2015: 20 PELÍCULAS QUE ME HICIERON AMAR (un poco más) EL CINE.
Dentro de 2 días y de forma
irreversible, diremos adiós a un año que, como todos los años, nos ha dejado
una estimable cosecha cinematográfica.
Yo he tenido la oportunidad de ver en una pantalla de cine exactamente 106
(ciento seis) películas, incluyendo las que ha proyectado nuestro bienamado
Cine Club Paradiso de Lorca, y, en este momento de hacer tantos balances, he
pensado dedicar uno de ellos a glosar los films que más me han hecho gozar
sentado en la butaca. Quiero reiterar
que sólo incluyo las películas vistas en una pantalla de cine, y que no se
trata de un listado de esos tan pretenciosos, en los que los críticos más
sesudos se atreven a dogmatizar palabras sagradas. No, yo hoy me siento un simple aficionado, y
lo que voy a hacer es abrir mi alma cinéfila, eligiendo aquellos títulos que
más me han complacido, y que, sin duda, son los que más me apetece volver a
recuperar, esta vez en formato doméstico.
Obviamente, detectaréis ausencias significativas, y quizás también os
sorprenda el orden en que he ubicado todas estas cintas. Sólo puedo decir que así soy, y no puedo ni
quiero ser de otra manera…
- WHIPLASH. La historia del joven batería dispuesto a subir al cielo de su profesión aun a costa de sacrificar la salud mental y casi la física, ha sido la que más he disfrutado. Inmenso J.K. Simmons, esforzado Miles Teller y fabulosos la dirección, el sonido y la música.
- NIGHTCRAWLER. Impresionante. Con sólo esa palabra, se define lo que fue para mí la cinta de Dan Gilroy, con un sorprendente Jake Gyllenhaal.
- MARTE (The Martian). Ridley Scott en plena forma a los 77 años, Matt Damon en estado de gracia y una historia sobre supervivencia y humanidad narrada con un agradecido sentido del humor.
- BIRDMAN. Para mí, justa ganadora del Oscar a la mejor película, un prodigio de narrativa cinematográfica que además supone la resurrección de un magnífico Michael Keaton.
- EL PUENTE DE LOS ESPÍAS. El Steven Spielberg más solemne, con una puesta en escena clásica y elegante y, de nuevo, un humor inteligente y desdramatizador.
- STAR WARS Episodio VII: El Despertar de la Fuerza. Aunque me ha gustado menos de lo que me esperaba, no deja de ser una refrescante ración de aventuras galácticas que nos devuelven (demasiado evidentemente) los mejores momentos de la saga.
- LA CUMBRE ESCARLATA. El universo de “Rebeca” y “Suspense” recreado por Guillermo del Toro con un virtuosismo estético que me dejó boquiabierto.
- JURASSIC WORLD. Vuelta de tuerca a la famosa dinotopía de Spielberg y Michael Crichton, con el hándicap del deja-vu pero con vibrantes efectos especiales.
- DESCIFRANDO ENIGMA (The Imitation Game). Un Benedict Cumberbatch apoteósico en un thriller dramático sobre la guerra, el espionaje y la tolerancia.
- EL AÑO MÁS VIOLENTO. J.C. Chandor se gradúa con honores con este peliculón de estética setentera que tiene en Oscar Isaac a su protagonista ideal.
- MAD MAX: Furia en la carretera. Esto es puro cine de acción, vibrante y espectacular, y lo demás son tonterías.
- KINGSMAN, Servicio Secreto. Un regalo del cielo, una gozada para los fans de los comics más rompedores e irreverentes.
- LOS VENGADORES: La Era de Ultrón. Al igual que en lo referente a “Star Wars”, me esperaba algo más de ella, pero el desfile de superhéroes marvelianos es irresistible.
- LOREAK (Flores). Cine vasco intimista y de gran calidad, con un excepcional trabajo de unos actores cuyo doblaje al español, desgraciadamente, no les favorece
- PRIDE. Deliciosa comedia británica en la mejor tradición de la Ealing, aunque con un tono más rupturista. Otra lección de tolerancia.
- EVEREST. Muy denostada por algunos, me encantó la realización de esta película, que transmite los desafíos, el sacrificio y el espíritu de superación que honran al ser humano.
- SICARIO. Formidable thriller de acción sin concesiones, duro y cruel cuando debe serlo, y siempre excelentemente filmado
- UN DÍA PERFECTO. Otra película de producción española aunque con reparto internacional (con Benicio del Toro y Tim Robbins a la cabeza), que asimismo goza de un perfecto equilibrio entre comedia y drama
- SPECTRE. El portentoso arranque (15 minutos magistrales) logra redimir los pecados de una última entrega de James Bond tan autorreferencial como previsible
- EL DESTINO DE JÚPITER. Parece que soy el único bicho raro a este lado de la galaxia al que le gustó este entretenido film de los Hermanos Wachowski, una space opera que mezcla sin pudor mil referencias y logra conjuntarlas en un pastiche encantador
Bueno, hasta aquí mi lista, tan personal e intransferible
como había advertido. Como expliqué al
comienzo, no son las mejores películas, sino simplemente las que mejor me lo
han hecho pasar. El año que viene, si
los Hermanos Lumiére lo quieren, habrá más dosis de evasión y entretenimiento. Hasta entonces… HAPPY NEW YEAR!!
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