Cine actualidad/ "OCHO APELLIDOS MARROQUIS"
Casi familia
“Casi familia”
contaba la odisea de tres españolitos de ideología conservadora (la chica, su
madre y el exnovio de la primera) que se ven obligados a viajar a Marruecos a
causa de una herencia y que sufrirán ese choque cultural que había
caracterizado a la extinta serie de “Ocho
apellidos…”, con la cual sólo tenía en común la figura de uno de sus
guionistas, Diego San José. Así, en
lugar de los actores originales Dani Rovira, Klara Lago y Karra Elejalde, ahora
nos tropezamos con Julián López, Michelle Jenner y Elena Irureta, y con Alvaro
Fernández-Armero como director.
Si hemos de establecer alguna comparación, tengo que decir
que la primera “Ocho apellidos vascos”
me sigue pareciendo una comedia divertidísima y sumamente hilarante que se
queda a años luz de sus continuaciones, pero esta “Ocho apellidos marroquís” (cómo me cuesta pronunciar “marroquís” y no “marroquíes”, que es la expresión correcta) me ha hecho pasar un
rato mucho mejor que la segunda entrega “catalana”. Como digo, me esperaba tan poco de ella que
le he encontrado algunas virtudes: un
par de chistes afortunados, un mensaje de tolerancia y, evidentemente, algunas
buenas interpretaciones, como las del “juancarlitros” Julián López y mi adorada
Elena Irureta, pedazo de actriz todoterreno que me tiene fascinado por sus
espectaculares cambios de registro. Por
el contrario, Michelle Jenner está de lo más sosa y resulta mucho más
cautivadora la hispano-marroquí María
Ramos, la auténtica revelación del film.
Enmarcada en un contexto socio-político muy marcado en el que
la industria generalista aprovecha cualquier ocasión para burlarse de lo
“español”, convirtiéndolo en sinónimo de “rancio”, “desfasado”, “cutre” y, por
supuesto, “facha”, “Ocho apellidos
marroquís” no pasará a la historia pero, si te permites entrar mínimamente
en su juego, te arrancará un par de carcajadas y cuatro o cinco sonrisas, que
es más de lo que yo me esperaba.
Luis Campoy
Calificación: 6,5 (sobre 10)
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