La sombra del superhéroe
Es una de las favoritas para los Oscar de este año. Es una de las más alabadas por los
críticos. Y es una de las más comentadas
por la comunidad cinéfila. “Birdman” ya
está en España, ¡y yo la ví ayer!.
Por si alguien aún no lo sabe,
diremos que “Birdman”, subtitulada “La inesperada virtud de la ignorancia”
retrata las vicisitudes por las que pasa un veterano actor, que décadas atrás
gozó de gran popularidad al interpretar a un superhéroe, y que ahora trata de
reivindicarse interpretando una compleja obra de teatro en Broadway. Para poner en imágenes el guión, del que es
coautor, el realizador de origen mexicano Alejandro González Iñárritu tuvo la
brillante idea de recurrir nada menos que a Michael Keaton, el primer Batman
del cine, que vivió sus propios años de gloria gracias a los dos films de Tim
Burton y después fue cayendo paulatinamente en el olvido. Pero no ha sido la única idea brillante que
Iñárritu ha desarrollado en “Birdman”.
Además de la gran interpretación de Keaton, de la que luego hablaremos,
la película posée otro aliciente tanto o más atrayente: se ha rodado mediante la técnica de sucesivos
planos secuencia, recurso por el que se hizo mítica, por ejemplo, “La soga” de
Alfred Hitchcock. El plano secuencia
consiste en la ejecución de una toma larguísima sin ningún tipo de corte, lo
que obliga a actores y técnicos a autoexigirse unos niveles sobrehumanos de
eficiencia y concentración. ¡Imagináos
la soberana dificultad de realizar uno de esos planos cuando dura quince
minutos, afecta a varios intérpretes, está lleno de complicados diálogos y se
halla jalonado por todo tipo de movimientos de cámara meticulosamente ensayados!.
Indudablemente, si sólo juzgamos “Birdman”
por lo imaginativo y excelso de su factura técnica, se merece todos los
aplausos que le queramos brindar. Pero
es que la historia está también brillantemente desarrollada, logrando un raro
equilibro entre el dama y la comedia, entre el dolor y el humor. Aunque ni siquiera tales mimbres brillarían
como brillan de no ser por la fabulosa composición de sus dos protagonistas
masculinos. Ya en los primeros minutos
de “Birdman”, recordé de golpe lo grande que era aquel Michael Keaton, poseedor
de una expresividad sincera e inigualable, y de la versatilidad suficiente como
para cambiar radicalmente de una película a otra (costaba trabajo creer que el
mismo actor de “Batman” lo fuese también de “Bitelchus”, “Mi vida” o “Johnny
Peligroso”) o incluso de un personaje a otro dentro del mismo film (los clones
de “Mis dobles, mi mujer y yo”). Sólo el
inconmensurable Benedict Cumberbatch de “Descifrando Enigma” podría impedir que
Keaton obtuviese un merecidísimo Oscar. Junto
a él, otro actor que también ha gozado de tiempos mejores, y que incluso
sucumbió a la tentación de hacer de superhéroe (Hulk): Edward Norton, justamente nominado como mejor
Actor de Reparto por ser capaz de plantarle cara al indiscutido protagonista de
la función.
Sobre “Birdman” se pueden decir
muchas cosas, y se pueden mantener inacabables charlas cinéfilas. Lo bueno es que, como en las grandes
películas del pasado, no sólo se puede comentar lo evidente, sino que se puede
elucubrar sobre lo aparente. Porque hay
mucho mar de fondo, muchas capas que rascar para alcanzar la posible
verdad. Quisiera poder lanzarme a
exponer aquí mis propias elucubraciones, pero inevitablemente se me escaparía
algún spoiler, así que sólo diré que, para mí, Alejandro González Iñárritu
combina en “Birdman” la perfección técnica de Brian De Palma en “Ojos de
serpiente” con la narrativa inquietante de Stanley Kubrick en “El resplandor” y
con la magia fantasiosa de Bob Fosse en “All That Jazz”. Prefiero no dar más detalles pero, eso sí,
tengo que decir que “Birdman” es una de las más originales, innovadores,
hipnóticas y apasionantes propuestas cinematográficas de los últimos años.
Luis Campoy
Lo mejor:
la narración basada en planos secuencia, el guión y, sobre todo, un
magnífico Michael Keaton
Lo peor:
al principio, hubiera dicho que el mayor defecto era la omnipresente
percusión, pero hacia el final me dí cuenta de que incluso eso era un acierto
El cruce:
“Batman” + “El Resplandor” + “All That Jazz” (y quienes todavía no
hayáis visto “Birdman”, no me preguntéis por qué)
Calificación 9 (sobre 10)
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