Regreso a Arrakis
Cuando por fin se estrenó en cines la primera entrega de “Dune” (por favor, pronúnciese
literalmente así, “DU-NE”, nada de “DÍUN” como se empeñan en decir algunos),
allá por 2001, sus productoras Warner
Bros. y Legendary Pictures no
las tenían todas consigo, pues aún estábamos saliendo de una terrible pandemia
que había dado al traste con muchísimas (demasiadas) salas de cine de todo el
mundo. Por fortuna, la cinta
exquisitamente dirigida por el canadiense Denis
Villeneuve se convirtió en un éxito incontestable, logrando ser merecedora
de la lógica continuación que demandaba, ya que tan sólo adaptaba la primera
mitad del libro fundacional de Frank
Herbert en el que se basaba.
“Dune, parte dos”
continúa la trama exactamente donde terminaba su predecesora, con Paul Atreides
y su madre Lady Jessica acogidos por los guerreros fremen y obligados a esconderse entre las dunas del desértico planeta Arrakis para sobrevivir a la conspiración
urdida por el Emperador Saddam IV y el Barón Harkonnen. Allí, Jessica se convertirá en Reverenda
Madre y Paul ascenderá, según vaticinaban las profecías, al rango de “mesías” o
“Lisan al Gaib”, liderando a las tropas autóctonas en el inicio de lo que
acabará convirtiéndose en una yihad
que le hará ostentar un poder inimaginable…
Sinceramente, no se me ocurren muchos “peros” o “pegas” que
ponerle a un espectáculo irreprochable como “Dune, Parte dos”. Hombre,
como ya escribí con motivo del estreno de la primera parte, hay tres cosas que,
a mi, no me terminan de enganchar y que aquí tienen todavía más protagonismo:
el desierto (un escenario que, desde siempre, me agobia e incluso me repele),
la interpretación entre palurda y campechana de Javier Bardem y la presencia misma de Zendaya, una actriz que me parece insulsa y carente de carisma y
que no entiendo cómo y por qué ha llegado a estar donde está. Por lo demás, el reparto sigue siendo de los
más espectaculares vistos en los últimos tiempos (Timothee Chalamet, Rebecca
Ferguson, Josh Brolin, Dave Bautista, Stellan Skarsgard, Charlotte
Rampling…), reforzado ahora aún más con las incorporaciones de Austin Butler, Christopher Walken, Florence
Pugh, Lea Seydoux o una un tanto
risible Anya Taylor Joy. La fotografía de Greg Frasier es simplemente mayestática, la música de Hans Zimmer sigue rayando a un altísimo
nivel y el diseño de producción, el vestuario y los efectos visuales no
defraudan. Me parece lógica y
gratificante la buena acogida que la película está teniendo por parte del
público de todo el mundo, y, de esta manera, muy pronto será posible el anuncio
de una nueva entrega de la franquicia, esa tercera parte que tiene previsto
adaptar el segundo libro de la saga, titulado certeramente “El mesías de Dune”.
Para los amantes de la ciencia ficción, para los que gustan
de una buena cinta de aventuras o simplemente para quienes piensan que acudir a
una sala de cine sólo se justifica si se dan determinadas condiciones de
calidad de imagen, sonido y espectacularidad, “Dune, parte dos” constituye una cita obligatoria y la certeza de que
ir al cine sí merece la pena.
Luis Campoy
Calificación: 8 (sobre 10)
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