Comenzamos el
mes de abril con el equivalente al Día de los Inocentes en el mundo
anglosajón. Hoy, Lunes, día Uno del mes
Cuatro, se celebra el “April Fool’s Day”, o, lo que es lo mismo, el “Día de los
Tontos de Abril” o “Día de las Bromas”.
Para que veáis que nuestro amor por el Séptimo de los Artes no es
ninguna broma, aquí os dejo una dosis más de nuestras ¡PÍLDORAS DE CINE!
“DOLOR Y GLORIA”
La vigésimo
primera película de nuestro Pedro
Almodóvar está siendo, comercialmente, el mejor estreno español en lo que
va de año, y es el film del realizador mejor considerado por crítica y público en
estos últimos años. Como por todos es
sabido, el protagonista Salvador Mallo (encarnado por un pletórico Antonio Banderas) es un trasunto del
propio Almodóvar: un director de cine
que creció muy apegado a su madre, con una rigurosa formación religiosa y una
difícil relación con algunos de sus actores.
En “Dolor y gloria” se
encuentran los mismos ingredientes de cualquier otra producción almodovariana
(preeminencia del melodrama , quebrado por no pocas dosis de un humor
grotesco; cuidadísima fotografía y
diseño de producción y vestuario;
imaginativo uso del color), y en ella se pueden apreciar referencias a
films anteriores como “Volver” o “La mala educación”. Por fortuna, el equilibrio entre drama y
comedia está mucho más medida y las habituales concesiones al colectivo LGTB son
menos estridentes, razón por la cual está llegando a un mayor número de
espectadores. Penélope Cruz y Julieta
Serrano interpretan a la madre en distintas épocas (¿quién se iba a fijar
en que Cruz tiene los ojos castaños y Serrano, azules?) mientras que Asier Etxeandia y Leonardo Sbaraglia dan vida a dos personajes del ayer que regresan
a la actualidad del cineasta. ¡(Do)loor y
gloria para esta estupenda obra capaz de arrastrar a las salas a tantos
aficionados dispuestos a rendirse ante el poderío de la cinematografía patria!
Calificación: 8,5 (sobre 10)
“DUMBO”
De un tiempo a
esta parte, Disney está llevando a cabo una “revisualización” de sus viejas
películas animadas, ahora en imagen real.
“La cenicienta”, “El libro de la selva” y “La bella y la bestia” fueron algunas de las
anteriores propuestas de la compañía, y ahora le toca el turno a “Dumbo”, que ha adaptado el ya sesentón Tim Burton, quien precisamente inauguró
la tendencia con “Alicia en el País de
las Maravillas”. La historia original
de Helen Aberson y Harold Pearl sobre el simpático elefantito de enormes orejas
que le permiten volar vuelve a la pantalla con una duración que casi duplica a
la del clásico de dibujos de 1941, y con no pocas diferencias merced a un guión
lleno de tópicos redactado por el temible Ehren Kruger (da más miedo que
Freddy, oiga). Tim Burton está a años
luz de sus mejores trabajos, el tono es excesivamente infantil y los personajes
de Colin Farrell y Michael Keaton son a cada cual más
risible. Sin embargo, el ambiente
circense, el encanto de Danny De Vito,
la fraternidad entre la troupe de freaks, la extraordinaria partitura de Danny Elfman, los tiernos ojillos del
pequeño Dumbo y las fabulosas secuencias de vuelo consiguieron tocarme la
fibra y fui capaz de disfrutar como un crío a pesar de que mi cerebro no paraba
de sacar defectos. Sin duda, fui víctima
de la verdadera magia del cine, que unas veces te toca y otras pasa de largo
como un paquidermo volador asido a una leve pluma.
Calificación: 7,5 sobre
10)
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