Cine actualidad/ “MALOS TIEMPOS EN EL ROYALE”


Hotel, dulce hotel

En la aclamada novela de Stephen King “Insólito esplendor” (“The Shining”, 1977), que luego daría pie a la película “El resplandor”, dirigida por Stanley Kubrick en 1980, el famoso escritor de Maine supo convertir al hotel en que se desarrolla la acción, el Overlook, en mucho más que un escenario sin entidad.  Por el contrario, King logró convencernos de que aquel siniestro edificio poseía vida propia, una especie de consciencia de sí mismo capaz de influir en los estados de ánimo y, por ende, en los comportamientos de quienes lo habitaban.  De este modo, el Overlook se convertía en uno más de los protagonistas del relato, y el realizador Drew Goddard (texano de 43 años) ha tomado buena nota de este detalle, de cara a su segunda aventura como director de largometrajes.

Estados Unidos, 1969.  El Royale es un lujoso hotel actualmente en decadencia, cuyo emplazamiento se halla en la margen divisoria de los estados de California y Nevada.  A pesar de que en sus tiempos gloriosos existía una cuantiosa plantilla de trabajadores atendiendo a los numerosos clientes, en la actualidad sólo queda un único empleado a cargo del inmueble, obligado a ejercer como gerente, botones, barman e incluso limpiador.  Tan mal están las cosas últimamente, que la repentina llegada de cuatro huéspedes supone una noticia tan prometedora como inquietante…

Confieso no haber visto (aún) la película con la que Drew Goddard debutó en 2012, “La cabaña en el bosque”, un thriller de terror que propuse para ser proyectado en nuestro Cine Club Paradiso pero que, lamentablemente, al final no fue elegido.  Pero, sorprendentemente, este segundo film de Goddard me parece resuelto con una sapiencia y una soltura difíciles de encontrar y, por tal razón, me quedé boquiabierto mientras lo veía.

Desde la primera secuencia, Goddard demuestra saber qué hacer con la pantalla panorámica, siendo capaz de componer bellísimos y sugerentes planos.  Todos los elementos decorativos inherentes al hotel están utilizados con habilidad y esteticismo, destacando la utilización del color.  También el sonido está tratado con inteligencia y creatividad, complementando un envoltorio que, cuando te das cuenta, te ha atrapado irremisiblemente.  Pero no todo es fría técnica, sino que el elemento humano tiene sobradas ocasiones de lucimiento.  Decir aquí y ahora que Jeff Bridges es un grandísimo actor resultaría redundante, pero su composición como el Padre Flynn es, una vez más, genial y sobresaliente, con especial mención al monólogo en el que narra la historia de su pasado.  Jon Hamm también está espléndido, Dakota Johnson, solvente y Chris Hemsworth saca adelante con corrección su desagradable personaje.  Pero quienes me sorprendieron (muy favorablemente) fueron el joven Lewis Pullman (hijo de Bill Pullman) como Miles el conserje y, sobre todo, la para mí desconocida Cynthia Erivo, que no sólo actúa de maravilla sino que además canta con un maravilloso torrente de voz.

Punteada por una excepcional banda sonora compuesta por éxitos del soul y el funky de los años 60, “Malos tiempos en El Royale” me hizo disfrutar cada segundo de su (en apariencia excesivo) metraje:  141 minutos que para mi se me pasaron como una exhalación.  Mientras la veía, pensaba en “Asesinato en el Orient Express” de Agatha Christie y en la citada “El resplandor” de Stephen King como evidentes influencias argumentales, pero enseguida comprendí que era Quentin Tarantino y su “Pulp Fiction” el espejo estilístico en el que Goddard se ha mirado.  Fascinante dirección de actores, personajes excepcionalmente bien escritos, historias que se entrecruzan, alternancia de puntos de vista para narrar un mismo hecho, ubicación de una subtrama en la guerra de Vietnam…  Estas podrían ser las concomitancias de “Malos tiempos en El Royale” con la magistral segunda película de Tarantino, y tal vez por eso me pregunto si, dentro de veinticinco años, ambas ostentarán el título de “películas de culto”.  Pero no hace falta dejar para mañana lo que puedas decir hoy, y lo que tengo que decir es que “Malos tiempos en El Royale” me hizo pasar un tiempo delicioso en el cine, me resultó apasionante y salí convencido de que acababa de ver una de esas películas a las que todo buen cinéfilo debería darles una oportunidad.

Luis Campoy

Lo mejor:  los actores, la ambientación, el color, la banda sonora…   TODO, en suma
Lo peor:  que a algunos les moleste que el realizador se ha inspirado demasiado en el estilo Tarantino
El cruce:  “Pulp Fiction” + “asesinato en el orient Express” + “El resplandor”
Calificación:  9 (sobre 10)

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