PILDORAS DE CINE (Abril 2018)


Comenzamos el mes de abril con el equivalente al Día de los Inocentes en el mundo anglosajón.  Hoy, Lunes, día Uno del mes Cuatro, se celebra el “April Fool’s Day”, o, lo que es lo mismo, el “Día de los Tontos de Abril” o “Día de las Bromas”.  Para que veáis que nuestro amor por el Séptimo de los Artes no es ninguna broma, aquí os dejo una dosis más de nuestras ¡PÍLDORAS DE CINE!

DOLOR Y GLORIA
La vigésimo primera película de nuestro Pedro Almodóvar está siendo, comercialmente, el mejor estreno español en lo que va de año, y es el film del realizador mejor considerado por crítica y público en estos últimos años.  Como por todos es sabido, el protagonista Salvador Mallo (encarnado por un pletórico Antonio Banderas) es un trasunto del propio Almodóvar:  un director de cine que creció muy apegado a su madre, con una rigurosa formación religiosa y una difícil relación con algunos de sus actores.  En “Dolor y gloria” se encuentran los mismos ingredientes de cualquier otra producción almodovariana (preeminencia del melodrama , quebrado por no pocas dosis de un humor grotesco;  cuidadísima fotografía y diseño de producción y vestuario;  imaginativo uso del color), y en ella se pueden apreciar referencias a films anteriores como “Volver” o “La mala educación”.  Por fortuna, el equilibrio entre drama y comedia está mucho más medida y las habituales concesiones al colectivo LGTB son menos estridentes, razón por la cual está llegando a un mayor número de espectadores.  Penélope Cruz y Julieta Serrano interpretan a la madre en distintas épocas (¿quién se iba a fijar en que Cruz tiene los ojos castaños y Serrano, azules?) mientras que Asier Etxeandia y Leonardo Sbaraglia dan vida a dos personajes del ayer que regresan a la actualidad del cineasta.  ¡(Do)loor y gloria para esta estupenda obra capaz de arrastrar a las salas a tantos aficionados dispuestos a rendirse ante el poderío de la cinematografía patria!
Calificación:  8,5 (sobre 10)

DUMBO
De un tiempo a esta parte, Disney está llevando a cabo una “revisualización” de sus viejas películas animadas, ahora en imagen real.  La cenicienta”, “El libro de la selva” y “La bella y la bestia” fueron algunas de las anteriores propuestas de la compañía, y ahora le toca el turno a “Dumbo”, que ha adaptado el ya sesentón Tim Burton, quien precisamente inauguró la tendencia con “Alicia en el País de las Maravillas”.  La historia original de Helen Aberson y Harold Pearl sobre el simpático elefantito de enormes orejas que le permiten volar vuelve a la pantalla con una duración que casi duplica a la del clásico de dibujos de 1941, y con no pocas diferencias merced a un guión lleno de tópicos redactado por el temible Ehren Kruger (da más miedo que Freddy, oiga).  Tim Burton está a años luz de sus mejores trabajos, el tono es excesivamente infantil y los personajes de Colin Farrell y Michael Keaton son a cada cual más risible.  Sin embargo, el ambiente circense, el encanto de Danny De Vito, la fraternidad entre la troupe de freaks, la extraordinaria partitura de Danny Elfman, los tiernos ojillos del pequeño Dumbo y las fabulosas secuencias de vuelo consiguieron tocarme la fibra y fui capaz de disfrutar como un crío a pesar de que mi cerebro no paraba de sacar defectos.  Sin duda, fui víctima de la verdadera magia del cine, que unas veces te toca y otras pasa de largo como un paquidermo volador asido a una leve pluma.
Calificación:  7,5 sobre 10)

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