Banda Sonora: "PIRATAS DEL CARIBE, La Maldición de la Perla Negra"
Música de Klaus Badelt
Cuando faltan pocos meses para el estreno de la segunda parte, “Pirates of the Caribbean II: Dead Man’s Chest”, he considerado llegado el momento de redactar por fin este artículo acerca de la que ya os confieso mi banda sonora favorita: “Pirates of the Caribbean: The Curse of the Blak Pearl”.
Empiezo por deciros que, cuando hace tres años llevé a mi hijo al cine a ver esta ambiciosa producción dirigida por Gore Verbinski que reconstruía para la pantalla una famosa atracción de los parques temáticos de Disney, nada sabía acerca de su vertiente musical, y, por éso mi sorpresa fue en un auténtico crescendo que nunca olvidaré. Naturalmente, a poco que uno sea mínimamente conocedor de las bandas sonoras más populares, lo primero que se percibe es que los motivos principales de la partitura ¿creada? por Klaus Badelt tienen algo más que sospechosas reminiscencias de algunas melodías escritas por Hans Zimmer para su celebradísima “Gladiator”. La cosa queda más o menos clara cuando averiguamos que es precisamente Hans Zimmer el productor y mentor de Badelt a la hora de afrontar esta aventura. De hecho, se llegó a decir que no sólo Badelt, sino varios otros discípulos de Hans Zimmer tuvieron que ver en la composición de la obra, lo cual, desde mi punto de vista, no le resta valor a su resultado final.
“Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl” cuenta con una atractiva mixtura de sonoridades, que van desde la orquesta tradicional hasta el predominio muy electrónico de sintetizadores, pasando por puntuales guitarras eléctricas y los inevitables coros masculinos que presagian y/o subrayan la amenaza de los piratas del título. Badelt (o quien sea) utiliza hábilmente todos los elementos de percusión, alternando su protagonismo con el de ágiles cuerdas y brillantes metales, aunque a veces es difícil distinguir si éstos últimos lo son de verdad o su papel está representado por sintetizadores, que normalmente no me agradan pero aquí están perfectamente integrados.
A diferencia de la original “Gladiator”, que contenía numerosas (y bellas) partes llenas de lírica quietud, casi todo el minutaje de “Pirates of the Caribbean” es mayoritariamente rítmico, aunque las notas tranquilas están revestidas de una solemnidad que, en contraposición a la “oscuridad” de los fragmentos tenebrosos, resulta incluso luminosa. Lamentablemente, he de reconocer que la aportación de Klaus Badelt a la historia de la música cinematográfica, al menos en lo que a esta espectacular banda sonora se refiere, será considerada prácticamente nula, por cuanto, aunque es cierto que posée dos motivos centrales pegadizos que es casi imposible no empezar a tararear en cuanto concluye la audición del álbum, esos dos temas principales son monumentales, escandalosos y absolutos plagios de “Gladiator”, no por consentidos y aun fomentados por el propio autor de aquéllos menos polémicos y sangrantes.
Sin embargo, nada de lo dicho en el párrafo anterior enturbia, al menos para mí, el brillo de esta partitura. Original o copia, obra primigenia o clon desvergonzado, se trata de una fantástica banda sonora, épica, vibrante y emotiva, en la mejor tradición del cine de aventuras de capa y espada. Para mí supone un sanísimo subidón de adrenalina, nunca me canso de escucharla y siempre, siempre se me hace corta. Y os aseguro que ésto no me sucede con ningún otro disco de estas características.
A continuación os brindo un breve resumen de los 15 cortes del álbum originalmente editado:
1. “Fog Bound” (“Banco de niebla”). Ominosos violines sirven de introducción a la aventura, con posteriores toques de intriga y terror a cargo de coros masculinos.
2. “The Medallion Calls” (“La llamada del medallón”) sirve como presentación del tema principal, asignado al capitán pirata Jack Sparrow, al que un sobreactuado Johnny Depp sabe otorgarle una acertada mezcla de dignidad y comicidad. Se trata de unas notas apenas esbozadas, pero que serán continuadas y utilizadas minutos después con profusión de orquestación.
3. “The Black Pearl” (“La Perla Negra”) es la introducción de la segunda melodía recurrente, y se escucha durante la huída de Jack y su posterior duelo con Will Turner (Orlando Bloom).
4. “Will and Elizabeth”, concebido como vigoroso “leit motiv” de la historia amorosa de Will y Elizabeth Swann (Keira Knightley), reitera el motivo anterior en un arreglo similar pero con obvias pretensiones de “Main Title” (título principal).
5. “Swords Crossed” (“Espadas cruzadas”) funciona como tema de transición que ilustra el descubrimiento por parte de Elizabeth de la realidad de los tripulantes de la “Perla Negra”.
6. “Walk the Plank” (“Pasar por la plancha”) recupera las sonoridades del primer corte y continúa el desarrollo del tema de Sparrow.
7. “Barbossa is Hungry” (“Barbossa está hambriento”): corte de tono dinámico con espectacular despliegue de orquesta y coros.
8. “Blood Ritual” (“Ritual de sangre”) nace pianissimo y poco a poco crece y crece hasta conformar el tema de Will & Elizabeth, con ritmo trepidante.
9. “Moonlight Serenade” (“Serenata a la luz de la luna”; título que homenajea al célebre tema de Glenn Miller) muestra los efectos de la luna llena sobre los piratas y contiene un progresivo y maravilloso crescendo que confluye en el tema de Jack Sparrow, omnipresente a partir de ahora y hasta el final. En diferentes recopilaciones posteriores, este corte se ha incluído como si se tratase de una suite.
10. “To the Pirates Cave!” (“¡A la cueva de los piratas!”) es también un vibrante refrito de varios de los motivos anteriores.
11. “Skull and Crossbones” (“Calavera y tibias cruzadas”) sintetiza en su inicio alguna de las melodías ya conocidas, y poco a poco va derivando en un nuevo apunte del tema principal.
12. “Bootstraps, bootstraps” (“Cordoneras”) da rienda suelta a la sintonía del capitán Sparrow, haciéndose un poco de rogar pero luego deleitándonos con su despliegue de bizarra virilidad.
13. “Underwater March” (“Marcha bajo el agua”) es un corte de premeditada quietud con un par de momentos solemnes y un final a tempo lento pero muy brioso.
14. “One Last Shot” (“Un último disparo”) ilustra el desenlace de la eterna rivalidad de Sparrow y Barbossa (Geoffrey Rush), dotado de abundantes dosis de melancolía y majestuosidad.
15. “He’s a Pirate” (“Es un pirata”) refleja íntegramente el tema principal, en una versión rápida y emotiva; equivale a lo que en la mayoría de bandas sonoras se denomina “End Title” (título final).
Como curiosidad a modo de apunte final, os diré que también existe una versión expandida (2 CD’s) llena de materiales adicionales (música de relleno que no se incluyó en el disco original), pero su interés queda algo desvirtuado por el hecho de que incluye muchos (molestos) diálogos y todo tipo de efectos de sonido que, desde mi punto de vista, lo único que hacen es impedir el disfrute de la partitura que, por si alguien no lo sabía, es desde hace años la banda sonora de las retransmisiones deportivas de Canal 9.
Empiezo por deciros que, cuando hace tres años llevé a mi hijo al cine a ver esta ambiciosa producción dirigida por Gore Verbinski que reconstruía para la pantalla una famosa atracción de los parques temáticos de Disney, nada sabía acerca de su vertiente musical, y, por éso mi sorpresa fue en un auténtico crescendo que nunca olvidaré. Naturalmente, a poco que uno sea mínimamente conocedor de las bandas sonoras más populares, lo primero que se percibe es que los motivos principales de la partitura ¿creada? por Klaus Badelt tienen algo más que sospechosas reminiscencias de algunas melodías escritas por Hans Zimmer para su celebradísima “Gladiator”. La cosa queda más o menos clara cuando averiguamos que es precisamente Hans Zimmer el productor y mentor de Badelt a la hora de afrontar esta aventura. De hecho, se llegó a decir que no sólo Badelt, sino varios otros discípulos de Hans Zimmer tuvieron que ver en la composición de la obra, lo cual, desde mi punto de vista, no le resta valor a su resultado final.
“Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl” cuenta con una atractiva mixtura de sonoridades, que van desde la orquesta tradicional hasta el predominio muy electrónico de sintetizadores, pasando por puntuales guitarras eléctricas y los inevitables coros masculinos que presagian y/o subrayan la amenaza de los piratas del título. Badelt (o quien sea) utiliza hábilmente todos los elementos de percusión, alternando su protagonismo con el de ágiles cuerdas y brillantes metales, aunque a veces es difícil distinguir si éstos últimos lo son de verdad o su papel está representado por sintetizadores, que normalmente no me agradan pero aquí están perfectamente integrados.
A diferencia de la original “Gladiator”, que contenía numerosas (y bellas) partes llenas de lírica quietud, casi todo el minutaje de “Pirates of the Caribbean” es mayoritariamente rítmico, aunque las notas tranquilas están revestidas de una solemnidad que, en contraposición a la “oscuridad” de los fragmentos tenebrosos, resulta incluso luminosa. Lamentablemente, he de reconocer que la aportación de Klaus Badelt a la historia de la música cinematográfica, al menos en lo que a esta espectacular banda sonora se refiere, será considerada prácticamente nula, por cuanto, aunque es cierto que posée dos motivos centrales pegadizos que es casi imposible no empezar a tararear en cuanto concluye la audición del álbum, esos dos temas principales son monumentales, escandalosos y absolutos plagios de “Gladiator”, no por consentidos y aun fomentados por el propio autor de aquéllos menos polémicos y sangrantes.
Sin embargo, nada de lo dicho en el párrafo anterior enturbia, al menos para mí, el brillo de esta partitura. Original o copia, obra primigenia o clon desvergonzado, se trata de una fantástica banda sonora, épica, vibrante y emotiva, en la mejor tradición del cine de aventuras de capa y espada. Para mí supone un sanísimo subidón de adrenalina, nunca me canso de escucharla y siempre, siempre se me hace corta. Y os aseguro que ésto no me sucede con ningún otro disco de estas características.
A continuación os brindo un breve resumen de los 15 cortes del álbum originalmente editado:
1. “Fog Bound” (“Banco de niebla”). Ominosos violines sirven de introducción a la aventura, con posteriores toques de intriga y terror a cargo de coros masculinos.
2. “The Medallion Calls” (“La llamada del medallón”) sirve como presentación del tema principal, asignado al capitán pirata Jack Sparrow, al que un sobreactuado Johnny Depp sabe otorgarle una acertada mezcla de dignidad y comicidad. Se trata de unas notas apenas esbozadas, pero que serán continuadas y utilizadas minutos después con profusión de orquestación.
3. “The Black Pearl” (“La Perla Negra”) es la introducción de la segunda melodía recurrente, y se escucha durante la huída de Jack y su posterior duelo con Will Turner (Orlando Bloom).
4. “Will and Elizabeth”, concebido como vigoroso “leit motiv” de la historia amorosa de Will y Elizabeth Swann (Keira Knightley), reitera el motivo anterior en un arreglo similar pero con obvias pretensiones de “Main Title” (título principal).
5. “Swords Crossed” (“Espadas cruzadas”) funciona como tema de transición que ilustra el descubrimiento por parte de Elizabeth de la realidad de los tripulantes de la “Perla Negra”.
6. “Walk the Plank” (“Pasar por la plancha”) recupera las sonoridades del primer corte y continúa el desarrollo del tema de Sparrow.
7. “Barbossa is Hungry” (“Barbossa está hambriento”): corte de tono dinámico con espectacular despliegue de orquesta y coros.
8. “Blood Ritual” (“Ritual de sangre”) nace pianissimo y poco a poco crece y crece hasta conformar el tema de Will & Elizabeth, con ritmo trepidante.
9. “Moonlight Serenade” (“Serenata a la luz de la luna”; título que homenajea al célebre tema de Glenn Miller) muestra los efectos de la luna llena sobre los piratas y contiene un progresivo y maravilloso crescendo que confluye en el tema de Jack Sparrow, omnipresente a partir de ahora y hasta el final. En diferentes recopilaciones posteriores, este corte se ha incluído como si se tratase de una suite.
10. “To the Pirates Cave!” (“¡A la cueva de los piratas!”) es también un vibrante refrito de varios de los motivos anteriores.
11. “Skull and Crossbones” (“Calavera y tibias cruzadas”) sintetiza en su inicio alguna de las melodías ya conocidas, y poco a poco va derivando en un nuevo apunte del tema principal.
12. “Bootstraps, bootstraps” (“Cordoneras”) da rienda suelta a la sintonía del capitán Sparrow, haciéndose un poco de rogar pero luego deleitándonos con su despliegue de bizarra virilidad.
13. “Underwater March” (“Marcha bajo el agua”) es un corte de premeditada quietud con un par de momentos solemnes y un final a tempo lento pero muy brioso.
14. “One Last Shot” (“Un último disparo”) ilustra el desenlace de la eterna rivalidad de Sparrow y Barbossa (Geoffrey Rush), dotado de abundantes dosis de melancolía y majestuosidad.
15. “He’s a Pirate” (“Es un pirata”) refleja íntegramente el tema principal, en una versión rápida y emotiva; equivale a lo que en la mayoría de bandas sonoras se denomina “End Title” (título final).
Como curiosidad a modo de apunte final, os diré que también existe una versión expandida (2 CD’s) llena de materiales adicionales (música de relleno que no se incluyó en el disco original), pero su interés queda algo desvirtuado por el hecho de que incluye muchos (molestos) diálogos y todo tipo de efectos de sonido que, desde mi punto de vista, lo único que hacen es impedir el disfrute de la partitura que, por si alguien no lo sabía, es desde hace años la banda sonora de las retransmisiones deportivas de Canal 9.
Comentarios
Comenté hace un tiempo sobre esta película. la banda sonora no lo sé, pero la película me encantó. Y no me refiero a que sea entretenida, que lo es. El personaje de Depp realmente hace la película. Inspira un estilo a la misma que la hace muy superior a otras que se podrían considerar "del estilo" o "del mismo saco". No es así en ningún momento. Los diálogos son punzantes e inteligentes, y si bien la historia es simple y previsible, no todos los guiones deben ser encaje de bolillos.
Aprovecho para darte la enhorabuena por tu weblog. No había tenido tiempo de pasarme por aquí, pero me lo apunto para el futuro.
Sobre el mío "apreciación", voy a añadir una nota diciendo que pasa a mi weblog principal. Lo separé en su momento por cuestiones éticas que ya he resuelto (y que no vienen a cuento).
Un abrazo,
diego.
Podéis pasar por cualquier web de BSOs (soundtrack, bsospirit...) y en todas opinarán lo mismo: cacaaaa :P
Badelt hizo poco en este disco, pues hay un montón de artistas metiendo mano. El resultado es un refrito, un copy paste asqueroso, un sonido ruidoso, falso (electrónica por doquier). Y es inultante que echarn a un maestro como Alan Silvestri para meter esta basura.
A lo mejor un día dejo una crítica más extensa en mi blog, pero lo dudo, pues no quiero volver a escuchar estas pseudonotas.
Un saludo
Por cierto, si te ha gustado esta BSO, te recomiendo una de Klaus Badelt que es excelente: The Time Machine. Es muy rica, suena de maravilla, tiene temas preciosos... Échale un vistazo a ver qué te parece (si te apetece :P)
Saludetes.
P.D.: La música es excelente.
"Bram Stoker's Dracula"