evidente, pero Fennell se permite alejarse de la narración convencional y, abrazando un estilo de lo más almodovariano (pensé inmediatamente en la estética y tratamiento del color de nuestro manchego universal, concretamente en su “Matador”), al que adorna con algunas gotas del Tarantino de “Kill Bill”, factura una película brillante y epatante que permite a Carey Mulligan lucirse en la mejor interpretación de su carrera.  Ah, y el final, simplemente brutal, es de esos que nunca se olvidan.

Calificación: 8,5 (sobre 10)

 


OTRA RONDA

La ganadora de este año al Oscar como Mejor Película Extranjera es esta estimulante cinta danesa que ha dirigido Thomas Vinterberg, uno de los fundadores del movimiento Dogma y que cuenta en su filmografía con títulos como “La celebración”, “Todo por amor” o “La caza”.  Otra ronda” es la historia de un cuarteto de amigos, profesores de instituto, que, con la excusa de realizar un experimento sociológico, invitan al alcohol a apoderarse de sus vidas, hecho que en principio parece resultar beneficioso pero que poco a poco degenera en el descontrol y el drama.  Con ecos inevitables de “Días de vino y rosas”, la película muestra lo fácil que es sucumbir a una adicción, y lo difícil que es reconocer los estragos que dicha dependencia causa a nuestro alrededor.  La actual sociedad danesa está retratada con precisión, reflejando la hipócrita intolerancia de quienes primero critican la “sosería” y acto seguido condenan la manera en que uno ha logrado superarla.  Como es habitual, el gran Mads Mikkelsen da una auténtica lección de interpretación, y su baile final tiene todas las papeletas para ser imitado tantas veces como el de “Dirty Dancing

Calificación: 8 (sobre 10)

 


LOS ESTADOS UNIDOS VS. BILLIE HOLIDAY

Se estima que, entre 1877 y 1950, alrededor de 4.400 personas de color fueron linchadas en los Estados Unidos, y muchas de ellas quemadas posteriormente en una hoguera, mientras los blancos, niños incluídos, lo presenciaban alegremente sin inmutarse. El profesor judío Abel Meeropol escribió un poema denunciando estos hechos, que la cantante Billie Holiday transformó en canción en 1939.  A pesar de estar advertida por el FBI de que cada vez que interpretase "Strange Fruit" ("Fruto extraño") sería detenida, Holiday la incluía en muchos de sus conciertos, haciendo de ella un himno contra el racismo que posteriormente sería versionado por Nina Simone, Annie Lennox o Tori Amos.  Los Estados Unidos Vs. Billie Holiday” narra las dramáticas contradicciones de dos décadas, los años 30 y 40 del siglo pasado, en las que un negro sobre el escenario era poco menos que un dios, pero, cuando se bajaba de él, no se le permitía sentarse al lado de un blanco, y ni siquiera subirse a un ascensor.  La cantante Andra Day, nominada al Oscar por su interpretación de Billie Holiday, protagoniza esta película dirigida por Lee Daniels (“Precious”) que realiza una excepcional recreación de un tiempo en el que el jazz sonaba como nunca pero los artistas afroamericanos se veían obligados a exorcizar su frustración mediante la droga o el alcohol.

Calificación: 8 (sobre 10)

jueves, 8 de abril de 2021

Píldoras de Cine: ABRIL DE 2021

Una nueva pausa en la redacción de mi próximo libro “El Cine en Pantalla Grande” para comentaros algunas de las últimas películas que he podido ver en la sala de cine de mi ciudad.  Son malos tiempos, para el cine y para todo en general, no sólo por el muy cabrito COVID sino por ese modo de pensamiento único y totalitario que parece que se va imponiendo:  “Yo tengo razón y los demás no” y “Lo que me gusta a mi es lo bueno, porque yo tengo buen gusto y vosotros carecéis de él”.  Tratando de escapar durante un ratito a tan deprimente realidad, evadámonos libremente con nuestras ¡¡PÍLDORAS DE CINE!!

 


MINARI

Que lo coreano (tanto en cine como en música) se ha puesto de moda, es una obviedad que puede no resultar agradable o comprensible para algunos, pero que otros disfrutan a lo grande.  Si el año pasado la película que encandilaba a todos (o casi todos) fue la multipremiada “Parásitos” de Bong Joon-ho, en este extraño 2021, “Minari” de Lee Isaac Chung pretende tomar el relevo a todos los niveles.  Si bien “Minari(palabra que en coreano hace referencia a una planta que cuesta mucho que arraigue pero que, cuando lo hace, permanece ligada al terreno que la ha visto crecer) podría decirse que no es estrictamente coreana, ya que ha sido rodada en Estados Unidos y financiada con capital estadounidense, sí refleja las experiencias personales de su director, emigrante cuya familia tuvo que establecerse, a mediados de los años 80, en una colonia rural de Arkansas.  Parte el film de una premisa sencilla y sin alardes, está bellamente fotografiada (por Lachlan Milne), se beneficia de la hermosa partitura de Emile Mosseri y cuenta con correctas interpretaciones a cargo de Steven Yeun (visto en la serie “The Walking Dead”), Han Ye-ri, Youn Yuh-jung (nominada al Oscar) y un recuperado Will Patton (“No hay salida”).  Sin embargo, y no resultando desagradable ni aburrida, tengo que decir que no me pareció especial en nada:  no le vi un gran trabajo de dirección, no me pareció que tuviera un guión destacable y no considero que sus actores (a excepción, tal vez, de la abuela Yuh-jung) realicen grandes interpretaciones.  No puedo evitar preguntarme si, en el caso de haberse tratado de un film alemán, italiano o español, “Minari” hubiera tenido la misma repercusión, y, mientras encuentro la respuesta, me seguiré alegrando de que el pujante “Army” la disfrute con salud.

Calificación: 6,5 (sobre 10)

 


NOMADLAND

Chloe Zhao es una directora de 39 años nacida en China que, tras estudiar en Inglaterra, viajó a Estados Unidos para intentar hacer carrera en el mundo del cine.  Su segunda película, “The Rider”, gustó mucho en los circuitos del cine independiente, y antes de haber estrenado “Nomadland”, film que ahora nos ocupa, ya fue contratada por la todopoderosa Marvel para realizar “Los eternos”, uno de los títulos fundacionales de su Fase 4.  A partir de una novela de Jessica Bruder, “Nomadland” (para no fatigar vuestras pobres neuronas, os lo traduciré yo:  Tierra de nómadas”) cuenta la historia de Fern (monumental Frances McDormand), una mujer de mediana edad que, tras perder a su marido, decide cambiar de vida y se embarca en un viaje sin fin a lomos de su vieja autocaravana, recorriendo el gran estado de Nevada y relacionándose con otras personas que, voluntariamente o no, viven como auténticos nómadas en pleno siglo XXI.  No seré yo quien discuta los evidentes atributos que ostenta “Nomadland” (la fotografía de Joshua James Richards, la música de Ludovico Einaudi, el tono poético que la envuelve, la extraordinaria McDormand…), pero sí romperé una nueva lanza en favor de la libertad, la libertad de poder expresar que una película que, obvia y objetivamente, goza de mucha o muchísima calidad, puede, al mismo tiempo, gustar a algunos menos que a otros.  Me irrita que sus acérrimos defensores, no contentos con disfrutarla, tengan que hacer sentir culpables a los que no la disfrutan tanto, como si, por no aplaudir frenéticamente una determinada película, uno fuese un palurdo sin gusto ni criterio ni sentido ni sensibilidad.  Nomadland” me gustó moderadamente, como tantas otras películas me han gustado con idéntica moderación, y, en mi humilde opinión, hubiera mejorado si hubiera tenido más guión, más diálogos, más actores profesionales (la mayoría de los intérpretes, salvo McDormand y David Strathairn, son personas reales que hacen de sí mismas), más “acción” y un ritmo un poco menos pausado;  pero como sólo se trata de mi opinión, que no pienso imponer a nadie, celebro que sean tantos los que se emocionan hasta las lágrimas con ella y me alegraré lo indecible si la señora McDormand vuelve a levantar una merecida estatuílla dorada.

Calificación: 8 (sobre 10)

 


GODZILLA VS KONG

¿Quién iba a decirnos que una intrascendente película de monstruos, despreciada sin rubor por los cinéfilos mas exquisitos, constituiría la gran esperanza de salvación para las salas de cine de todo el mundo?  Cuarta entrega del MonsterVerse de Warner Bros., “Godzilla vs. Kong” ha llegado en el momento idóneo para que los aficionados a ver cine en los cines, hambrientos de verdaderos blockbusters a los que hincar el diente, se hayan lanzado como lobos en pos de una presa que, si bien como obra de arte deja mucho que desear, sí constituye un entretenimiento sencillamente espectacular.  Realizar un análisis de este film que dirigido Adam Wingard (“Tú eres el siguiente”) desde el punto de vista del guión, los diálogos o las interpretaciones (pareciera que Millie Bobby Brown, Rebecca Hall, Alexander Skarsgard o Demián Bichir compitieran para ver quién está peor) sería una verdadera pérdida de tiempo, pero, si nos referimos a él como espectáculo grandioso de fabulosos efectos especiales y portentoso sonido, la cosa cambia.  King Kong y los kaijus importados de la japonesa Toho están excelentemente recreados, resultan tan amenazadores como creíbles, y las larguísimas escenas de combate son una gozada sin paliativos.  Ver darse de hostias (hostias como panes, sí) a Kong, Godzilla y MechaGodzilla no tiene precio, y, cuanto menos tiquismiquis sea uno, más lo disfrutará.

Calificación: 7 (sobre 10)