Cine actualidad/ "KARATE KID"

Cuelga chaqueta, descuelga chaqueta…




Como un monstruoso deja-vu, este verano cinematográfico se ha visto colapsado por una sucesión de remakes de títulos emblemáticos de los años 80, lo cual a los cinéfilos de cierta edad nos retrotrae inevitablemente a un tiempo que, muchas veces y casi por definición, fue mejor que el que hoy nos toca vivir. Como avanzadilla de esta tendencia revisionista y, sobre todo, nostálgica, en abril nos llegó "Furia de titanes", y, ahora, en apenas treinta días, hemos podido ver las actualizaciones de "El Equipo A", "Depredador" y, últimamente, "Karate Kid" . Remakes o nuevas versiones de películas o incluso de canciones los ha habido siempre, y los seguirá habiendo; a veces son innecesarios y casi siempre resultan inferiores al original, pero siempre, siempre, tienen los cimientos de su edificio firmemente asentados: es más fácil rehacer algo que crearlo de la nada.



En 1985, un señor llamado John G. Avildsen decidió presentar en sociedad su propia versión juvenil de su film más emblemático, “Rocky”, que en su día lanzara a la fama al musculoso Sylvester Stallone. Si en “Rocky” se contaba la historia de un boxeador anónimo y maduro que, de repente y gracias a la ayuda de un viejo instructor, se convertía en Campeón de los pesos pesados, en "Karate Kid" se narraban las vicisitudes de un adolescente que, casi sin proponérselo y debido al apoyo de un anciano japonés, llegaba a ser imprevisto Campeón de karate. El film, que protagonizaron el joven Ralph Macchio y el no tan joven Noriyuki "Pat" Morita, fue un exitazo universal que dio pie no sólo a dos secuelas oficiales, sino también a una serie de dibujos animados e incluso a una cuarta entrega cinematográfica, en la que se sustituyó a Macchio por una chica: Hilary Swank. Como es sabido que Hollywood, ante la crisis que también afecta al mercado de las ideas, no deja de mirar a su más o menos glorioso pasado, no era de extrañar que tarde o temprano acabara recuperando esta historia de amistad, amor, superación y deporte. Obviamente, no se podía contar con los actores originales (Macchio ya es un cuarentón y Morita, el pobre, falleció hace unos años), parece que a Will Smith, ex-Príncipe de Bel Air, protagonista de "Independence Day" y "Hombres de negro" y máximo impulsor de esta nueva versión, se le ocurrió la genial idea de que su propio hijo, Jaden Smith, hiciese las veces de alumno, y de que todo un icono del cine de artes marciales, Jackie Chan, diese vida a su maestro. Lo de Chan a muchos nos pareció, dentro de lo malo, casi una buena noticia, pero, en cuanto a lo del pequeño Smith (que ya había actuado junto a su padre en "En busca de la felicidad"), el reto parecía imposible de superar. Y bueno, partiendo de lo innecesario del remake (¿por qué no restaurar, digitalizar, remasterizar y directamente reestrenar la peli original?), lo cierto es que a) el pequeño no lo hace mal del todo y b) la película en sí tampoco es totalmente despreciable. No nos engañemos: tampoco la versión original era nada del otro mundo, simplemente un film amable, efectivo y efectista, que muchos recordamos con cariño merced a esa nostalgia de la que hablaba al inicio de este artículo. La revisión que ha facturado Harald Zwart traslada la acción a la exótica China, y destina gran parte de su excesivo metraje a mostrarnos hermosos paisajes y coloridas costumbres de aquellas tierras, logrando ser amena incluso cuando la acción decae. Un detalle curioso es que lo que el maestro Jackie Chan enseña a su discípulo Jaden Smith no es karate (como promete el título)... sino kung fu, lo cual no sé si es en sí mismo un error intencionado o bien tiene que ver con un primer intento de rebautizar al film como "Kung Fu Kid" (creo recordar que durante algunos meses el proyecto se presentó así). No cabe duda de que si uno pretende aprender artes marciales lo mejor es que acuda a una academia especializada y no a una sala de cine, como también es cierto que, si queréis ver una buena película, lo mejor es que entréis a ver "Origen", que seguro que se sigue proyectando en la sala de al lado. Con todo, y a pesar de sus múltiples defectos (no hay quien se crea que el pequeño Smith sea capaz de aprender kung fu colgando y descolgando una chaqueta, no hay por dónde coger la absurda historia de amor interracial que nos quieren vender... y no hay quien aguante los estúpidos mohínes y aspavientos de Taraji P. Henson, que interpreta a la madre del protagonista), este nuevo "Karate Kid" es un entretenimiento sano y agradable, que no insulta la memoria de su predecesora y que, como siempre digo, al menos te permite ver con tus hijos una película limpia y edificante.



Luis Campoy



Lo mejor:  Jackie Chan, las "postales" de China


Lo peor: la sobreactuación de Taraji P. Henson


El cruce: "Karate Kid" + "Karate Kid II"


Calificación: 7 (sobre 10)

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