Adolescencia
asesina
De la reciente película
"Kick-Ass" (2010), basada, por cierto, en un cómic catalogado para
adultos debido a su extrema violencia, los personajes (secundarios) que mejor
recuerdo son Big Papi y Hit-Girl: un expolicía
resentido y su hija de 10 años, a la que aquél ha educado para ejercer de
justiciera sin escrúpulos, manejando pistolas y cuchillos y ejecutando a
aquellos criminales que le parecían merecedores de ser exterminados. Es para mí evidente que Seth Lockhead,
argumentista y co-guionista de "Hanna", vio "Kick-Ass" o al
menos se leyó el cómic en que se basaba, porque las dos historias tienen no
pocas similitudes. En el caso que nos
ocupa, un ex-agente de la CIA ha criado en secreto a Hanna, una adolecente de
16 años, y la ha entrenado para convertirse en el arma perfecta: experta en todas las técnicas de lucha, fría
e implacable aun a pesar de la aparente debilidad de la víctima a aniquilar. Pero ambos saben que ni siquiera entre los
recónditos hielos de Finlandia están a salvo del mundo y de un pasado al que
habrán de enfrentarse, cada uno de ellos por separado, si quieren tener derecho
a luchar por un futuro a salvo de la violencia que ha constituído su razón de
ser hasta ese momento...
Parecía impensable que el
sensible director de "Orgullo y prejuicio" y "Expiación",
el londinense Joe Wright, fuese capaz de dar el salto a una película de estas
características. Cuando se estrenó su
preciosa versión de "Orgullo y prejuicio", una de las mejores y más
famosas novelas de Jane Austen, yo fui uno de los que se quedaron deslumbrados
ante aquel virtuoso ejercicio de clasicismo romántico y bucólico. "Expiación" fue un poco más allá,
narrando una historia mucho más dramática y utilizando un lenguaje cinematográfico
más elaborado e imaginativo. No ví
"El solista", su siguiente trabajo, pero lo cierto es que sentía
curiosidad por averiguar lo que era capaz de hacer con un material tan
aparentemente lejos de su mundo como el de "Hanna". El resultado oscila entre lo excelente y lo
ridículo, con un arranque sensacional e impactante que, a través de un largo y
tortuoso camino, acaba deviniendo en un thriller de acción más bien predecible
y vulgar. Naturalmente, lo mejor de todo
es la elección de la sobresaliente Saoirse Ronan, a la que hemos visto
precisamente en "Expiación" o en "The Lovely Bones (Desde mi
cielo)", probablemente la mejor actriz joven del momento, que resulta
creíble y convincente tanto como adolescente desvalida como asesina
despiadada. También es un gustazo
tropezarse con actores de una pieza como el tímido Eric Bana o la gélida Cate
Blanchett, aquí oficiando de secundarios de lujo, pero todo lo bueno que ambos
consiguen se esfuma cuando interviene un desenfocado Jason Flemyng, quien
interpreta a un pérfido asesino que, junto a otros secuaces, mata sin piedad
mientras silba las canciones más ridículas y exhibe los ropajes más chillones. La intromisión absurda de los postulados de
la comedia en el terreno de lo que debería ser un drama de acción resulta de lo
más chocante y equivocado, y, cómo no, el resultado final se resiente un
poco. También chirría bastante la banda
sonora a cargo de los Chemical Brothers, cuya base rítmica, más que acompañar,
incordia, y parece salida de alguna discoteca cercana. Joe Wright presenta sus credenciales como
realizador también cualificado para otro tipo de cine ajeno al drama romántico,
pero deberá cuidar más los guiones si quiere demostrar todo su potencial.
Luis Campoy
Lo mejor:
Saoirse Ronan, Cate Blanchett, los sensacionales primeros quince minutos
Lo peor:
la música, los personajes de comedia en un entorno dramático
El cruce:
"Kick-Ass" + "Salt" + "Memoria letal" +
"Smilla, misterio en la nieve"
Calificación:
8,5 (sobre 10)
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