Cine actualidad/ "JURADO NUM. 2"
Clint Eastwood ha sido y es uno de los grandes del
Cine. Como actor y, sobre todo, como
realizador. Puede que como intérprete no
haya sido un prodigio de expresividad (más bien lo contrario) y que sus
personajes se hayan ido pareciendo el uno al otro como dos gotas de agua, pero
como director ha sido capaz de emprender y desarrollar una carrera llena de
títulos muy estimables, varios de ellos de gran calidad y que han gozado de un
enorme reconocimiento crítico y popular.
Actualmente tiene 94 años, pero cuando hace tres, con 91 abriles,
estrenó su película “Cry Macho”, un
desafortunado western crepuscular con
pinta de telefilm cutre indigno de su talento, muchos pensamos que un maestro
como Eastwood se merecía una mejor despedida.
“Jurado Num. 2” supone su
reconciliación con el mejor cine y, si realmente fuese su último film, se
trataría de un “adiós” pleno de calidad y, también, de dignidad.
El miembro número dos del jurado popular que debe decidir la
culpabilidad o inocencia de un hombre acusado de asesinato se encuentra de
repente en mitad de un dilema moral. ¿Qué
hacer cuando se da cuenta de que él mismo estuvo directamente implicado en el
crimen que ahora tiene que juzgar…? El
guión de “Jurado Num. 2” es el
primero que escribe Jonathan Abrams,
anteriormente dedicado a tareas de producción en, por ejemplo, “Plan de escape”. Eastwood tuvo acceso al libreto y decidió
producirlo a través de su legendaria compañía Malpaso, con Warner Bros.
como distribuidora a nivel mundial.
Supongo que, una vez más, vio reflejada en la historia su propia
idiosincrasia, al tratarse de un hombre que decide enfrentarse él solo al
sistema, sin caballos y revólveres como en sus viejos westerns pero nuevamente con la integridad y el honor por bandera.
Los protagonistas de “Jurado
Num. 2” son Nicholas Hoult (el
futuro Lex Luthor de la próxima película de Superman) como el dubitativo protagonista, Zoey Deutch como su embarazadísima esposa, Toni Collette como la fiscal, J.
K. Simmons como otro miembro del jurado que antaño había sido policía y, en
un breve papel, Francesca Eastwood,
hija del director, como la joven cuyo asesinato desencadena el juicio. A nivel cinematográfico, nos encontramos
frente a una obra narrada de un modo clásico y pausado, confiriendo a cada
escena su tiempo y su ritmo precisos, en el que los elementos estéticos y
decorativos (incluyendo la fotografía y la música) se limitan a ser funcionales
para no opacar la sosegada corrección del conjunto. “Jurado
Num. 2” es, de nuevo, una buena película, tal vez no equiparable a los
mejores trabajos de Clint Eastwood, pero está en la línea de otras grandes
películas de juicios como “Doce hombres
sin piedad” o “Veredicto final”
y, si ha de ser de facto la última de
su nonagenario realizador, constituye un muy loable epitafio.
Calificación: 8 (sobre 10)
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