Cine actualidad/ “HASTA EL FIN DEL MUNDO”
Aragorn en el Oeste
El alucinante y desmesurado éxito
de la trilogía de “El Señor de los
Anillos” (2001-2004) pilló desprevenidos a todos sus artífices, incluyendo
a su realizador Peter Jackson y a sus intérpretes, uno de los cuales fue el
neoyorkino de ascendencia danesa Viggo
Mortensen (n. 1958). Sin embargo,
Mortensen se negó a transitar el camino fácil y encasillarse en papeles
similares al del heroico Aragorn, por lo que aprovechó su status de estrella para poder permitirse el lujo de intervenir sólo
en las películas que realmente le motivaran (“Una historia de violencia”, “Alatriste”,
“Promesas del Este”, “La carretera”, “Captain Fantastic”…), además de iniciar en 2020 su carrera como director
con “Falling”. Pero el cine no es su única pasión, sino que
también es fotógrafo, pintor y poeta, habla cuatro idiomas y, desde el añ0 2009,
reside en España junto a su actual pareja, la actriz catalana Ariadna Gil.
Como ha quedado dicho, Viggo
Mortensen no es una persona conformista sino un artista inquieto que necesita
expresarse desde diversas disciplinas creativas, y, además, inculcando a sus
creaciones su propia e intransferible ideología (es ecologista, progresista,
partidario de la independencia de Cataluña y muy crítico con las políticas de
Isabel Díaz Ayuso). Para su segunda aventura
como realizador, Mortensen ha contado con el auspicio del legendario Jeremy Thomas (“Feliz Navidad, Mr. Lawrence”, “El
último emperador”, “Crash”…) y la
financiación de un conglomerado de países de lo más variopinto, para poner en
imágenes una historia también escrita por él, un western (género que no le es ajeno, ya que como actor ha
participado en “Océanos de fuego” o “Appaloosa”) de marcado carácter
feminista, en el que una vez más pone de manifiesto no sólo sus convicciones
ideológicas sino también sus propios recuerdos tanto de su madre como de los
orígenes daneses de su padre. La
protagonista es Vivienne Le Coudy (Vicky
Krieps), una mujer fuerte e independiente que se enamora de un inmigrante
danés (Mortensen) y se instala junto a él en una cabaña a las afueras de un
pequeño pueblo de Oregón, pero el empeño de él por participar en la Guerra
Civil a pesar de que dicha contienda en teoría le es ajena, la deja a ella sola
y a merced del violento hijo (Solly
McLeod) del cacique local (Garret
Dillahunt). La película está bien
realizada y mejor fotografiada, pero el excesivo metraje y la narración no
lineal, que alterna el presente y un montón de flashbacks no siempre bien visualizados, le van restando interés y
consistencia al conjunto, que acaba resultando por momentos aburrido. Eso sí, la interpretación de Vicky Krieps es
fabulosa y la parquedad de Mortensen contribuye a que sea ella quien más se
luzca, con los maravillosos paisajes naturales como telón de fondo y una
estética que recuerda poderosamente a “Hasta
que llegó su hora”, otro western
atípico en el que un personaje femenino canalizaba el curso de la acción.
Luis Campoy
Nota: Este artículo lo publiqué inicialmente en
el número de Junio de 2024 de la revista "La Placeta de Lorca"
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