De vez en cuando, sin preverlo e incluso sin pretenderlo, la vida te regala una tarde de extrema felicidad.
Pero retrocedamos primero 34 años atrás. Es 1991 y, con un retraso que hoy me avergüenza, empiezo a interesarme por un musical que está terriblemente de
moda dentro de la trama de una novela que me enamora, de lo cual me avergüenzo (un poco)
también. Me estoy me refiriendo a la
tremendamente cruel pero, por otra parte, divertidísima “American Psycho” de Bret
Easton Ellis, en la que el protagonista Patrick Bateman, entre asesinato y
asesinato, no para de hablar de un espectáculo recién estrenado en Broadway
(eso sucedió en 1987) que ha encandilado a la clase media neoyorkina, titulado
“Les Miserables”. Resultó que yo ya conocía uno de los números
estrella de esa obra, “I Dreamed A Dream”,
debido a que Neil Diamond lo había interpretado en su concierto “Hot August Night II”, celebrado en Agosto de 1986 y que es uno de los primeros recuerdos sonoros que asocio al inicio de mi
periplo lorquino que ya dura casi 40 años.
“Les Miserables” (o,
escuetamente, “Les Mis” para sus
innumerables fans), se basa, como es obvio, en la monumental novela-rio de Victor Hugo, que data de 1862 y de la que
ya se habían realizado multitud de versiones para teatro, cine y televisión
hasta que, en 1980, los jóvenes Alain
Boublil (libretista, 39 años) y Claude-Michel
Schönberg (compositor, 36) editan un disco conceptual que contiene la
versión musical que han creado a partir del texto de Hugo, y que se representa
en Paris de Septiembre a Diciembre de ese año.
Tal vez nuestra historia pudo haber finalizado ahí, pero quiso el
Destino que un productor británico, Cameron
Mackintosh (34 años entonces) tuviese acceso al álbum conceptual y,
enamorado de la historia y sobre todo de la música, se pusiera en contacto con
los autores para no sólo adaptarlo al idioma de Shakespeare sino para magnificarlo
y, digámoslo ya, inmortalizarlo. Con
ayuda del célebre periodista y escritor Herbert
Kretzmer (quien fue mucho más que un simple traductor, ya que reestructuró
el libreto de arriba abajo y lo amplió considerablemente), “Les
Miserables” se estrenó en el West End londinense en Octubre de 1985 y cruzó
el charco, como dijimos hace unas líneas, en Marzo de 1987, siendo en ambas
versiones protagonizado por Colm
Wilkinson (n. 1944) en el papel de Jean Valjean, el hombre condenado en
1815 a 5 años de presidio por haber robado un mendrugo de pan, y a otros 14 años más por
diversos intentos de fuga y que, al quebrantar su libertad condicional, es perseguido
eternamente por el fanático inspector de policía Javert, que se convertirá en su
némesis incansable. Otros personajes
importantes son los de Fantine, una operaria de la fábrica de azabache que
dirige Valjean con nombre falso (Monsieur Madeleine), y que es despedida al
hacerse público que es madre soltera de una niña, Cosette, la cual vive bajo la
custodia de un despreciable mesonero, Thenardier, quien tiene esclavizada a la pequeña;
Marius Pontmercy, un estudiante de buena familia que se enamora de Cosette
cuando ésta, ya adulta y viviendo como hija adoptiva de Valjean, reside en
Paris; Enjolras, líder de los jóvenes idealistas amigos de Marius que pretenden
llevar a cabo una revolución para acabar con la injusticia, la desigualdad y la
miseria; o Eponine, hija de Thenardier perdidamente enamorada de Marius a
sabiendas de que éste sólo piensa en Cosette.
La primera vez que vi completo el
musical de “Les Miserables” fue allá
por 2004, cuando me hice con una versión en DVD del llamado ”Dreamcast Concert”, que tuvo lugar en
1995 para conmemorar el décimo aniversario del estreno teatral de Londres, con Colm Wilkinson (¿quién si no?) como
Valjean, Philip Quast como Javert, Ruthie Hensall como Fantine, Michael Ball como Marius, la filipina Lea Salonga como Eponine (la primera
asiática en incorporarlo en Broadway), Judy
Kuhn como Cosette, Alun Armstrong
como Thenardier y Jenny Galloway
como Madame Thenardier. Esta producción,
que no se grabó durante una representación convencional sino durante un
concierto, tiene a los intérpretes, ataviados con los ropajes característicos
de sus personajes, alineados frente al público y con los coros y la orquesta
detrás. Eso y los diversos videos
sueltos de grabaciones filmadas que pululaban por las redes de aquella época
fue todo lo que puede encontrar hasta que, en 2010 y con motivo del 25
aniversario londinense, se grabó un segundo concierto, esta vez con Alfie Boe como Valjean, Norm Lewis como Javert (el primer
Javert de color que yo había visto), el famoso Nick Jonas de los Jonas Brothers
como Marius, Lea Salonga haciendo
esta vez de Fantine, Samantha Barks
como Eponine, Matt Lucas como
Thenardier y la incombustible Jenny Galloway
repitiendo como Madame Thenardier. Aquel
año no sólo adquirí el Blu-ray de ese evento, sino que viajé a Madrid para
presenciar la segunda producción española de “Les Miserables” (la primera había tenido lugar en 1992), que
pusieron en escena Gerónimo Rauch
como Valjean, Ignasi Vidal como
Javert, el eurovisivo Daniel Diges
como Enjolras, Virginia Carmona como
Fantine, Enrique del Portal como
Thenardier (ya había sido Enjolras en el ’92), Guido Balzaretti como Marius o Talía
del Val como Cosette. Parte de ese
mismo elenco realizó una gira por diversas ciudades españolas, la cual me
permitió volver a verlos a su paso por Murcia en 2014, con Daniel Diges ascendido a Valjean.
Y bueno, entre medias, el Día de Navidad de 2012 yo estaba junto a mi
familia, haciendo cola ante la taquilla del cine ACEC Almenara de Lorca, para
ser el primero en ver la película dirigida por Tom Hooper que protagonizaron Hugh
Jackman (Valjean), Russell Crowe
(Javert), Anne Hathaway (Fantine), Eddie Redmayne (Marius), Amanda Seyfried (Cosette), Sacha Baron Cohen (Thenardier), Helena Bonham Carter (Madame
Thenardier) y Samantha Barks
retomando su rol de Eponine, que, recordémoslo, ya había desempeñado en el
concierto del 25 aniversario.
Decía al principio que, a veces,
sin esperarlo, la vida te regala sorpresas maravillosas, y es que esta misma
tarde he tenido acceso a un nuevo concierto cuya existencia un servidor
desconocía y que se grabó en 2019, también en Londres. La intrahistoria del mismo dice que,
hallándose “Les Miserables”
representándose en el Queen’s Theatre (actualmente Sondheim Theatre), éste hubo
de ser cerrado por reformas durante cuatro meses, de modo que la producción se
trasladó entre Agosto y Diciembre de aquel año al adyacente Teatro Gielgud, que
fue donde se grabó el citado “Staged Concert” o “Concierto escenificado” el 2
de Diciembre de 2019, con la particularidad de que se retransmitió en directo a
cines de Inglaterra e Irlanda y, posteriormente, se exhibió en salas de Estados
Unidos ese mismo mes. Los artistas que
lo protagonizaron fueron, de nuevo, Alfie
Boe como Valjean, Michael Ball
(el Marius original de 1985) en esta ocasión encarnando a Javert, la joven (27
años tenía entonces) Carrie Hope
Fletcher como Fantine, Rob Houchen
como Marius, Bradley Jaden como
Enjolras y Shan Ako como Eponine,
esta última una elección tan acertada en lo vocal como improbable en lo racial,
al ser ella negra y sus “padres” (Matt
Lucas repitiendo como Thenardier y Katy
Secombe como Madame Thenardier) ambos de raza blanca. El sevillano Alfonso Casado Trigo fue el director de la orquesta (ya lo había
sido en la versión española de 2010 y en la gira de 2014), Paule Constable y Warren Letton oficiaron
como diseñadores de la extraordinaria iluminación (alucinante la manera en la
que la luz otorga otra dimensión a tan particular universo, que igual deslumbra
en los escenas de combate en la barricada que se hace lúgubre y solemne cuando
los personajes emergen de entre la negra oscuridad o se sumergen en ella) y
Nick Morris fue acreditado como
realizador de la edición filmada. Mi
primera impresión al ver a Michael Ball interpretando al villano Javert ha sido
de incredulidad (llevo toda la vida viéndole como Marius), pero, como el propio
actor comenta al acabar el espectáculo, “Les
Mis” es como una familia cuyos miembros van evolucionando y la edad les
obliga a asumir personajes diferentes; de hecho, pocos instantes después de
explicar esto último, él mismo le cede el papel de Javert a Bradley Jaden, que
acababa de personificar a Enjolras, tras lo cual ambos entonan a dúo “Stars”, la canción característica del
inspector. Alfie Boe me ha vuelto a
parecer un gran Valjean, aunque alguien debería decirle que, con la voz que
tiene, debería cantar siempre y no “recitar” tanto, y Rob Houchen, aun siendo
un buen Marius, para mí grita demasiado en “Empty
Charis At Empty Tables”. Bien todas las chicas (Fantine, Eponine y Cosette,
con un plus de emotividad que le otorgo a la primera), y fabulosísimos los dos
Thenardier, perpetuos robaescenas y expertos en cómo ganarse al público en todo
momento, dure lo que dure su intervención, algo que ya me obnubiló con el
magnífico Enrique del Portal incorporando al mesonero cuando le vi en 2010. Al final del concierto, cuatro Valjeans de
diversas producciones (John Owen Jones,
Jon Robyns, Dean Chisnall y Killian
Donnelly) se unen a Alfie Boe para entonar otro de los bises, un precioso “Bring Him Home”, que, con todo, no logra
hacerles sombra a los que en el pasado les he oído cantar a Colm Wilkinson o
Gerónimo Rauch. Confieso que yo ya había
llorado en varios momentos de la actuación (durante las muertes de Fantine y
Eponine y en la repetición final de “One
Day More”, que en alguna parte tengo dicho que es la música que quiero escuchar
mientras me esté muriendo), pero las lágrimas me volvieron a dominar cuando
aparecieron en escena el compositor Claude-Michel Schönberg y el super
productor Cameron Mackintosh (el hombre detrás no sólo del fenómeno que es “Les Miserables”, sino también de otras joyas
audiovisuales como “El Fantasma de la Opera”
y “Cats”) y, acto seguido, la cámara
buscó entre los asistentes a un visiblemente desmejorado Herbert Kretzmer, que
fallecería apenas diez meses después, a los 95 años de edad.
A veces la vida se muestra
generosa y nos otorga regalos inesperados, y, para mí, pocos regalos pueden ser
más agradecidos que presenciar una representación de mi musical favorito; por todo
ello, ya estoy gestionando el viaje a Madrid para asistir a la nueva producción
de “Les Miserables”, que, con motivo
del 40 aniversario, podrá verse en el Teatro Apolo desde el 29 de Noviembre de
este año hasta el 8 de Marzo de 2026.
Pero, como reza la citada “One Day
More”, eso será “el día de mañana,
cuando descubramos lo que Dios nos tiene reservado en el Cielo”…
Nota del autor: Todas las imágenes que acompañan este artículo pertenecen a la promoción del citado "Staged Concert" que tuvo lugar en Londres en Diciembre de 2019.





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