Cine actualidad/ "STONE"

Raro, raro, raro




Un funcionario de prisiones a punto de jubilarse afronta el que será su último caso: aprobar o denegar la libertad condicional de un peculiar recluso que se afirma rehabilitado, pero que no duda en utilizar a su bella esposa para influir en la decisión del agente...



Con este esquema argumental se acaba de estrenar entre nosotros "Stone", la segunda película de Milla Jovovich que llega a España en apenas dos meses (la otra fue "Resident Evil: Ultratumba", aunque no sería raro que todos la hubiéramos olvidado ya). En esta ocasión, en lugar de pútridos zombies, la acompañan dos pesos pesados de la interpretación, cada uno de ellos selectos abanderados de su respectiva generación: Robert De Niro y Edward Norton. También acabamos de ver a De Niro en "Machete" de Robert Rodriguez, pero su participación en aquella violenta cinta de aventuras no dejaba de ser episódica y caricaturesca. Ahora, bajo la dirección del desconocido John Curran, el genial actor tiene la ocasión de dar vida a un personaje por lo menos algo más elaborado, si bien ni siquiera su probada excelencia basta para levantar un film extraño y desconcertante.



Viendo "Stone" (que, por cierto, es el apodo por el que se conoce al recluso interpretado por Edward Norton), me pareció, nuevamente, que viajaba en un túnel del tiempo, esta vez con destino a los años setenta. El tono de la fotografía, la planificación, el montaje y el sonido me recordaron poderosamente a los que imperaban en aquella década, característicos de films como "Serpico" o "Al otro lado de la medianoche". De hecho, a no ser porque aparecen ciertos artilugios informáticos (pantallas de ordenador, ratones, etc.), diríase que De Niro y su esposa viven en efecto atrapados en aquellos años, como, por otra parte, su soledad y su aislamiento hacen sugerir.



No sé muy bien qué es exactamente lo que el director John Curran pretendía conseguir poniendo en escena este guión tan pretencioso como insatisfactorio. Los primeros minutos parece que van en un sentido, la siguiente media hora cambia de registro, el final parece un trhiller y el epílogo te hace pensar que no has entendido nada de nada. Pero a mí me parece que más bien el realizador no ha sido capaz de encontrar el tono, ni de focalizar exactamente aquéllo que quería transmitir. Algo muy triste, tratándose, no lo olvidemos de la segunda colaboración de Robert De Niro y Edward Norton, que ya habían coincidido en "Un golpe maestro" (allí con el finado Marlon Brando). De Niro, por otra parte, parece deambular sin rumbo y sin saber si está en un drama o en una comedia: Norton, peinado por el mismo peluquero de Pinto, el portero suplente del Barça, es quien mejor parado sale, y Jovovich tiene ocasión de mostrarnos su vena más calenturienta (y unos pezones inconfundibles).



Odio salir del cine sin enterarme de lo que pasado. Es como si el dinero que he pagado no hubiese servido para comprender la historia, para disfrutar a ese par de actores geniales, para pasar un rato ameno. Es una pena que, visto de esa manera, "Stone" se quede a medio camino de todo y no vaya hacia ninguna parte.



Luis Campoy



Lo mejor: la secuencia en la que Robert de Niro y Milla Jovovich pelan huevos duros, guiño cómplice a "El corazón del Angel"


Lo peor: la sensación de no haberte enterado de nada


El cruce: "Fuego en el cuerpo" + "Las dos caras de la verdad"


Calificación: 5 (sobre 10)

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