Cine actualidad/ “JOKER”
Ríe,
payaso
Las películas basadas en comics y,
más concretamente, las películas de superhéroes, llevan un montón de años
convertidas en fenómenos de masas, por sus cuantiosas recaudaciones y por los
intereses mediáticos (fandom, merchandising…) que levantan a su paso. Sin ir más lejos, “Vengadores: Endgame” de Marvel Studios acaba de convertirse en el
film más taquillero de la Historia, desbancando a “Titanic” y “Avatar”. Toda una hazaña… al menos desde un punto de vista
estrictamente comercial, ya que son varias las voces disidentes que desprecian
este tipo de producciones. Hace unos
días, el veterano e ilustre Martin Scorsese decía escuetamente que “las películas de superhéroes no son cine”,
y más de un conocido mío opina lo mismo.
Sin embargo, de vez en cuando surge un título, basado en una historieta,
capaz de transgredir esa barrera culterano/intelectual y hasta los cinéfilos
más recalcitrantes no pueden evitar aguzar el oído y finalmente claudicar ante
lo que los críticos más sesudos han bendecido.
Sucedió con “El Caballero Oscuro”
de Christopher Nolan, sucedió con “Logan”
de James Mangold y está sucediendo ahora con “Joker” de Todd Phillips.
Némesis por antonomasia de
Batman, el Joker (“Guasón” en
América latina) fue creado por Bob Kane,
Bill Finger y Jerry Robinson allá por 1940, con una apariencia física deudora del
Conrad Veidt (el Mayor Strasser de “Casablanca”)
de “El hombre que ríe” (1928): tez blanca, cabello verde y una diabólica
sonrisa roja de payaso. En las sucesivas
adaptaciones del Hombre Murciélago a la pequeña y gran pantalla, el Joker ha
tenido los rasgos (o la voz) de primeras figuras como César Romero, Jack
Nicholson, Mark Hamill, Heath Ledger o Jared Leto. A partir de este momento, todo buen
aficionado al cine ya sabe que el gran Joaquin
Phoenix se suma a esta ilustre lista…
quizás encabezándola.
“Joker” se centra en la figura de un don nadie llamado Arthur Fleck,
un comediante fracasado que malvive haciendo de payaso a domicilio en fiestas
de cumpleaños o visitas a hospitales.
Cansado de las crueles bromas que una sociedad intolerante con los
perdedores y asociales le inflige constantemente, un mal día decide dejar de
contener los brotes de violencia que su mente desquiciada ha venido tratando de
reprimir, y da rienda suelta a sus impulsos más salvajes y viscerales…
Un mes después de que el otro
gran villano vestido de payaso (el Pennywise de “It”) copase nuestras carteleras, nos visita un Joker que ya ha
otorgado a Joaquin Phoenix el máximo galardón interpretativo en el Festival de
Venecia, y a Todd (“Resacón en Las Vegas”) Phillips la vitola de director de
culto. La verdad es que hay que
descubrirse ante el inmenso trabajo de Phoenix, que, para empezar, tuvo que
adelgazar nada menos que 23 kilos para dar verosimilitud a su personaje. Phoenix no sólo acapara la mayoría de los
planos de la película, sino que, en más de un sentido, él ES la película. El espectador es testigo de cómo la crueldad
y la incomprensión de quienes le rodean acaban por sumir al pobre Arthur Fleck
en un desequilibrio disociativo de la realidad que, en última instancia, le
hará cruzar las fronteras a veces difusas de la Ley. Porque este Joker germinal no es el genio del
crimen que hemos visto en otras ocasiones, sino un enfermo que, a pesar de la
virulencia de sus acciones, pretende seguir gozando de nuestra
comprensión. Precisamente por esto (yo
mismo no pude evitar aplaudir en la ya famosa escena del metro), la película
está siendo muy criticada en Estados Unidos y otros países, acusada de fomentar
la violencia. La productora Warner Bros.
se ha defendido alegando que la violencia exhibida en “Joker” no es real sino simulada, y que en ningún caso se pretende
convertir al protagonista en ningún tipo de héroe.
Ambientada en 1981, ”Joker” no reniega de su adscripción al
universo de DC Comics, ya que personajes como Thomas Wayne (interpretado por Brett Cullen, el inolvidable Sam Cain
de “Los jóvenes jinetes”) adquieren
una singular relevancia, pero desde luego no es la adaptación al uso que el fan
más acérrimo de Batman podría anhelar.
En realidad, se trata de un excepcional estudio socio-psicológico de una
personalidad psicótica y de la sociedad tanto o más enferma que, de alguna
manera, lo ha creado. Personalmente, he
de reconocer que “Joker” me gustó
mucho… al tiempo que se me hacía un poco
larga. Naturalmente, la duración de las
escenas es una decisión consciente del realizador, con el propósito más que
evidente de que Joaquin Phoenix tenga sobradas ocasiones de lucimiento de cara
a la consecución de muchos más premios (¿alguien dijo “Oscar”?); el hecho de que, en cierto modo, el eterno Robert De Niro le dé el relevo a
Phoenix es toda una declaración de intenciones.
Aparte de eso, “Joker” es un
film muy dramático y epatante, con una fotografía sublime y una música
extraordinaria. ¿Qué diablos?, os gusten
o no los comics o las películas basadas en ellos, ésta tenéis que verla sí o
sí.
Luis Campoy
Lo mejor: Joaquin Phoenix,
la dirección de Todd Phillips
Lo peor: la duración
(deliberada) de algunas escenas; el
riesgo de empatizar demasiado con el protagonista
El cruce: “Batman” (Tim Burton) + “El caballero oscuro” + “El maquinista”
Calificación: 9 (sobre 10)
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