MINI-PÍLDORAS DE CINE (Septiembre 2016) (y II)
Yo, que siempre ando pendiente de
vuestra buena salud cinematográfica, no puedo pasar mucho tiempo sin
preocuparme y, por tanto, ocuparme de que estéis al loro de algunas de las más
destacadas novedades del panorama cinematográfico internacional. De modo que, una vez más, dejaremos que el
cine hable por sí mismo, eso sí, a través de mis humildes opiniones comprimidas…
“JUEGO DE ARMAS”
Conocí a Todd Phillips a raíz de
haber dirigido el flojo reboot de la mítica serie “Starsky & Hutch”, y
supongo que por eso me sorprendió muy gratamente su estupenda “Resacón en Las
Vegas”, una comedia con bastante mala leche y unas ambiciones estéticas
importantes. Tras dos secuelas de “Resacón…”
un tanto decepcionantes, Phillips vuelve a sorprenderme con “Juego de armas”,
cuyos trailers presagian una humorada bufa para adolescentes pero que, en
realidad, esconden su verdadera naturaleza:
una mirada cínica sobre la guerra y sobre la rapiña que cierto tipo de
desalmados ejercen a su alrededor. Con
un gran Miles Teller que se reivindica tras su horrenda “4 Fantásticos” y un
Jonah Hill que sólo con Scorsese había estado tan bien, “Juego de armas” goza
de un buen guión y, sobre todo, de un gran pulso narrativo. Para mí, un afortunado cruce entre “Red de
mentiras” y “El lobo de Wall Street”.
¡Cómo disfruto cuando una película excede mis más optimistas
expectativas!
Calificación: 8 (sobre 10)
“STAR TREK: Más Allá”
Mismo caso que el de “Juego de
armas”. Los trailers de la última
entrega de “Star Trek”, que ya no ha
dirigido J.J. Abrams sino Justin Lin, presagiaban una aventura más
infantilizada en la que la comedia se erigiría en el tono predominante. Por fortuna, el guión escrito, entre otros,
por Simon Pegg (“Scotty”) constituye uno de los mejores homenajes a la parroquia
trekkie (entre la que me hallo): viajes
a mundos desconocidos, buenos diálogos y, sobre todo, abundantes escenas
dedicadas a explorar la psicología de los personajes y su interrelación, algo
que nos remite a la anterior etapa cinematográfica comandada por William
Shatner y Leonard Nimoy o, incluso a la serie televisiva original, de la que
ahora se cumplen cincuenta años. Incluso
las muchas notas de humor resultan reconfortantes, correctamente interpretadas
por un reparto que ya le ha cogido el tranquillo a sus personajes. Mención especial para el joven Anton Yelchin
(“Chekov”), fallecido hace dos meses en un estúpido accidente
automovilístico. Viva “Star Trek”… al
menos otros cincuenta años más.
Calificación: 7 (sobre 10)
“BRIDGET JONES’ BABY”
Cuando la actriz Renee Zellweger
se operó la cara y brindó al mundo una imagen de sí misma que la convertía en
una mujer ni más guapa ni más fea, sino simplemente… diferente, no imaginaba que se atrevería a
volver a encarnar a su personaje más icónico, la torpe y deslenguada Bridget
Jones, creada en el papel por Helen Fielding.
Me equivocaba, y, 12 años después de la segunda parte de la serie,
Zellweger se convierte de nuevo en Bridget, aunque con un cuerpo mucho menos
redondeado y unas facciones un poco desfiguradas. La historia es de todo menos original, con la
protagonista debatiéndose entre su eterno amor Mark Darcy y un atractivo
americano de nombre Jack Qwant, uno de los cuales será el padre de su bebé no
buscado. La estructura y el tono son
idénticos a los de los capítulos precedentes, y la única novedad es la
sustitución de Hugh Grant por un aceptable Patrick Dempsey. Con todo, y a pesar del constante deja-vu, el
dúo Helen Fielding-Sharon Maguire (guionista y directora, respectivamente)
logra un continuo festival de carcajadas que, indudablemente, se agradecen.
Calificación: 7 (sobre 10)
“KUBO Y LAS DOS
CUERDAS MÁGICAS”
Desde que mis hijos han sido
abducidos por el paso del tiempo y su niñez ha quedado irremisiblemente atrás,
son muy pocas las veces que acudo a ver una cinta de dibujos animados. Por fortuna, las buenas críticas me incitaron
a ver “Kubo y las dos cuerdas mágicas”, la mejor producción de la factoría Laika. Gran historia, aventura, humor,
entretenimiento, magia y fascinación en un film rodado en el ancestral sistema
del ”stop motion” (cuadrito por cuadrito, que decíamos antes) y que justifica
en calidad las innumerables horas dedicadas a su realización. Una delicia, una gozada y casi una obra
maestra.
Calificación: 9 (sobre 10)
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