Cine actualidad/ "EMILIA PEREZ"
NarcoTRANSformaciones
Debo confesar que me quedé poco menos que transpuesto cuando vi la polémica cinta franco-mexicana “Emilia
Pérez”, que le ha valido varios galardones a una actriz trans española, Karla Sofía Gascón…
Un violento y
despiadado narcotraficante mexicano, Manitas del Monte, descubre un día que en
el fondo de su alma anida una mujer, por lo que primero comienza a tomar
hormonas y, a continuación, contrata a una abogada para que le tramite el
proceso quirúrgico y burocrático que le llevará a transicionar a todos los
niveles. Desde ese momento, Manitas
finge su propia muerte y “renace” convertido, o sea, convertida en Emilia
Pérez, una bondadosa y abnegada activista que trata por todos los medios de
localizar a los desaparecidos por culpa del narcotráfico y de ayudar a sus
familiares…
La historia de “Emilia Pérez” no se le ha ocurrido a
ningún guionista de narco culebrones, sino al realizador francés de 72 años Jacques Audiard, hijo del prestigioso
guionista Michel Audiard y que tiene en su no muy larga filmografía películas
tan interesantes como “Un profeta”, “De óxido y hueso” o el western “Los hermanos Sisters”. Se
trata, por tanto, de un cineasta “de casta” y lo suficientemente interesante
como para levantar un proyecto en apariencia lejano a su idiosincrasia (México
y su narcotráfico). Lo cierto es que
este argumento, aunque ya de por sí hubiera podido rozar los límites de lo
inverosímil, opta voluntariamente por traspasarlos de lleno y a conciencia,
eligiendo transformarse en un musical y contando como protagonistas con cuatro
artistas de ascendencia más o menos latina pero que ninguno es ni parece
mexicano.
La norteamericana de
orígenes dominicanos y puertorriqueños Zoe
Saldaña (conocida por “Guardianes de
la galaxia”, “Avatar” y “Star Trek”) interpreta a la abogada
Rita; la actriz española (madrileña por más señas) auténticamente trans Karla Sofía Gascón (anteriormente Carlos Gascón) asume el doble
papel del violento Manitas y la adorable Emilia; la estadounidense de padre
mexicano Selena Gómez, que habla
español con tanta fluidez como yo chino mandarín, incorpora a Jessi, la esposa
de Manitas; y el venezolano Edgar
Ramirez personifica a Gustavo, el amante de esta última. Un galimatías de acentos e idiosincrasias que
ha sido muy mal acogido en México (las críticas a Selena Gómez han sido
demoledoras) y que se complementa con las canciones escritas por la cantante
francesa Camille y su marido el
compositor Clément Ducol.
Por razones familiares, tengo bastante presente el fenómeno de la transexualidad, y a “Emilia Pérez” hay que agradecerle que lo haga un poco más visible, pero también hay que reprocharle que lo trivialice o incluso lo idealice. Pretender que, por el simple hecho de transformar su cuerpo, un hombre malo pase a convertirse en una mujer buena es una manipulación tan burda como irreal. Está claro que “Emilia Pérez” no es un plato apto para todos los paladares, con esa mezcla de narcotráfico, violencia, transexuales, melodrama de telenovela, canciones poco o nada comerciales y coreografías inesperadas. Sin embargo, me gustó. La puesta en escena, la fotografía, los audaces momentos musicales y, sobre todo, las interpretaciones de Zoe Saldaña y Karla Sofia Gascón me cautivaron. Acerca de esta última, he de decir que, a pesar de que en algunas entrevistas me había parecido una persona algo ordinaria y chabacana, como actriz me ha resultado enternecedora y maravillosa, y aplaudiré cuantos premios le sean otorgados. Ya tiene el de Cannes y el de la Cinematografía Europea, y el Oscar está a la vuelta de la esquina…
Luis Campoy
Calificación: 7,5 (sobre 10)
Comentarios