Cine actualidad/ "LUCES ROJAS"


¿Mística o fraude?

Cuando el año pasado ví “Enterrado”, el anterior trabajo de Rodrigo Cortés, acabé notoriamente inquieto, pero no por la supuesta capacidad de desasosiego de la película (que transcurre íntegramente en el interior de un ataúd), sino a causa de las inadecuadas condiciones de proyección (sonido deficiente e imagen insatisfactoria), así que mis expectativas con respecto a “Luces rojas”, la nueva producción de Cortés, se limitaban a su atractivo reparto, con Robert De Niro y Sigourney Weaver a la cabeza.

Robert De Niro es Simon Silver, el más famoso psíquico paranormal, que regresa a primera plana de la actualidad después de treinta años de retiro.  Sigourney Weaver y su pupilo Cillian Murphy (“28 días después”) son dos parapsicólogos dedicados a desenmascarar fraudes y farsantes, a desvelar los secretos turbios bajo lo sobrenatural.  Obviamente, los caminos de uno y otros se han de cruzar, y las consecuencias serán dramáticas…

El mayor mérito de “Luces rojas” radica en su puesta en escena, en su irreprochable factura técnica.  La fotografía, el color, el sonido, el montaje, incluso la música, rayan a una altura más que aceptable, mérito incuestionable tratándose de una producción básicamente española, aunque distribuída por una major como Warner Bros.  No estoy diciendo que en nuestra cinematografía no existan profesionales sobradamente cualificados, que los hay, sino que el primer objetivo de Cortés, crear un film de look tan internacional como su reparto, está sobradamente conseguido.

Donde falla “Luces rojas” es en la historia que cuenta, o, mejor dicho, en cómo la cuenta.  La premisa de la honestidad o no de los psíquicos y videntes, la lucha entre la luz de la razón científica y la sombra de la superchería, resultaba a priori bastante atractiva, pero determinadas secuencias que deberían ser épicas y dramáticas quedan tan mal explicadas que sumen al espectador en la decepción.  El final, sin ir más lejos, revela el truco de prestidigitación que ninguno nos esperábamos, pero lo hace en un contexto inesperadamente pueril, y con De Niro repitiendo estúpidamente “¿Cómo lo ha sabido?  ¿Cómo lo ha sabido?”.  En una escena anterior, mientras Sigourney Weaver se somete a una tertulia televisiva, Cillian Murphy y su compañera Elizabeth Olsen tratan absurdamente de aleccionarla desde la distancia, como si Weaver, en vez de una reputada parapsicóloga, fuese una telépata capaz de recibir sus sabios consejos.  Por el contrario, escenas como la de la clase magistral en la universidad, en la que se pone de manifiesto el truco de la ouija, o aquélla en la que es desenmascarado el falsario Leonardo Palladino están planteadas con notoria sabiduría y con pasión.

Muchos años después de “Alien” y “Gorilas en la niebla”, Sigourney Weaver demuestra, con contención y precariedad gestual, lo buena actriz que es;  Cillian Murphy utiliza lo mejor que puede sus enormes y expresivos ojos azules;  y Robert de Niro aprovecha su poderosa presencia para componer un milagrero sobrecogedor.  “Luces rojas” se queda a medio camino entre “Poltergeist” y ·”El truco final”, pero está mucho más cerca del thriller yanqui que del típico producto celtibérico.  Se agradece.  Y ahora, a ver si un día recupero “Enterrado”…  con las debidas condiciones de proyección doméstica.

Luis Campoy

Lo mejor:  Sigourney Weaver, la puesta en escena en general y el colorido en particular
Lo peor:  la escena final, sumamente decepcionante
El cruce:  “El truco final” + “Poltergeist” + “El ilusionista”
Calificación:  7,5 (sobre 10)

Comentarios

EXPEDIENTEX ha dicho que…
Yo fuí a verla y si la comparo con la otra última que ví, DEVIL INSIDE, para ser sincero me gustó esta última mas que "LUCES ROJAS" por mucho reparto y mayor presupuesto que tenga la pelicula. En cualquier caso, las dos me gustaron.

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