El lado amable del sueño americano
Hace apenas 5 años, Jennifer
Lawrence era (al menos, para mí), una total y joven desconocida que por primera
vez se dejaba pintar el cuerpo de azul para interpretar a Mística, una de las
mutantes de “X-Men: Primera Generación”. Al año siguiente, empuñaba por primera vez el
arco de Katniss Everdeen en “Los juegos del hambre”, y, a partir de ahí,
encadenaba un papel tras otro, un éxito tras otro, en una meteórica carrera que
la ha llevado a convertirse en la actriz más poderosa y mejor pagada de toda la
industria del Séptimo Arte. Y todo ello,
con apenas 25 años…
En su última película estrenada, “Joy”,
Jennifer Lawrence encarna a un personaje real, Joy Mangano, una trabajadora y
madre de familia que, en los años 80, inventó una fregona autolimpiable que,
más tarde, ella misma hizo famosa a través de la Teletienda norteamericana.
Nuevamente a las órdenes de su
director fetiche David O. Russell (con el que ya había trabajado en “La gran
estafa americana” y “El lado bueno de las cosas”, papel por el que obtuvo el Oscar
a la Mejor Actriz Secundaria), Lawrence encarna con sensibilidad pero sobre
todo con ímpetu y energía a la protagonista Joy Mangano, una de esas mujeres de
personalidad arrolladora que suelen convertirse a menudo en las nuevas “novias
de América”. Sorprendente por su agudeza
y su dominio de la técnica, la joven Jennifer se erige automáticamente en
principal candidata al Oscar, premio que ya roza con la punta de los dedos tras
haberse alzado anoche con el Globo de Oro en la categoría de Comedia.
Otro de los alicientes de “Joy”
es el rutilante reparto en el que brillan con luz propia Robert de Niro,
Bradley Cooper, Edgar Ramírez, Isabella
Rosselini, Virginia Madsen y Diane Ladd.
Todos ellos excelentemente dirigidos, en su tono justo cada uno de
ellos, vivos y adorables gracias a un guión escrito a cuatro manos por el
director y su coguionista Annie Mumolo.
Probablemente fue esto último lo que más me gustó: la capacidad de una historia sencilla para
crear un universo de personajes que se describen en un par de pinceladas y te
conquistan en una sola secuencia.
Asímismo, llaman la atención los aspectos estéticos como la fotografía,
el diseño de producción, la composición del color o el tratamiento del sonido,
dentro de lo cual incluyo un muy buen doblaje cuidado al milímetro. Si conectas con el tono que ha inculcado David
O. Russell a su nueva producción, si eres capaz de dejarte llevar y te
retrotraes a los tiempos más ingenuos de Fran Capra y Ernst Lubistch, “Joy” te
fascinará. Eso sí, yo la hubiera
valorado aún más positivamente de no sobrepasarse en algunos compases (v.g. el
funeral de la abuela) unos niveles de azúcar y melosidad hasta entonces bien
controlados.
Luis Campoy
Lo mejor:
Jennifer Lawrence, el reparto de secundarios, la fotografía, el color…
Lo peor:
algunos excesos de pastelosidad
El cruce:
“El lado bueno de las cosas” + “Vive como quieras” + “La gran estafa
americana”
Calificación: 8,5 (sobre 10)
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