Cine/ "INVICTUS"

Rugby para hermanar



Nelson Mandela, líder negro en un país de mayoría negra, pasó 28 años en la cárcel por rebelarse contra la opresión de un gobierno minoritario de blancos que sometía y marginaba brutalmente a los pobladores autóctonos de Sudáfrica. Pocas veces ha irritado tanto al mundo la flagrante injusticia de tan bárbaro atentado contra los derechos humanos. Cuando Mandela salió de la cárcel (por cierto, hace precisamente hoy 20 años) no tardó mucho en presentarse a las elecciones legislativas y las ganó con aparente facilidad. Por fin las cosas volvían a su orden natural, pero había demasiado odio y quedaban demasiadas heridas abiertas, y hacía falta un acontecimiento que consiguiera suavizar los recelos y lograse que negros y blancos se entusiasmaran con la consecución de un objetivo común. Así surgió la Copa del Mundo de Rugby que se iba a celebrar en Sudáfrica en 1995, y que Mandela utilizó con coraje y astucia para limar seculares asperezas... Así podría resumirse, en líneas generales, el argumento de "Invictus", el nuevo film del veteranísimo Clint Eastwood, en un registro muy diferente al de su anterior "Gran Torino", que amasó una fortuna en taquilla y cosechó críticas bastante entusiastas. De momento, ni el público ni la crítica se han mostrado igual de entusiasmados con "Invictus", lo cual no es de extrañar. Basada en una novela de John Carlin, la película, sin ser totalmente fallida ni desdeñable, reúne una serie de defectos bastante imperdonables en un realizador de la madurez de Eastwood. Para empezar, parece como si el guión lo hubiese escrito y supervisado el propio Mandela, pues, como dice uno de los personajes, "aunque a veces nos parezca un dios, se trata solamente de un hombre". Así de divino aparece el líder sudafricano que con tanta convicción encarna el siempre soberbio Morgan Freeman, no en vano el único actor negro capaz de convencernos de que Dios podría tener su apariencia (lo hizo en "Como Dios" y su secuela, "Sigo como Dios"). Pero, para tratar de ser una semblanza biográfica más o menos creíble, deberían haberse expresado alguno que otro de los defectillos del personaje, que, al fin y al cabo, estuvo preso por conspiración y terrorismo, y que, tanto se esforzó por defender los derechos de sus hermanos de raza, que descuidó absolutamente a su propia familia, con la que se relacionaba con extrema dificultad. De su esposa Winnie, que le aguardó abnegadamente mientras permaneció en prisión, se divorció poco después de salir libre, y en el film se pasa absolutamente de puntillas por tan espinoso asunto, llegando hasta el extremo de que la ex-señora Mandela ni siquiera aparece en pantalla. El objetivo de ensalzar tan sólo las virtudes del personaje retratado es tan evidente como (¿por qué no admitirlo?) legítimo, pero no cabe duda de que tal manipulación lastra bastante las pretensiones quasi documentalistas del film. Por otro lado, el innegable carisma y don de gentes de Mandela se ven tan circunscritos a su empeño de conseguir que todo el país apoyase a un equipo de rugby que hasta entonces sólo había representado a la minoría supremacista blanca, que es inevitable que parezca que tanta obsesión es un desprecio a las cuestiones mucho más importantes que acongojaban a la nación, y que seguro que Mandela no dejó de lado, como sí hace el film. Asímismo, los minutos que se le dedican al entrenamiento de los jugadores y la preparación de los partidos, por no hablar de la equivocada planificación del encuentro decisivo, que abusa hasta el sopor de un recurso que me gusta tan poco como la cámara lenta, no son lo suficientemente atractivas, rompen el ritmo y se hacen bastante, bastante pesados. Nelson Mandela se merecía un homenaje más sincero y un retrato más objetivo, Morgan Freeman se merecía más oportunidades de lucimiento y Matt "Bourne" Damon, que encarna al capitán del equipo de rugby, se merecía un personaje mejor escrito. Como dije antes, no se trata de una mala película, pero a la edad que tiene Eastwood pienso que uno debería replantearse muy mucho las cosas y ser más exigente con los guiones y con los proyectos en general, que, al fin y al cabo, cualquier film puede ser el último.



Luis Campoy



Lo mejor: Morgan Freeman y el logro de conseguir que quienes, incomprensiblemente, nunca habían oído hablar de él, ahora sepan quién es Nelson Mandela


Lo peor: la excesiva importancia conferida al rugby, el retrato demasiado maniqueo de Mandela


El cruce: "Gandhi" + "Evasión o victoria"


Calificación: 7 (sobre 10)

Comentarios

latrastiendadelascucas.com ha dicho que…
Hola Luis:
Tengo muchas ganas de ver la peli, pero no sabia cosas de las que tú expresas, espero que me guste.
Un saludo
Luis Campoy ha dicho que…
Bueno, Tere, si por escribir un humilde artículo he conseguido revelarte cosas que ignorabas sobre Nelson Mandela, ya me doy por satisfecho. Espero que te guste la película si la ves.

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