Cine actualidad/ "MA MA"
Sobrevivir
al dolor
Un bulto sospechoso, un ojeador
futbolístico golpeado por la tragedia, un ginecólogo cantor, una niña ansiando
ser adoptada… son algunos de los
elementos que configuran “Ma Ma”, la nueva película del director vasco Julio
Medem. De Medem he visto pocas
películas, pero recuerdo con especial cariño una que me encantó, “Los amantes
del Círculo Polar”, donde ponía de manifiesto su obsesión por la simetría,
derivada del hecho de que su apellido se lee igual del derecho que del
revés. Desde entonces, cada vez que
tengo ocasión de enfrentarme a alguno de sus trabajos, me fijo en ese aspecto,
en las dualidades, en los contrapuntos, en las dos caras de un mismo suceso.
La protagonista absoluta de “Ma
Ma”, como todo el mundo sabe, es la que hoy por hoy es nuestra actriz más
internacional, una Penélope Cruz que, no conforme con encarnar a la heroína
Magda, ejerce también de productora del film.
Su Magda es una mujer de armas tomar a quien ni siquiera la detección de
un cáncer de mama (maldita enfermedad) es capaz de doblegar ni de privarla de
sus ansias de vivir y de hacer mejores las vidas de su hijo, de su nuevo novio
e incluso de su médico…
En un momento especialmente
sensible de mi vida, he acudido a ver “Ma Ma” a pesar de las advertencias de no
pocas personas, que pensaban que podría influirme negativamente Al contrario, no solamente presencié una
película mejor de lo que me esperaba, sino que el modo en que es narrada la
enfermedad en su cruel proceso evolutivo, pero también la actitud siempre
desafiante y esperanzada con que la enferma es capaz de afrontarla, no hacen
sino iluminar, reconfortar e inspirar. Incluso
ante una dolencia tan ominosa como el cáncer,
lo que cuenta no es tanto el drama en sí mismo, sino la manera en que el
enfermo le hace frente, la fortaleza de espíritu con la que resiste y el aprovechamiento
que hace del poco o mucho tiempo del que dispone.
Si no fuera por la ausencia casi
total de ese humor tan característico que adorna al manchego, diríase que “Ma
Ma” parece a ratos dirigida por Pedro Almodóvar: el tratamiento drástico de los colores, el
mimo con los decorados y objetos de atrezzo, e incluso el modo en el que están
dirigidos los actores, diríanse almodovarianos.
Pero Medem es más austero y más realista… excepto en algunos aspectos puntuales. Esas apariciones fantasmagóricas de la
metafórica Natasha y los sueños recurrentes de la protagonista (alguno de los
cuales parece demasiado verídico) representan el antídoto al hiperrealismo con
aires de documental que dignifica el metraje.
Por el contrario, los canturreos del por otra parte muy correcto Asier
Erxeandia (sobre todo el concierto en el quirófano, bochornoso) provocan algo
de vergüenza, propia y ajena. Luis Tosar
y Alex Brendemühl representan el presente y el pasado sentimental de Magda,
como la dualidad muerte/vida (tan características de Medem como señalábamos al
principio) simbolizan que hasta en la más desoladora de las penas, puede
hallarse el alivio de una bienvenida alegría.
Luis Campoy
Lo mejor: Penélope Cruz, motor
imparable del film
Lo peor: les veleidades
cantoras del doctor Julián
El cruce: “Cosas que
importan” + “Boyhood” + “Mi vida”
Calificación: 7,5 (sobre 10)
Comentarios