Comics/ "THE AMAZING SPIDERMAN 39"
Cada vez que me preguntan cuál me
parece el mejor comic de la Historia, mi mente viaja indiscriminadamente a la
década de los sesenta y a la editorial de mis tebeos favoritos, Marvel. El episodio que siempre destaco es el número
39 de “The Amazing Spider-Man”,
publicado originalmente el 10 de Mayo de 1966 (aunque la fecha de portada
rezaba que correspondía al mes de Agosto), escrito por Stan Lee, dibujado por John
Romita Sr. y entintado por Mike
Esposito. En él, el archivillano de
la colección y máxima némesis del Hombre Araña, el Duende Verde, no sólo
descubría la identidad de nuestro héroe, sino que lograba capturarle y, reteniéndolo
inmóvil en su guarida, le revelaba el secreto de su propia personalidad: era
nada menos que Norman Osborn, el padre de uno de los compañeros de universidad
de Peter Parker, Harry Osborn. Por
muchos motivos, ASM 39 estaba destinado a ser un tebeo muy especial, el primero
de ellos porque suponía un cambio de imagen para la franquicia, ya que el
dibujante habitual y creador de la apariencia del personaje, Steve Ditko, iba a ser por fin y
definitivamente reemplazado. Ditko se
caracterizaba por su dibujo espectacular de cuerpos simulando el movimiento y
adoptando posturas imposibles (lo cual beneficiaba sobremanera a un hombre-araña)
y por su facilidad para crear universos mágicos (demostrado en sus historietas
sobre el Doctor Extraño), pero su trazo no era el más indicado para mostrar
chicos y chicas con rostros lo bastante atractivos como los que los cánones de
belleza de la época requerían. Además,
Ditko, en su calidad de co-guionista (se ha hablado mucho del llamado “método
Marvel”, consistente en que el guionista estrella, en este caso el creador Stan
Lee, apenas daba unas indicaciones argumentales y debía ser el propio dibujante
quien tenía que desarrollar la historia), no estaba de acuerdo con los planes
que tenía “The Man” Lee a la hora de revelar la identidad del Duende Verde, que
había sido el villano recurrente durante aquellos primeros 38 números de la
colección. Lee quería que el criminal
vestido de verde que viajaba sobre un aerodeslizador fuese un señor mayor con
peso dramático en la trama, mientras que Ditko se aferraba a la idea de que
sería mucho más creíble que fuese alguien más joven, alguien que tenía asimismo
motivos para odiar a Peter Parker: Ned Leeds, joven periodista del Daily Bugle
y rival de Parker por el amor de Betty Brant (muchos años después, alguien
retomó aquella vieja idea y le otorgó a Leeds el papel de una nueva némesis
arácnida, el Duende… esta vez sin el adjetivo “Verde”). El caso es que, tras el ASM 38, Ditko (que
tenía 38 años) decidió finalmente tomarse un descanso –sin fecha de
reincorporación– y Lee, zorro viejo y bastante impaciente, logró convencer a
“Jazzy” John Romita (36 años) para que se hiciese cargo “momentáneamente” de la
serie. Romita era conocido por sus
trabajos para las historias cómicas y sobre todo románticas que publicaba la
editorial (desde los tiempos en que aún no se llamaba Marvel sino Timely), y
mucho más experto en dibujar chicas y chicos guapos y castamente sexys. Lo cierto es que aquel primer episodio
dibujado por el ya fallecido padre del también dibujante John Romita Jr. (67
años en la actualidad) supuso un evidente avance formal, al presentar no sólo
un dibujo más claro y embellecido sino también unas viñetas más grandes y
vistosas, irresistible reclamo para una historia decisiva en el devenir de la
épica arácnida. Norman Osborn, caracterizado
por Romita con ese pelo rizado con raya en medio que heredaría su vástago Harry,
marcados sus lazos estrechamente con Peter Parker y su familia y enriquecida su
personalidad por la mezcla de empresario ambicioso y criminal sin escrúpulos al
que una muy conveniente amnesia libera de responsabilidades (al menos hasta el
inolvidable Amazing Spiderman número 122
de 1973), acabará convirtiéndose en uno de los mejores villanos no sólo de
Spiderman y Marvel, sino de toda la historia del Noveno Arte.
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