Con los Oscar ya esperando a la vuelta de la esquina,
despedimos el mes más corto del año con nuestro prototipo de artículo más
corto: nuestras breves PÍLDORAS DE CINE.
“BLACK PANTHER” (pero ¿por qué demonios no la llamamos “PANTERA
NEGRA”?)
La enésima adaptación de un comic
Marvel llega con un impresionante rédito en taquilla, gracias a una apuesta
meticulosamente calculada que combina el género superheroico con el subgénero
de aventuras ambientadas en Africa, la blaxploitation y el alegato
antirracista. Mientras la veía, incluso
recordé las viejas películas de gladiadores de mi niñez, pues son muy
significativos los combates cuerpo a cuerpo filmados por Ryan Coogler (“Creed”)
en escenarios naturales y decorados inundados de color. El comic de Stan Lee y Jack Kirby se hermana
con Shakespeare en una historia que, aun con sus excesivos guiños a la
comunidad afroamericana (obvia la pretensión de que dicho sector de público
inunde las salas), me pareció por momentos encantadora. El protagonista, Chadwick Boseman, es todo un
acierto de casting.
Calificación: 7,5 (sobre 10)
“YO, TONYA”
El caso real de la rivalidad
entre las patinadoras estadounidenses Tonya Harding y Nancy Kerrigan, que
culminó con la segunda siendo agredida por un sicario supuestamente contratado
por la primera, llega al cine en forma de docudrama, un formato que resulta
como mínimo chocante. El director Craig
Gillespie prefiere no tomarse en serio a sus (cutres) protagonistas, y alterna
la acción “real” con las falsas entrevistas, haciendo en ocasiones que los
personajes giren la cabeza para hablar directamente al público; vamos, como si los Hermanos Coen se hermanasen
con Woody Allen… Una entregada Margot
Robbie es lo mejor de la función... excepto cuando tiene que aparentar 15 o incluso 23 años. El caso es que la
bella actriz de “El lobo de Wall Street” es además productora (fue quien adquirió
los derechos sobre el guión) y tuvo que aprender a patinar sobre hielo para dar
vida convincentemente a la desdichada Tonya Harding. Con todo, Allison Janney, que hace de su
madre, roba cada escena en la que sale.
Calificación: 7 (sobre 10)
“EL HILO INVISIBLE”
Una película muy británica y muy
correcta, tan correcta y tan británica que su perfección formal asfixia su
bagaje sentimental. Esta biografía del
modisto ficticio Reynolds Woodcock (dicen que inspirado en la figura de Cristóbal
Balenciaga) no apasiona ni entretiene, y, si por algo fuese recordada, sería
por constituir lo que parece que es la despedida del gran Daniel Day Lewis, que
anuncia su retirada a los 60 años. Paul
Thomas Anderson dirige con mucho mimo en lo visual y poco brío en lo
argumental.
Calificación: 6,5 (sobre 10)
“TODO EL DINERO DEL MUNDO”
Recuerdo, siendo niño, cómo el
secuestro del joven John Paul Getty III, nieto del hombre más rico del mundo,
convulsionó a la sociedad de todo el mundo en 1973. Cuarenta y cinco años después, el ya octogenario
Ridley Scott pone en imágenes aquella historia, retomando su estilo más
característico de cuando no filma compulsivamente aliens y más aliens: fascinante puesta en escena y despreocupación
por lo estrictamente argumental. Lo que
más ha llamado la atención ha sido el despido fulminante, tras ser implicado en
un escándalo sexual, del actor Kevin Spacey (que encarnaba al muchimillonario Jean
Paul Getty) y la contratación express del veterano Christopher Plummer, que en
8 días tuvo que volver a rodar todas las escenas del primero. Un Mark Whalberg total y absolutamente
desubicado y el empleo de localizaciones e incluso actores secundarios que
recuerdan poderosamente a su anterior “Hannibal” son otros rasgos de esta poco
convincente película de Scott.
Calificación: 6 (sobre 10)
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