Una odisea pilosebácea
En la cabeza de mi padre se
refleja todo. No sólo sus pensamientos y
las vicisitudes de su ya larga vida, sino TODO:
está calvo y su calva brilla como un espejo. La alopecia androgenética es, probablemente,
la única herencia que uno rehusaría recibir de su padre (junto con las deudas,
claro está), pero al final me temo que es la única segura. Como ya he contado alguna vez, los que
sabemos casi a ciencia cierta que el pelo se nos va a caer si o sí, tomamos
antes o después las medidas necesarias para conservarlo; yo, el que se me cae, lo guardo en una
caja. Bromas aparte, desde siempre les
he conferido a la higiene y el cuidado capilar un mimo y una atención
especiales. Obviamente, todas mis investigaciones al respecto demuestran que,
si el pelo se ha de caer, se caerá inexorablemente, pero en nuestra mano está
el demorar el otoño lo más posible.
La otra tarde, fui a
mi farmacia habitual con la intención de hacerme con un frasco de champú
Klorane (el cual llevo usando más de 20 años y tengo comprobado que curar, no
cura, pero perjudicar, tampoco), y la amable farmacéutica, al ver que el
producto que le solicitaba era un potingue de índole dermatológica, me preguntó
si quería someterme a un examen gratuito del cuero cabello. Sin estar muy convencido, accedí, y dos días
después, una microcámara navegaba por mi cabeza, pilotada por una jovenzuela
que tenía de dermatóloga lo que yo de millonario. Haciendo cola, otro par de hombres con pinta
de incautos y frente despoblada, e incluso una señora con gesto preocupado. La diminuta cámara proyectaba en un monitor
una visión espeluznante de mi pobre cabeza, magnificando no sólo los cabellos
sino el desértico espacio entre ellos. "Te voy a arrancar un pelito para que
veas cómo está su raíz", me dijo la experta. Una finísima parte de mí fue extirpada de un
tirón y emparedada entre dos placas de vidrio conectadas a una especie de
microscopio. "Uy, nunca había visto
una raíz tan muerta como ésta", se mofó la niña de la bata blanca. “Mira, necesitas un tratamiento de choque,
empezando por unas vitaminas que tienes que tomar cada día y te duran un mes. Además, un champú que debes usar dos veces por
semana y te dura un mes. Y, finalmente,
una loción que se usa después del champú y te dura…” “…Un mes”, pensé yo, “una renta mensual a
partir de ahora”. Lo más curioso del
caso era que, oh, casualidad, las vitaminas, el champú y la loción que me mandó
eran todos de la misma marca (“Rougj Hair Plus Active”), y, mire usted por
dónde, los tres estaban en stock en la farmacia (no como tantas medicinas de mi
madre que tienen que pedir y no llegan hasta el día siguiente) y, además, el
paciente que había sido analizado antes que yo también debía padecer
exactamente mi mismo trastorno, porque al salir se había marchado con la misma
tanda de productos. El caso es que, en
estado de shock, me dirigí al mostrador con mis manos rebosantes de frascos y
cajas, y cuando la farmacéutica, nada sorprendida porque mi consulta gratuita
acabase ante la caja registradora, me reveló el precio de la fiesta, ni
exprimiendo mi cartera pude obtener unidades monetarias de curso legal en
número suficiente como para amortizar la cuenta; por suerte, aunque sólo llevaba para pagar el
champú y las vitaminas, tuvieron a bien fiarme la loción.
De camino hacia mi
casa, la bolsa que contenía las tres piedras filosofales para la testa me
pesaba una tonelada. Tantas y tantas
vueltas le estaba dando a lo que acababa de hacer, que me empecé a sentir
mareado. Sesenta euros invertidos en
tres fármacos que duraban cada uno un mes, presuponían una sangría de sesenta
euros mensuales, además del hábito irrenunciable de ingerir una pastilla al día
(afortunadamente, aún no tomo ninguna) y el (maloliente) compromiso de lavar el
pelo sólo dos veces por semana. Demasiados
sacrificios, y, pensándolo bien, al dictado no de un médico especialista, sino
de una comercial de una empresa químico-farmacéutica, cuya prioridad no era
mejorar mi salud capilar… sino aumentar
su cuenta de beneficios.
Al día siguiente, me
presenté de nuevo en la Farmacia, y le indiqué a la boticaria mi decisión de
devolver los milagrosos remedios y no acudir a más consultas. No me puso ninguna pega, me tomó los tres
productos, me restituyó el dinero y, a continuación, me vengué de Rougj-No-Sé-Qué
volviendo a comprar mi entrañable Klorane a la Quinina. La alopecia no se me va a curar, pero tampoco
me voy a arruinar al tiempo que otros se enriquecen gracias a la ingenuidad de
un pardillo que olvidó que para solucionar cualquier mínimo problema de salud,
lo ideal es acudir primero al galeno titulado.
Comentarios
Es más, en el artículo se dice claramente que va a la farmacia a comprar un champú Klorane, con el cual ha "comprobado que curar, no cura, pero perjudicar, tampoco"... vamos, que no cura.
Creo que nadie dice que haya probado el tratamiento.
También, en uno de los comentarios se dice que tras buscar información y según se tiene entendido, es un timo, razonamiento que tampoco me da ninguna garantía, ya que no se hace referencia a la fuente donde se dice que es un timo ni a los argumentos.
Para que no haya malas interpretaciones, no tengo nada que ver con el producto en cuestión, tan sólo busco una solución a mi problema capilar y no quiero descartar nada si no tengo argumentos razonables.
En resumen, entiendo que el producto lo han devuelto porque era caro y no les daba confianza, no porque fuera un engaño, ¿no? (caso aparte sería la cuestionable profesionalidad de la persona encargada de realizar la demostración).
Muchas gracias.
Mi cabeza sigue tan despoblada como al principio, eso sí, mi cartera no volverá a ser la misma después de abonar 60 euros a una señorita que de médico, no tenía más que la bata blanca.
Igualmente fui asaltada en la farmacia de turno y, como disponia de tiempo, me deje llevar...
Debo decir que en mi caso la persona que me atendio si parecia profesional al menos en el trato, que ya es mucho en los tiempos que corren; sobre sus conocimientos y formacion no tengo idea.
El caso es que tras el "estudio capilar" en el que quede horrorizada me recomendo el consabido tratamiento. Tras preguntar el precio y sospechando la ineficacia del mismo, decidi comprar tan solo el champu.
Total, que tengo que admitir que tras la primera lavada SI he notado mejoria. Siempre he tenido caspa y he utilizado mil y un productos de farmacia, de drogueria, de dermatologo... y nunca lo he solucinado. He tenido epocas de mejoria sin hacer nada en particular al respecto y epocas de rayar en la demencia por los picores y molestias. Hace un año y medio me traslade de ciudad y la cosa se agravo notablemente derivando en una dermatitis severa. Pues bien, desde hace un par de semanas no me ha vuelto a picar la cabeza, los rodales se han reducido notoriamente y ya veremos como sigue la cosa, porque lo cierto es que solo lo he usado 3 veces, pero como digo, con resultados mas que satisfactorios.
Tanto es asi que hoy me he decidio a buscar mas informacion sobre el tratamiento completo, y asi es como he llegado aqui.
He encontrado la web de la marca donde se puede ver toda la gama de productos que a priori parecen iguales, pero al leer el detalle se ve que cada uno es especifico para cada problema. Es posible que sea esto lo que os ha llevado a pensar que todo el mundo se lleva el mismo tratamiento a casa.
Por otra parte queria comentar que, en mi humilde e ignorante opinion, el pelo que se cae lo hace para no volver. Esos tratamientos en pastillas que dicen frenar la caida e incluso favorecer la regeneracion capilar... ojo, ojo... y esto si lo he consultado en un par de ocasiones con sendos medicos, porque desde que di a luz a mi hijo hace ya 3 años la cantidad de pelo que he perdido es mas que preocupante. Si favorecen el crecimiento de pelo nuevo lo haran indiscriminadamente hallá donde haya un foliculo piloso, sea cabeza, cara, piernas... con el resultado de un aumento no deseado de la vellosidad corporal y un exiguo resultado en la cabeza.
En fin, creo que me extendido de mas, pero queria explicar con pelos y señales mi experiencia al respecto, que espero sea de utilidad.
Un saludo.
Ante la actitud tan profesional de los dermatólogos de prueba-error, y visto la variedad del arsenal que guardan las farmacias, pues uno más, y si me va bien vuelvo y si no, jabón lagarto y agua que dice mi abuela.
Mi tratamiento está siendo FS+FU y el champú SL, además yo ya tomaba ANACAPS, pero me recomendó que cuando las acabara incluyera las CAPS de su laboratorio (BINGO!).
Después de dos meses de tratamiento, me ha dicho que vamos bastante bien, pero que por lo menos nos llevará un par de meses más y después, cuando haya solucionado mi problema con la grasa y mis folículos estén limpios, haremos el tratamiento de crecimiento del cabello.
A todo esto, si algún día acaba esta tortura, después tendre que llevar un mantenimiento, no? Voy como loca en busca de información. Quiero pensar que esto no es un timo...
el primer mes te cae el pelo como me dijo la chica entre el primer y segundo mes se te quita el sebo de la raiz y ves que ya no tienes caspa y el tercero vas viendo que empiezan a salirte pelos nuevos muy pequeños por la frente!y caro?es muy caro por supuesto pero yo lo compro en elboticarioencasa.com que cuesta 40€, 20€menos que en la farmacia asi de facil.yo lo use y funciona de verdad,lo que es un rollo es aplicarlo y masajear y secarlo..
En resumen los productos me van bien, noto como regula y mejora el estado de mi cuero cabelludo, si saldrá nuevo pelo para recuperar un poco de volumen, no lo sé, hay que esperar, pero espero que sí, sino me compraré una peluca... 😅
Me sentí estafada, y veo q hay mas casos como el mio.
Suerte