La muerte del Capitán América
Hoy mismo acabo de enterarme… y deseo fervientemente que no sea verdad (aunque sé que sí lo es), o, al menos, que se trate de algo eventual o pasajero.
Ahora es el Capitán América quien ha muerto.
Hace unos años le tocó el turno a Superman, aunque todo fue fruto de una estrategia comercial de DC Comics. Sí, la saga en la que el Hombre de Acero moría (a manos de Doomsday) resultó maravillosamente trágica, con dibujos de un Dan Jurgens en plena forma, pero tras ella sobrevino otra macro-saga titulada “El Reinado de los Superhombres”, después de la cual el último hijo de Krypton volvía a la vida, más cachas que nunca. Asimismo, en Marvel acababan de matar a mi adorado Spiderman (lo comentábamos aquí apenas hace unas semanas), también como pretexto para una hiperpoderosa resurrección.
Lo del Capitán América parece que va en serio, o al menos éso ha declarado Joe Quesada, el editor en jefe de Marvel. Al parecer, una figura como Steve Rogers, que en su uniforme personifica los colores y las estrellas de la bandera norteamericana y cuya ideología, en según qué momentos, ha coqueteado peligrosamente con el más prepotente imperialismo yanqui, está más bien desfasada en el seno de la sociedad y cultura actuales, así que se ha tomado la decisión consensuada de eliminarlo. Personalmente, discrepo rotundamente de esta medida (como si a alguno de los jerifaltes de la editorial le importase un rábano mi discrepancia), y más aún después de que el año pasado ya se “matase” a otros varios Vengadores (supergrupo liderado por el Capi), como el segundo Hombre Hormiga, Sota de Corazones y, sobre todo, Ojo de Halcón. Pero no nos engañemos: por mucho que este último personaje, un arquero de infalible puntería, me hubiese tocado la fibra a lo largo de su trayectoria de 40 años, lo cierto es que el Capitán América empezó su andadura muchísimo antes, durante la Segunda Guerra Mundial, y yo nunca le he podido ver como una apología viviente del capitalismo del Tío Sam, sino como un soldado obediente y valeroso, un estratega de inteligencia aguda y la encarnación de todos los valores asociados a la amistad, el compañerismo y el trabajo en equipo.
No sería el primer superhéroe que regresa de la tumba, pero, en cualquier caso, la realidad es que Steve Rogers, el Capitán América, cuyas historietas comenzaron a publicarse en 1941, es abatido a tiros por un francotirador en el número 25 de su actual colección, dentro de un episodio perteneciente al crossover denominado “Civil War” (“Guerra Civil”) que está acabándose de publicar en los USA y que llegará a España en fechas muy próximas.
Esperemos que vuelva, pero, si no lo hace… DESCANSA EN PAZ, CAPITÁN.
Ahora es el Capitán América quien ha muerto.
Hace unos años le tocó el turno a Superman, aunque todo fue fruto de una estrategia comercial de DC Comics. Sí, la saga en la que el Hombre de Acero moría (a manos de Doomsday) resultó maravillosamente trágica, con dibujos de un Dan Jurgens en plena forma, pero tras ella sobrevino otra macro-saga titulada “El Reinado de los Superhombres”, después de la cual el último hijo de Krypton volvía a la vida, más cachas que nunca. Asimismo, en Marvel acababan de matar a mi adorado Spiderman (lo comentábamos aquí apenas hace unas semanas), también como pretexto para una hiperpoderosa resurrección.
Lo del Capitán América parece que va en serio, o al menos éso ha declarado Joe Quesada, el editor en jefe de Marvel. Al parecer, una figura como Steve Rogers, que en su uniforme personifica los colores y las estrellas de la bandera norteamericana y cuya ideología, en según qué momentos, ha coqueteado peligrosamente con el más prepotente imperialismo yanqui, está más bien desfasada en el seno de la sociedad y cultura actuales, así que se ha tomado la decisión consensuada de eliminarlo. Personalmente, discrepo rotundamente de esta medida (como si a alguno de los jerifaltes de la editorial le importase un rábano mi discrepancia), y más aún después de que el año pasado ya se “matase” a otros varios Vengadores (supergrupo liderado por el Capi), como el segundo Hombre Hormiga, Sota de Corazones y, sobre todo, Ojo de Halcón. Pero no nos engañemos: por mucho que este último personaje, un arquero de infalible puntería, me hubiese tocado la fibra a lo largo de su trayectoria de 40 años, lo cierto es que el Capitán América empezó su andadura muchísimo antes, durante la Segunda Guerra Mundial, y yo nunca le he podido ver como una apología viviente del capitalismo del Tío Sam, sino como un soldado obediente y valeroso, un estratega de inteligencia aguda y la encarnación de todos los valores asociados a la amistad, el compañerismo y el trabajo en equipo.
No sería el primer superhéroe que regresa de la tumba, pero, en cualquier caso, la realidad es que Steve Rogers, el Capitán América, cuyas historietas comenzaron a publicarse en 1941, es abatido a tiros por un francotirador en el número 25 de su actual colección, dentro de un episodio perteneciente al crossover denominado “Civil War” (“Guerra Civil”) que está acabándose de publicar en los USA y que llegará a España en fechas muy próximas.
Esperemos que vuelva, pero, si no lo hace… DESCANSA EN PAZ, CAPITÁN.
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