Cine actualidad/ "LA INFILTRADA"
Sola ante el peligro
Entre 1958 y 2011, la banda
terrorista ETA (Euskadi Ta Askatasuna)
cometió más de 850 asesinatos, siendo sus objetivos prioritarios guardias
civiles, policías, militares y políticos, todos ellos representantes del
“estado opresor español” de cuyo “yugo” pretendían liberar al País Vasco. En 1992, una joven policía recién salida de
la academia, Elena Tejada, acepta una misión que cambiará su vida para siempre:
trasladarse de Logroño, su ciudad de residencia, a San Sebastián, hacerse pasar
por simpatizante del movimiento abertzale
y esperar pacientemente hasta que algún integrante de ETA se ponga en contacto
con ella. A partir de ese momento, su
vida anterior, su familia y su propia personalidad serán borradas y su
existencia quedará consagrada a infiltrarse entre los terroristas para recabar
toda la información posible, impedir la realización de atentados y contribuir a
la desarticulación del llamado comando Donosti…
La historia real de Elena Tejada, rebautizada en el film como ‘Arantxa
Berradre’, es la base de “La infiltrada”,
la quinta película de la realizadora bilbaína de 56 años Arantxa Echevarría, conocida sobre todo por “Carmen y Lola” y “Chinas”. Como cualquier vasco de su generación,
Echevarría tuvo que criarse entre desoladoras noticias de atentados con coche
bomba y cobardes tiros en la nuca, pero sólo ahora se ha sentido capaz de
llevar esa problemática al cine. Para
escribir el guión ha contado con la colaboración del auténtico policía que
servía de enlace a la infiltrada, ya jubilado y a quien interpreta Luis Tosar. El papel de Elena/Arantxa lo asume con mucha
convicción Carolina Yuste, que
precisamente había ganado el Goya por “Carmen
y Lola”, en tanto que a los dos terroristas con los que la infiltrada debe
compartir piso los incorporan Iñigo
Gastesi y Diego Anido. A pesar de una cierta polémica por no haber
sido aceptada en el último Festival de San Sebastián (a determinados partidos
políticos de hoy les sigue molestando que se les recuerden ciertos sucesos del
pasado), “La infiltrada” llegó a los
cines durante el fin de semana de la Hispanidad, y lo hizo con muy buen pie,
comercialmente hablando. Tal vez a
algunos nos llama un poco la atención lo “realista” y equidistante que pretende
ser, algo que ya se le echó en cara a la serie televisiva “Patria”, y es que en su retrato de ese País Vasco noventero no hay
blancos y negros sino diferentes tonos de gris: los etarras cometen asesinatos
y eso está muy mal, pero es que los policías y sobre todo los guardias civiles
también tienen actitudes poco edificantes y, al fin y al cabo, alguien tenía
que ejercer de “libertador”, ¿no…?.
Arantxa, aun a sabiendas de que no puede y no debe, se siente atraída
por el terrorista “bueno” y mínimamente idealista, y menos mal que su
compañero, el terrorista “malo” y sanguinario, la devuelve a la realidad,
porque lo peor que a un infiltrado le puede pasar es comenzar a tener dudas
sobre si realmente quiere estar en un bando o en el otro. Por lo demás, muy bien Carolina Yuste (espero
que, como mínimo, la nominen al Goya) y, en cuanto a Luis Tosar, tal vez
alguien debería decirle que, por su bien, le convendría aceptar otro tipo de
papeles en los que pudiera cambiar de registro, que esa expresión eternamente
seria ya nos la conocemos de memoria…
Luis Campoy
Calificación: 8
(sobre 10)
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