Cine/ "NOCHE EN EL MUSEO 2"


Al igual que ya sucediera con su predecesora estrenada en 2007, “Noche en el Museo 2” es una de esas películas que un crítico de cine puede valorar en su justa medida nada más viendo su tráiler. Muy poco, poquísimo hay que decir acerca de esta secuela que no dijésemos con motivo de su antecesora de 2009. Nuevamente somos testigos de las peripecias de Larry Daley (Ben Stiller), que ha cambiado su oficio de guardia nocturno del Museo de Historia Natural de Nueva York por el de gerente de su propia empresa de fabricación de artículos de Todo a 100. Sin embargo, cuando sus viejos amigos, las figuras que cobran vida por las noches, son trasladados a otro museo, el Smithsonian de Washington, Larry no tiene otro remedio que volver a su antiguo empleo para poner orden en el cotarro... Probablemente, el descomunal éxito de "Noche en el Museo" pilló por sorpresa a todos sus artífices. Realmente, los ingredientes "culpables" de tal suceso no eran originales ni especialmente meritorios. Un tono de comedia blanca y familiar, un puñado de actores capaces de atraer a diferentes generaciones de espectadores (Stiller, Robin Williams, Dick Van Dyke e incluso Mickey Rooney) y, sobre todo, unos efectos especiales que, no siendo desdeñables, tampoco eran gran cosa. Sin embargo, fue tal la respuesta popular que la continuación parecía obligada, como tal vez pudiera serlo, dentro de un par de años, una eventual tercera entrega que complete la trilogía. De hecho, si sus responsables se tomasen auténtico interés y exprimiesen a fondo sus neuronas, ¿por qué no ir dedicando "Noches en el Museo" a salas tan importantes como el Louvre o el Prado?. El problema radica, justamente, en que esta segunda vuelta de tuerca al mismo tema da tan preocupantes muestras de agotamiento que es evidente que ni la inspiración ni el talento son el rasgo distintivo de sus artífices. Aparte del ridículo teñido capilar que luce un Ben Stiller que parece que se niega a exhibir los atributos del paso del tiempo, y de la muy notoria ausencia del gran Dick Van Dyke, todo lo demás es un deja vu tan molesto que más que una continuación parece que lo que estamos presenciando es un remake. Aparte de contadísimos guiños de guión nunca desarrollados debidamente (Al Capone y sus esbirros aparecen fotografiados siempre en blanco y negro; las cabezotas móviles de Einstein aportan la solución al enigma) o de mínimos aciertos de visualización (los protagonistas se introducen dentro de un par de conocidas obras de arte, algo que, por cierto, creo recordar que ya sucedía en "Looney Tunes, de nuevo en acción", todo lo demás es un carrusel en el que tienes la sensación de haber estado, un simple entretenimiento familiar políticamente correcto frente al cual las palomitas, al menos, no se atragantan.



Luis Campoy

Lo mejor: Amy Adams, la música de Alan Silvestri
Lo peor: la sensación de Deja Vú, la desaprovechada aparición de Darth Vader
El cruce: “Noche en el Museo” + “Los Cazafantasmas” + “Gremlins 2”
Calificación: 5 (sobre 10)

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