Cine actualidad/ "VENGADORES: LA ERA DE ULTRÓN"
Inteligencia
artificial… y maligna
Hace ya 3 años, un semi
desconocido Joss Whedon (guionista de tebeos y creador de la serie televisiva
“Buffy, la Cazavampiros”) nos deparó una de las mayores sorpresas que en
materia de superproducciones soy capaz de recordar: “Los Vengadores”. Sorpresa no en cuanto a la aglomeración de
efectos especiales, algo ya consustancial a este tipo de proyectos, sino en lo
referente a la magnífica caracterización de los personajes y las interacciones
entre ellos, todos ya presentados durante años en sus propias aventuras
individuales.
El éxito de crítica y público y,
sobre todo, su descomunal taquilla internacional hicieron impepinable que “Los
Vengadores” tuviera una secuela, aún más grande, épica y aparatosa. En estos tres años, hemos visto cómo el equipo
de super héroes conocido como Los Vengadores se ha erigido en guardianes de la
paz en la Tierra, al tiempo que otra formación, los Guardianes de la Galaxia,
hace lo propio en el espacio exterior.
Sin embargo, las intrigas y traiciones internas han debilitado el
soporte político-militar de los Vengadores, la agencia de Inteligencia y
Antiterrorismo conocida como SHIELD, y al industrial y científico Tony Stark
(alter ego de Iron Man) no se le ocurre nada mejor que la creación de una
inteligencia artificial que vele por la seguridad y la estabilidad del mundo, y
así nace la que se convertirá en su terrible némesis robótica: el malvado Ultrón.
Cuando Stan Lee, el creador de la
práctica totalidad de los personajes clásicos de Marvel Comics, decidió abandonar
la colección de “Los Vengadores” en Diciembre de 1966, designó como su sucesor
a un joven escritor llamado Roy Thomas, quien, entre otros muchos villanos
memorables, dio vida a Ultrón, un androide hiperinteligente y ultrapoderoso que
odiaba a la Humanidad… pero, sobre todo, detestaba a Los Vengadores. En los comics era Hank Pym, alias Hombre
Hormiga, el hacedor del robótico villano, pero, como Pym todavía no ha aparecido
en el MCU (Universo Cinematográfico de Marvel), en la película que hoy nos
ocupa es al citado Tony Stark a quien corresponde la responsabilidad de su autoría. De paso, la rivalidad entre los miembros de
Los Vengadores a raíz de las atribuciones que algunos de ellos se toman, será
otro de los gérmenes para la historia que se nos contará el año que viene: “Capitán América: Guerra Civil”.
Como dije anteriormente, una de
las características inherentes al proyecto de “Los Vengadores 2” era su
propósito de llegar a ser más grande, más épica y más espectacular que su
predecesora. También pretende ser más “oscura”,
en el sentido de más madura o adulta, algo que viene sucediendo en las grandes
sagas cinematográficas desde que, en 1980, Irwin Kershner consiguiera mejorar
los resultados de “La Guerra de las Galaxias” con su formidable “El Imperio
contraataca”. Por tal motivo, hay un
poco menos de humor y se acentúan el drama e incluso el romance, llegando a
producirse una muerte en la familia superheroica. Yo diría que es en el vano intento de “humanizar”
a los héroes donde más flojea esta segunda parte. Porque, como todo en la vida, se puede
humanizar bien y humanizar mal, y abusar de la ñoñería, el sentimentalismo y la
blandura no es precisamente el camino más adecuado. El forzado romance entre la Viuda Negra y
Bruce Banner/Hulk está pillado por los pelos, pero es que la aparición por sorpresa
de la familia secreta de Ojo de Halcón causa, a partes iguales, bochorno e
hilaridad. Construir unos diálogos tan
imaginativos como los de la primera entrega era muy difícil, y en este caso los
guionistas no se han lucido… ayudados, eso
sí, por unos traductores que se nota que no andan muy finos en estas lides
comiqueras. ¿Y el doblaje? Reconociendo que a Robert Downey Jr., Chris
Evans(Capitán América o Samuel L. Jackson/Nick Furia (por poner algunos
ejemplos) ya no podemos imaginárnoslos sin sus voces españolas, hay que señalar
que el doblador de Chris Hemsworth/Thor continúa desprovisto del aura solemne
que necesita el personaje y que el doblaje español de los dos androides deja
muchísimo que desear: ni sus voces
parecen emitidas por gargantas cibernéticas, ni se respeta la convención de que
un robot habla desposeído de emociones humanas.
He necesitado dos visionados para
obtener una percepción lo bastante amplia de “Los Vengadores: La Era de Ultrón”; tras el primero, acabé tan decepcionado que
sólo después del segundo empecé a extraer conclusiones positivas. Y lo más positivo que se puede decir es que
el ya citado Universo Cinematográfico de Marvel resulta cada vez más firme y
más compacto, con todos sus personajes y todas sus tramas perfectamente encajados,
casi como sucede en su antecedente comiquero.
Y, por supuesto, se hace obligado citar la exuberante perfección de sus
efectos visuales, sin los cuales los asombrosos poderes de los “vengativos”
protagonistas no resultarían creíbles. Bien
es cierto que lo primero que pensé durante la, por otra parte, fabulosa
secuencia inicial, fue: “demasiado poder
para tan poco enemigo” (los Vengadores enfrentándose a los soldados del Barón Strucker),
pero, al igual que sucediera en el primer film de la franquicia, la batalla
final, donde cada uno de estos prodigiosos seres exhibe valerosamente todo su
potencial, acaba por redimir los variados errores acumulados en el generoso
metraje de casi dos horas y media.
Luis Campoy
Lo mejor:
los efectos visuales, las interpretaciones de Robert Downey Jr. y Chris
Evans, la Visión
Lo peor:
las escenas de relleno sentimental, la excesiva duración, el doblaje
español de los androides Ultrón y La Visión
El cruce:
“Los Vengadores” + “Origen” + “Transformers” + “Guerra Mundial Z”
Calificación: 7 (sobre 10)
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