Cine actualidad/ "EL CLAN DE HIERRO"
Luchando en familia
Durante la primera mitad de los años noventa, cuando los
nuevos canales privados rompieron el ancestral duopolio televisivo español, la
cadena Telecinco se hizo popular, además de por enseñar culos y tetas sin venir
a cuento, por la emisión de una serie de combates de lucha libre americana
(wrestling) englobados bajo el título genérico de “Pressing Catch”. Gracias al
Pressing Catch, el mundo conoció a luchadores tan pintorescos como Dwayne “La
Roca” Johnson, Dave Bautista alias “Batista”, John Cena, Hulk Hogan, El Ultimo
Guerrero, André el Gigante o El Enterrador.
Todos ellos combatían bajo el patrocinio de la WWF, siglas de la World
Wrestling Federation (Federación Mundial de Wrestling), cuyas animaladas dejaban en mantillas a las de
la WWF original, la World Wildlife Fund o Fundación para la Vida Salvaje del
Mundo. Bromas aparte, en el seno de la
WWF norteamericana y otras asociaciones similares como la AWA, la NWA y la WCCW
han ido surgiendo historias legendarias como la que nos cuenta la película “El clan de hierro”.
“El clan de hierro”
es una curiosa traducción del título original “The Iron Claw”, “La garra de
hierro”, que era el nombre de la llave con la que el legendario luchador
Fritz Von Erich inmovilizaba a sus adversarios sobre el ring. En realidad, Fritz Von Erich se llamaba Jack
Barton Adkisson, pero, para resultar más amedrentador, adoptó la identidad
artística de un cruel agente nazi.
Cuando se retiró, se marcó como meta el que todos sus hijos siguieran
sus pasos como luchadores profesionales.
De esta manera, sus seis retoños fueron conscientes desde muy pequeñitos
de que la lucha era el destino que les aguardaba. El primogénito, Jack, no pudo ejercer porque
falleció ahogado en un charco a los siete años de edad, pero los cinco
siguientes llegaron a forjar junto a su padre un auténtico clan… que les llevó
primero al éxito y, con la excepción del segundo, Kevin, también a la muerte
temprana. En “El clan de hierro”, un Zac
Efron que se ha puesto muy cachas interpreta a Kevin, el único
superviviente; Jeremy Allen White,
protagonista de la serie “El oso”,
encarna al cuarto hermano, Kerry;
mientras que Holt McCallany
interpreta al patriarca de la familia, Fritz Von Erich.
El director de “El clan
de hierro”, Sean Durkin, ha
construido una epopeya cien por cien estadounidense, de esas que reflejan al
mal llamado “sueño americano”, que tantas veces acaba convertido en pesadilla. Es cierto que, a base de tesón y empeño, pero
también de coacciones, acoso y malos tratos, Fritz Von Erich logró materializar
su ilusión de forjar una casta familiar de luchadores, pero sus hijos acabaron
siendo víctimas de esa obsesión enfermiza de su padre. Vamos, que eso de “yo os traigo al mundo pero
luego os lanzo libres a ese mundo para que sigáis vuestro propio camino” lo
dejamos, si eso, para otra mejor ocasión.
Todo ello narrado entre cuadriláteros, peleas la mayoría coreografiadas,
cuerpos musculosos y sudorosos, esteroides y algún que otro suicidio
liberador. En el fondo, no es tan mal
bagaje.
Calificación: 6,5 (sobre 10)
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