Cine actualidad/ "SUCKER PUNCH"

Los mundos de Babydoll




¡Qué decepción! en todos los sentidos...



"Sucker Punch" comienza de un modo absolutamente fascinante. Siete u ocho minutos sencillamente magistrales, en los que, con una narrativa minimalista pero de demoledora eficacia, se nos cuenta la triste historia de Babydoll, una joven cuya madre y hermana han sido asesinadas por su padrastro y ella misma inculpada de la muerte de la segunda, por lo que es recluída en un tenebroso hospital psiquiátrico en el que, en los instantes previos a ser lobotomizada, crea una fantasía en la que la heroína y las otras internas escapan a su destino merced a las alas de la imaginación.



Zack Snyder debutó con buen pie (y mejores críticas) con la terrorífica "Amanecer de los muertos", y se hizo de oro con la épica y taquillera "300". A partir de ahí, su aún corta carrera no ha hecho sino caer en picado. "Watchmen", aun conteniendo gotas de buen cine, defraudó a propios y extraños, la animada "Ga'Hoole" desanimó a casi todo el mundo y "Sucker Punch", que prometía acción, fantasía y chicas guapas... tan sólo proporciona generosas dosis de lo tercero.



Tras el afortunado inicio al que antes me refería, el cual, de haberse tratado de un cortometraje, habría quedado brutal, Snyder compone una especie de culebrón en el que se superponen hasta tres niveles argumentales a cada cual más onírico e irreal. Tomando como punto de partida una ambientación que parece querer reproducir la de los thrillers de suspense de los años cuarenta del siglo pasado, la historia enseguida se transmuta en una especie de vodevil sórdido en el que los números musicales que se supone interpreta la protagonista son sustituídos por la visualización de las aventuras fantásticas en las que ella y sus compañeras se enfrentan a gigantescos samurais, diabólicos nazis o flamígeros dragones, siempre, éso sí, ligeritas de ropa o semivestidas con los atuendos más ajustados y sexys. El espectador, el muy lascivo al que le trastornan los escotes, los shorts de cuero y las pantorrillas interminables pero también aquél que tan sólo aspira a que le entretengan con adecuadas escenas de aventura, no tarda mucho en caer en el aburrimiento. Un puñado de lolitas contonéandose y y muy pocas ideas realmente afortunadas la verdad es que no dan mucho de sí. Las escenas que se supone transcurren en el nivel intermedio, en el que la institución mental es una especie de prostíbulo musical, son de un cutrerío demodé que tira de espaldas. Las batallas imaginadas cansan a fuer de exageradas, e incluso el colorido, erróneamente elegido, invita a apartar los ojos de la pantalla. El reparto, que incluye a cinco bellezones (Emily Browning, Abbie Cornish, Jena Malone, Jamie Cheung y Vanessa Hudgens), una madurita de buen ver (Carla Gugino), un ex candidato a Superman (Jon Hamm) y un viejo vaquero metido a mentor espiritual (Scott Glenn), hace lo que puede con sus papeles unidimensionales, pero llega el inaguantable Oscar Isaac y arrambla con todo. No soporto a este actor, que me saca de mis casillas desde que lo ví en el “Agora” de Alejandro Amenábar. Claro que la culpa de que "Sucker Punch" se quede en un maravilloso comienzo al que todo lo demás le sobra, no es de Isaac y ni siquiera del ridículo guión, sino del pretencioso Zack Snyder, que se obstina en deslumbrar a cualquier precio y tan sólo consigue hastiar y aburrir. ¡Qué miedo da pensar en que el próximo “Superman”, a punto de empezar a rodarse, ha recaído en sus manos…!



Luis Campoy



Lo mejor: la secuencia inicial, un auténtico prodigio


Lo peor: todo lo demás


El cruce: "Oliver Twist" + "Annie" + "Kill Bill" + "Sky Captain" + "Harry Potter y el Cáliz de Fuego"


Calificación: 6 (sobre 10)


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