Cine actualidad/ “PIXELS”

Aquellos maravillosos videojuegos…

Había en Alicante, hasta hace relativamente pocos años, un salón de juegos recreativos llamado Luna Park, que se erigía frente al desaparecido cine Casablanca, convirtiendo la zona en una especie de paraíso para la diversión.  En aquel antro que recuerdo con tantísimo cariño, pasé no pocas horas solo o con amigos, evitando invasiones de enemigos extraterrestres, destruyendo tanques amenazadores o despegando con una aparatosa nave que primero tenía que ensamblarse…

La premisa argumental de “Pixels” tiene que ver íntimamente con lo que acabo de narrar, y, de hecho, la historia arranca en uno de aquellos salones recreativos de los años 80, donde un grupo de amigos libra todo tipo de partidas en las consolas de mando de primitivos videojuegos casi siempre de origen japonés.  Tres décadas después, una raza alienígena lanza un devastador ataque sobre la tierra, adoptando la forma de “terribles” enemigos pixelados como Donkey Kong, el Comecocos (Pacman), el Centípede o los mismísimos Pitufos creados por Peyo.  Sólo quienes en los ochenta se erigieron en consumados expertos de aquellas consolas serán capaces de afrontar con éxito la apocalíptica amenaza…

El origen de “Pixels” hay que buscarlo en un cortometraje de nombre homónimo y de apenas 2 minutos y medio de duración, que dirigió un tal Patrick Jean y se convirtió en fenómenos viral.  Sobre la simple premisa argumental de dicha mini-película (los más famosos personajes de los videojuegos de los 80 se apoderan de la Tierra), los guionistas Tim Herlihy y Tim Dowling escribieron un guión que lograron vender a la multinacional Sony, quien valoró las posibilidades de éxito del producto y contrató nada menos que a Chris Columbus para dirigirlo.  Columbus, todo un veterano del cine de evasión de los 80 (tiene 56 años), fue guionista de “Gremlins” y “Los Goonies” y, posteriormente, dirigió las dos primeras entregas de la saga de Harry Potter, así que a priori parecía una buena opción para llevar a buen puerto el proyecto.

Y no es que Columbus lo haga mal del todo.  No lo es en absoluto.  Personalmente, pasé un rato razonablemente bueno viendo “Pixels”, fresquito, riéndome y olvidando el mundanal hervidero de preocupaciones.  El problema es, lógicamente, que a una película de 105 minutos que se basa en un cortometraje de 2 minutos y medio le hace falta una cantidad inmensa de metraje adicional para rellenar las lagunas existentes, de modo que, tratándose de un espectáculo humorístico, proliferan las situaciones pretendidamente graciosas, y el humor empleado…  no siempre está a la altura.  Además, y ésto está constituyendo un hándicap insalvable para muchísima gente, el protagonista es nada menos que Adam Sandler, lo que últimamente es no sólo síntoma de poca calidad…  sino también de poco éxito en taquilla.  Yo no tengo nada en contra de Sandler, sencillamente porque, si una película suya no me atrae, pues no la veo y ya está, pero recuerdo los buenos ratos pasados gracias a “Click” o, sobre todo, a “Zohan:  Licencia para peinar” un alegato contra la intolerancia muy recomendable.  Sin embargo, leo muchas de las críticas (negativas) que está recibiendo “Pixels” y me resultan mayoritariamente injustas, así que quiero y debo romper una lanza a su favor.

Es obvio que una película en la que·”brillan” iconos del humor descerebrado como Adam Sandler, Kevin James y Josh Gad (“El gurú de las bodas”) no puede ni pretende erigirse en obra magna del género, y es cierto que hay diálogos y secuencias completas que traspasan las fronteras del ridículo más elemental, pero también es verdad que la dirección de Chris Columbus es ágil, el ritmo es ameno y los efectos especiales (con los villanos pixelados y pixelando a personas y edificios) son bastante potentes.  Es más, al tiempo que reconozco que estupendos secundarios como Sean Bean y Brian Cox están absolutamente desaprovechados, tengo que admitir que tanto Sandler como James cuajan aceptables interpretaciones, lo cual es responsabilidad del señor Columbus.  Aunque, si hay que destacar a un par de intérpretes, habría que mencionar a la guapísima Michelle Monaghan (por razones obvias) y al siempre excelente Peter Dinklage, un enano (es el “Tyrion Lannister” de “Juego de Tronos”) dotado de un talento gigantesco.

Me parece estúpido pretender descalificar a un producto como “Pixels” simplemente por la identidad de su protagonista y porque (evidentemente) no aspira a erigirse en bandera del género de la comedia.  Estoy convencido de que nunca fue ésa la pretensión de sus creadores, sino sólo la de entretener y hacer reir.   De hecho, en algún momento de la proyección me sentí trasladado a los años ochenta, precisamente al día en que ví “Los Cazafantasmas”, otra película que hoy recordamos como maravilloso objeto de recuerdo y culto, pero que en su momento fue muy, muy, pero que muy criticada.  ¿Quién sabe si dentro de 30 años también pensaremos en “Pixels” mientras una sonrisa recorre nuestras mejillas?.

Luis Campoy

Lo mejor:  la aparición de los personajes de los videojuegos ochenteros, cualquier escena en la que aparece Peter Dinklage
Lo peor:  demasiados gags están poco elaborados, con un humor burdo e infantiloide
El cruce:  “Los Cazafantasmas” + “Jumanji” + “Independence Day”

Calificación:  6 (sobre 10)

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