Cine actualidad/ "BETTER MAN"
Un cantante monísimo
Hoy en día, casi
todo el mundo conoce a Robbie Williams
(bueno, algunos como Mariano Rajoy o Sergio Ramos siguen convencidos de que fue
el protagonista de “El club de los poetas
muertos”), pero el propio cantante siempre se ha visto a sí mismo como “un
mono que hace monerías”. Esto fue lo que
Williams le contó a Michael Gracey,
el realizador australiano de “El gran
showman”, quien quedó complacido de poder contar la biografía del músico
con éste convertido en… chimpancé. De
este modo, se empleó a un actor de mímica, Jonno
Davies, para realizar todos los movimientos del personaje, que luego fueron
trasladados al ordenador y finalmente complementados con la voz y los gestos
faciales del propio Williams. Es decir,
aunque Michael Gracey figura como realizador, Robbie Williams, en calidad de
productor ejecutivo, se ha asegurado el control creativo del film, que narra
los sucesos más agradables y también más desagradables de su historia, pero
pasados por el filtro subjetivo de la propia estrella. De este modo, conocemos su infancia como niño
(o mono) desarraigado, el divorcio de sus padres, el apoyo incondicional de su
abuela, la necesidad de Williams de ser aceptado por su padre, cantante
aficionado que admiraba a Frank Sinatra, Dean Martin y Sammy Davis Jr., la
incorporación de Williams a la boy band
Take That, la traumática salida de ésta y el inicio de su carrera en solitario,
así como el ascenso a la fama y la paralela caída a los infiernos de la droga y
el alcohol, de los que felizmente supo resurgir más fuerte y más maduro...
La mayoría de los biopics o películas biográficas que se
han realizado últimamente tienen la particularidad de que han contado con el
beneplácito de las propias personas biografiadas o de sus allegados
supervivientes. Ha sido el caso de “Bohemian Rhapsody” (sobre Queen y
Freddie Mercury), de “Rocket Man”
(sobre Elton John) o de “One Love”
(acerca de Bob Marley). En todos esos
casos, se ha ofrecido una visión más bien edulcorada o al menos no tan negativa
como podría haber sido si los afectados no hubieran ejercido el pertinente
control sobre el producto final. “Better Man” se encuadra dentro de esta
corriente, de modo que Robbie Williams, sin pasar por alto los muchos puntos
oscuros de su biografía, acaba saliendo bien parado, y, además, con la
particularidad de que, como ya sucedía en “Bohemian
Rhapsody”, se permite el lujo de contar los hechos no como fueron sino como
a él le viene bien narrarlos, con el objetivo de lanzar al público el típico
mensaje edificante de “Niños, las drogas
son muy malas y la fama hay que saber llevarla con mesura, y de todo lo malo
puede salirse gracias a la familia y los seres queridos”.
Por lo demás, me
pareció una película bastante bien conseguida, que retrata certeramente la
sociedad inglesa y en concreto el mundillo musical desde los años noventa hasta
casi la actualidad, con buenas coreografías (la de “Rock DJ” es espectacular) y apariciones estelares no sólo de Take
That sino también de All Saints, Liam Gallagher de Oasis o incluso Tom Jones,
con una buena banda sonora, un buen ritmo y, sobre todo, un mensaje positivo
lleno de redención y esperanza. Y bueno,
lo de que el protagonista sea un mono, no digo que lo eche todo por tierra, ni
mucho menos, pero sí que resulta menos acertado en la pantalla que en la mente
de Robbie Williams.
Luis Campoy
Calificación: 7 (sobre 10)
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