Cine actualidad/ "MICKEY 17"


Prescindible

Confieso que, inmerecidamente, le tengo un poco (o un mucho) de manía a la oscarizada cinta coreana “Parásitos”.  O sea, yo la ví, me gustó (tal vez no tanto como para haber sido agraciada con cuatro Oscars) pero poco a poco le fui tomando ojeriza a causa de una especie de campaña de exaltación desmedida que, a fuerza de insistir e insistir en sus maravillosas bondades, me acabó casi poniendo en su contra.  El director de “Parásitos”, el coreano (surcoreano) Bong Joon-ho, ha tardado seis años en estrenar su nueva película, “Mickey 17” y lo ha hecho contando con la producción y distribución de una major como Warner Bros., que ahora mismo ya está arrepentida de haber invertido casi 200 millones de dólares en una cinta que sólo ha recaudado, por ahora, poco más de 50.

 

Mickey 17” cuenta una historia ligeramente futurista (transcurre en el año 2054) y su protagonista es un joven, Mickey Barnes, que vende su alma a un diablo empresarial, una compañía cuyo propietario es una obvia mezcla de Donald Trump y su amigo Elon Musk que le envía a colonizar un planeta helado llamado Niflheim, con la peculiaridad de que está condenado a ser un “prescindible”, es decir, un tipo que va a morir y ser clonado una y otra vez indefinidamente, supuestamente a beneficio de la Humanidad.  Los primeros clones de Mickey aceptan su triste destino como una cláusula más de su contrato, pero la versión número diecisiete no está dispuesta a cederle su puesto tan fácilmente a la versión número dieciocho…

 

Robet Pattinson interpreta a Mickey, primero como un humano y enseguida como sus sucesivos clones, cada uno de ellos con un matiz diferenciador.  Desde luego, el vampiro de “Crepúsculo” (y murciélago de “The Batman”) cuaja un gran trabajo.  El problema, desde mi punto de vista, es que la película no sabe encontrar su tono, su propia voz, y se debate de principio a fin entre la comedia, el drama y la fábula postapocalíptica con toques de denuncia social.  A excepción de la primera media hora, ciertamente entretenida y sensacional en la que parece que estamos asistiendo a una versión futurista de “Atrapado en el tiempo”, el resto del film se me hizo bastante pesado, especialmente durante las empalagosas apariciones de Mark Ruffalo, que está pasadísimo de rosca dando vida a Kenneth Marshall, un megalómano que, como digo, parodia evidentemente a Trump y a Musk, con la australiana Toni Collette personificando a su esposa, igual de pirada e impresentable.

 

Incuestionable en su puesta en escena (¡faltaría más!) “Mickey 17” se basa en la novela homónima de Edward Ashton y supone la enésima representación cinematográfica de un futuro desolador y pesimista en el que los valores como la honestidad, la amistad y el amor (sólo el sexo por el sexo tiene alguna representación) no significan prácticamente nada.  Vamos, como para tener esperanza e ilusión ante lo que se nos viene encima…  Por cierto, una vez más la estupenda Naomi Ackie se adueña de la pantalla en cada secuencia en la que aparece, y es que esta chica sí tiene por delante un futuro prometedor…

Luis Campoy

Calificación: 5,5 (sobre 10)


 

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