Zapatero no nos quiere

En cuestión de pocas semanas el panorama socio-laboral se ha enquistado con consecuencias imprevisibles. A la crisis económica, una de las peores de la Historia, primero negada y luego tan mal gestionada por Zapatero y su equipo, ahora se une el modo alocado y chabacano en que se está acometiendo la reforma de las pensiones. Todos los que trabajamos tenemos un pensionista encima, porque todos confiamos en llegar a los 65 años con salud, con seguridad y con algo de tiempo por delante para disfrutar el ocaso de nuestra existencia. Pero ahora viene Zapatero y nos dice que, para jubilarnos, tenemos que trabajar dos añitos más de lo previsto, y que, para tener derecho a la pensión, ya no basta con tener cotizados 15 años, sino que ahora necesitaremos 25. Da igual que luego se hayan retractado en algunas de estas medidas tremendamente impopulares, pues el daño ya está hecho y el daño, seguramente irreparable, consiste en demostrar a la opinión pública que quienes les gobiernan no les quieren, y que son tan blandos e inseguros que no pueden mantener ni siquiera sus propios remedios frente a la primera queja de los sindicatos. La cuestión no es que una medida impopular no pueda ser necesaria, es que a nadie le gusta que le impongan las cosas de esa manera, pasando por encima de los líderes sociales, y es tanto o más lamentable que demuestren tan poca convicción en si mismos que se desdigan a las primeras de cambio. Es como si yo les impongo a mis hijos un castigo desmesurado y desagradable, pero, en cuanto abren la boca para quejarse, me hago atrás y, si te he visto, no me acuerdo. Lo que decía anteriormente acerca de la carencia de afecto que nos depara este gobierno zapaterista es uno de los mayores dramas a los que nos tenemos que enfrentar. De acuerdo, la crisis es jodidamente grave y, por su carácter global (es que todo es global en la Era de Internet), no puede achacársele a los Socialistas españoles, pero son mil los detalles que nos demuestran que se nos gobierna sin un programa político claro, sin ideas, sin entusiasmo… sin cariño. Todo se improvisa de un día para otro, o, incluso, de un minuto para otro; todo es una chapuza, todo es un paripé. Lo de la Presidencia europea, lo del Desayuno de Oración que sólo se aceptó con el propósito de darse posteriormente el pegote trayendo a Obama, quien, a última hora, va y dice que nunca tuvo tal compromiso en su Agenda… Y ¿para qué hablar de la descabellada propuesta efectuada al Fútbol Club Barcelona para erigirse en Embajador de España en el Mundo…? El Barça, indudablemente, es ahora mismo el equipo que mejor juega al fútbol, y entre sus millones de seguidores se cuenta el propio Zapatero (y yo mismo), pero hasta mi hija de nueve años sabe que está presidido por un hombre que se ha quedado ronco de tanto decir que no se siente español…. Son tantos y tantos desaguisados que da miedo pasarles revista, pero lo de las pensiones… lo de las pensiones se lleva la palma. Repito: puede ser que el fondo de la cuestión (el gasto representado por las pensiones con respecto al PIB puede llegar a duplicarse en pocos años, y la única solución pasa por que, ya que no hay trabajo para más gente, los que sí trabajan tengan que verse obligados a trabajar durante más años), pero la forma (presentando la medida de espaldas a todo el mundo y eludiendo cualquier consenso) es desastrosa, absolutamente indigna de un Gobierno que en sus inicios dedicó todo su esfuerzo a las mejoras sociales. Lo dicho: los españoles no nos sentimos queridos por nuestros gobernantes… y, muchas veces, ni tan siquiera gobernados.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Bueno...¡esto es lo que hay!
nadie lo podía haber explicado mejor.

Ahora ¿quien le pone el cascabel al gato?...

Menos mal que cada uno empieza a colocarse en su sitio...los sindicatos con los sindicatos, la oposición haciendo oposición, el Gobierno a lo suyo, los catalanes a la diestra del Dios Padre...

¿Y los españoles todos? ¿donde nos colocamos los españoles?

Espero que sea con una gran manifiestación o protesta sobre una situación que nadie sabe donde vá, pero que si es verdad que no va hacia el progreso, ni el bienestar, ni siquiera va hacia la estabilidad.

Una manifestación tan grande como la que hicimos contra la Guerra, contra Aznar.

y después Dios dirá.

Pero por lo menos el Gobierno se enterará de que no podemos darle más tiempo para que acierte o no con sus medidas para combatir la crisis.

Como siempre mil besos,AMIGO.

MARISA
Luis Campoy ha dicho que…
Desde luego que los políticos chapuceros, tengan la ideología que tengan, incluso los que casi parece que no tengan ninguna más que la de la torpeza y la improvisación, se merecen una rotunda respuesta popular. Si los sindicatos mayoritarios convocan una manifestación conjunta, yo creo que la voy a secundar. ¡Un besito, querida amiga!

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