La primera familia superheroica
A “Los 4 Fantásticos” comiqueros que Marvel viene publicando desde
1961 se les conoce, no en vano, como La Primera Familia. Esa expresión tiene un doble significado, a
saber: por una parte, la “Primera Familia”, en los Estados Unidos, se refiere a
la del Presidente de la nación y, por tanto, es, en teoría, la más importante
del país, pero, asimismo, en este caso, también se alude a que los
superheroicos protagonistas forman entre sí una unidad familiar (marido,
esposa, cuñado y mejor amigo) que, en cualquier caso, fue el primer clan de
estas características en tener una colección propia. El concepto de “familia” tiene mucha
relevancia en esta nueva adaptación que ha dirigido Matt Shakman, californiano de 50 años que había cautivado a propios
y extraños con su inspirada serie sobre la Bruja Escarlata y la Visión. Porque Reed Richards/Mr Fantástico, Susan
Storm/La Mujer Invisible, Johnny Storm/La Antorcha Humana y Ben Grimm/La Cosa
viven juntos como una familia, se transformaron en seres superpoderosos
realizando un viaje espacial en familia y, desde entonces, han asumido la tarea
de defender a la Tierra actuando como una familia. Y esa familia está a punto de ampliarse. Reed y Susan esperan la llegada de su primer
hijo, y ese hijo es también lo que anhela el devorador de mundos Galactus, una
criatura gigantesca y aparentemente invencible que ha convertido a nuestro planeta
en su próximo manjar. La trama argumental
está sacada de algunos de los mejores comics creados por Stan Lee, Jack Kirby, Jim Starlin o John Byrne, si bien lo que más llama la atención es la apuesta
formal de Shakman, que ha optado por ubicar los acontecimientos en un tiempo a
caballo entre los años sesenta y un futuro indeterminado, adoptando una
estética que ha sido denominada “retrofuturista”. La puesta en escena es absolutamente
fascinante, y sorprende ese cuidado exquisito en el vestuario, el diseño de
producción y el tratamiento del color.
Algo insólito en una factoría que se había vuelto tan adocenada y predecible
como la marvelita. El reparto lo
encabeza el ubicuo Pedro Pascal,
acompañado de una fascinante Vanessa Kirby
(a la que se le otorgan las mejores secuencias y los mejores diálogos) y
secundado por Joseph Quinn y Ebon Moss-Bachrach (ellos cuatro son,
efectivamente, los 4 Fantásticos), a quienes complementan Ralph Ineson como Galactus y Julia
Garner como Silver Surfer (Estela Plateada para los lectores españoles),
heraldo del anterior y que en esta ocasión tiene forma femenina, a pesar de que
en sesenta y cuatro años de historietas la mayor parte de las veces había sido
un hombre; yo interpreto que esta “feminización” del personaje no obedece sólo
a razones pro-feministas, sino a facilitar ese conato de romance con la
Antorcha Humana, que, no en vano, en este film ya no es tan mujeriego como en
los tebeos. Más adulta y madura que la
infantil versión de 2005 y menos oscura y aburrida que la de 2015, “Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos” me ha complacido bastante y me
parece lo mejor de Marvel desde la muy taquillera “Vengadores: Endgame”, pero su rendimiento comercial no está
resultando tan boyante como se esperaba.
Puede que se deba a que, aun a pesar de sus muchas virtudes, su ritmo no
es uniforme (empieza rozando la excelencia, pero antes de la primera hora se
hace algo pesada y al final no deja de ser un film de superhéroes del montón) o
puede que se trate de una muestra más de que el género superheroico, por pura
saturación de la audiencia, está cayendo paulatinamente en desgracia. Con todo, sólo por ese arranque inspiradísimo,
por las terroríficas apariciones de Galactus y, sobre todo, por la química que
rezuman los integrantes del cuarteto fantástico, me atrevo a recomendar esta
película a cualquiera que haya sido un niño enamorado de la fantasía y un
adulto con una visión romántica de la familia.
Luis Campoy
Lo mejor: la estética, la música, Vanessa Kirby
Lo peor: no consigue mantener la magia de sus primeros minutos y
tiene momentos aburridos
Calificación: 7,5 (sobre 10)
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