Cine actualidad/ “THE IMITATION GAME (Descifrando Enigma)”
Desencriptando
a Hitler
Las guerras no sólo se ganan en
el campo de batalla; y menos las que son
tan cruentas y complejas como la II Guerra Mundial. Los soldados, los tanques, los aviones y los
bombardeos jugaron un papel ciertamente determinante, pero detrás de ellos
existió un batallón de personas de identidad poco menos que anónima, encargadas
de descifrar los códigos secretos con los que el alto mando enemigo comunicaba
sus planes a sus tropas. El más
importante y secreto de los códigos nazis era el conocido como “Enigma”, y los
aliados estaban convencidos de que, si lograban interpretarlo, la guerra se acortaría
y se salvarían millones de vidas inocentes…
“The Imitation Game” (que en
España no se ha estrenado como “El juego de la imitación”, sino como el más
revelador “Descrifrando Enigma”) cuenta la historia del equipo de genios
(matemáticos, jugadores de ajedrez y especialistas en resolver crucigramas)
que, bajo la dirección del incomprendido Alan Turing, consiguió desencriptar a
Hitler. Con base en una mansión
victoriana denominada Bletchley Park situada en el condado de Buckingham, al
suroeste de Londres, estos “cerebritos” realizaron una ímproba tarea inmersos
en el más absoluto secretismo, sin que absolutamente nadie pudiese conocer a
qué se estaban dedicando en cuerpo y alma.
El citado Alan Turing era la representación viva de la genialidad: un cerebro privilegiado pero aquejado de una terrible
dificultad para relacionarse con los demás.
De hecho, sólo muchos años después se conoció la orientación sexual de
Turing, cuya homosexualidad le llevó primero a la cárcel… y finalmente a la tumba.
“The Imitation Game” se centra básicamente
en los años finales de la II Guerra Mundial, cuando Turing vivía obsesionado
por descifrar el código, pero también recoge retazos de su adolescencia y
posteriormente de su madurez, en los que se aprecia lo complejo de su
personalidad. Es en estas secuencias
donde el film juega su mayor baza: la soberbia,
magnífica interpretación de Benedict Cumberbatch. El actor de “Sherlock” desarrolla una
creación indudablemente genial, con todos los matices habidos y por haber, para mí, es el candidato número uno al Oscar de
este año. En torno a él se ha edificado
un film elaborado desde la más genuina exquisitez británica: fotografía, dirección artística, vestuario y banda
sonora son todos ellos dignos de Oscar.
El guión, quizás un tanto simplista, se basa en un libro de Andrew
Hodges, el cual ha sido escenificado con mimo artesanal por el realizador
noruego Morten Tyldum, que se estrena con solvencia en el cine “mainstream”. Otros miembros del reparto, todos ellos
eclipsados por el gran Cumberbatch, son una comedida Keira Knightley, un
impredecible Matthew Goode, un antipático Charles Dance (devuelto a la
actualidad por su participación en “Juego de Tronos”) y un elegante Mark Strong. Ojalá tengan suerte en las nominaciones al Oscar
y ello haga que esta estupenda película obtenga una mayor difusión en nuestras
carteleras, saturadas de hobbits, faraones, museos y gatos cósmicos.
Luis Campoy
Lo mejor:
la interpretación de Benedict Cumberbatch, una de las más sobresalientes
de los últimos años
Lo peor:
quizás, y por buscarle algún defecto, algunas simplezas u obviedades del
guión
El cruce:
“Enigma” (versión Michael Apted) + “Una mente maravillosa”
Calificación: 9 (sobre 10)
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