Comic: Luchando en equipo
Con cierto retraso (la verdad es que desde que me he mudado a Lorca y no paso una hora diaria viajando en tren, leo bastante menos) acabo de terminar la lectura del número 9 de la edición de Panini de “Marvel Team-Up”, la colección que en los años 70 narraba las aventuras de Spiderman en compañía de otros héroes del Universo Marvel.
Recuerdo cuando, siendo niño, era asiduo comprador de los comics que publicaba por aquel entonces Ediciones Vértice. Se trataba, en principio, de unos tomitos en formato similar al de las novelas de bolsillo (de hecho, la denominación oficial de los mismos era “pockets”), cuya edición era un verdadero despropósito, ya que no sólo prescindía del color original sino que retocaba todas las viñetas, que pasaban de 10 ó 12 en cada página americana a convertirse en una sola por cada hoja de la edición española, para lo cual un anónimo dibujante (¿?) añadía brazos, piernas, edificios o lo que se le pasase por las narices para conseguir que la viñeta de marras copase por sí misma el espacio de lo que hoy conocemos como formato A5. ¡Una masacre en toda regla!. De todas formas, ningún desbarajuste técnico podía adulterar la magia que contenían aquellos tebeos, llenos de historias de acción protagonizadas por héroes valientes, nobles y poderosos que, en aquellos primeros años 70, pasaban por su mejor momento. Después de aquel primer período (que se conoció como “Volumen 1”), Ediciones Vértice recuperó la cordura y pasó a un “Volumen 2” en el que ¡por fin! se respetaban los formatos de página originales, y aún hubo tiempo de publicar un “Volumen 3” en el que, además, se teñían todas las historias de color.
La serie original conocida como “Marvel Team-Up” comenzó a publicarse justo al final del Vol. 1 de Vértice, y prosiguió su andadura en el formato del Vol. 2, es decir, con paginación respetuosa para con el tamaño y estructura originales. El título español no fue una traducción directa del inglés (que hubiera debido ser “En equipo”, o algo parecido), sino que se convirtió en “Super Héroes”. Tampoco conservaba las portadas originales (bueno, éso, en realidad, nunca sucedió en Vértice), sino que llevaba cubiertas firmadas por el estupendo ilustrador López Espí, el cual, si bien con bastante talento, se limitaba a copiar la cubierta USA o algún dibujo del interior del comic. Nunca me gustó entonces la colección “Super Héroes”, pues, aunque es cierto que el protagonista fijo era casi siempre mi héroe favorito (ya lo sabéis, ¿no?), Spiderman, las historias que se narraban iban al margen de la continuidad “normal” del personaje, las unas se continuaban con las otras y casi nunca se publicaban en España en el orden adecuado y con la periodicidad necesaria. Resumiendo: disfrutar, en toda su valía y majestuosidad, la colección “Marvel Team-Up” era prácticamente imposible.
Panini, que actualmente publica el material Marvel en España, ha cometido algún que otro fallo (el más evidente, y el que primero me viene a la cabeza: la supresión del correo de los lectores en casi todas las colecciones), pero al menos ha tenido el buen juicio de mantener la mayoría de iniciativas llevadas a cabo por Forum, su predecesora, por ejemplo, la recuperación de materiales clásicos. Gracias a ello, y, a pesar de que se han cancelado títulos como “Spiderman de John Romita” o “Peter Parker, Spiderman”, además de la “Biblioteca Marvel: Spiderman” (tomitos recopilatorios en tamaño pocket y en blanco y negro… en el más puro “estilo Vértice”), también se ha registrado la llegada de nuevas cabeceras como “Spiderman Classic” (¿o vuelve a retitularse “Classic Spiderman”?) y, sobre todo, este “Marvel Team-Up” gracias al cual por fin estoy saboreando como se merece esta añeja colección que resume algunas de las características del mejor comic de superhéroes: aventura, acción, diálogos chispeantes, dibujos claros y dinámicos y héroes y villanos en estado puro.
Tal vez algunos me tacharíais poco menos que de “loco” si dijera que prefiero los guiones del nunca bien ponderado Len Wein a los que hoy día perpetran señores como Joe Michael Straczinsky o Brian Michael Bendis, o que me gustan más los dibujos del también injustamente menospreciado Sal Buscema que los de los Deodatos o Romitas Jr. de turno. Tampoco tengo claro que ésto sea así, entre otras cosas porque no creo en aquéllo de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Lo que sí es verdad es que leyendo, más de 30 años después, historias como las de Spiderman y el (¿difunto?) Ojo de Halcón enfrentándose al ordenador humanoide Quasimodo, me doy cuenta de que me lo paso “pìpa”, de que la lectura (y el visionado) de aquellas viñetas me satisface más que cuando hago lo propio con las series actuales, que sí, son más adultas, más oscuras, más violentas y puede que también más espectaculares… pero tanta espectacularidad, tanta violencia, tanta oscuridad y tanta madurez no enmascaran el hecho de que los tebeos de los 70 eran, en su mayoría, más divertidos que los comics de la actualidad.
Recuerdo cuando, siendo niño, era asiduo comprador de los comics que publicaba por aquel entonces Ediciones Vértice. Se trataba, en principio, de unos tomitos en formato similar al de las novelas de bolsillo (de hecho, la denominación oficial de los mismos era “pockets”), cuya edición era un verdadero despropósito, ya que no sólo prescindía del color original sino que retocaba todas las viñetas, que pasaban de 10 ó 12 en cada página americana a convertirse en una sola por cada hoja de la edición española, para lo cual un anónimo dibujante (¿?) añadía brazos, piernas, edificios o lo que se le pasase por las narices para conseguir que la viñeta de marras copase por sí misma el espacio de lo que hoy conocemos como formato A5. ¡Una masacre en toda regla!. De todas formas, ningún desbarajuste técnico podía adulterar la magia que contenían aquellos tebeos, llenos de historias de acción protagonizadas por héroes valientes, nobles y poderosos que, en aquellos primeros años 70, pasaban por su mejor momento. Después de aquel primer período (que se conoció como “Volumen 1”), Ediciones Vértice recuperó la cordura y pasó a un “Volumen 2” en el que ¡por fin! se respetaban los formatos de página originales, y aún hubo tiempo de publicar un “Volumen 3” en el que, además, se teñían todas las historias de color.
La serie original conocida como “Marvel Team-Up” comenzó a publicarse justo al final del Vol. 1 de Vértice, y prosiguió su andadura en el formato del Vol. 2, es decir, con paginación respetuosa para con el tamaño y estructura originales. El título español no fue una traducción directa del inglés (que hubiera debido ser “En equipo”, o algo parecido), sino que se convirtió en “Super Héroes”. Tampoco conservaba las portadas originales (bueno, éso, en realidad, nunca sucedió en Vértice), sino que llevaba cubiertas firmadas por el estupendo ilustrador López Espí, el cual, si bien con bastante talento, se limitaba a copiar la cubierta USA o algún dibujo del interior del comic. Nunca me gustó entonces la colección “Super Héroes”, pues, aunque es cierto que el protagonista fijo era casi siempre mi héroe favorito (ya lo sabéis, ¿no?), Spiderman, las historias que se narraban iban al margen de la continuidad “normal” del personaje, las unas se continuaban con las otras y casi nunca se publicaban en España en el orden adecuado y con la periodicidad necesaria. Resumiendo: disfrutar, en toda su valía y majestuosidad, la colección “Marvel Team-Up” era prácticamente imposible.
Panini, que actualmente publica el material Marvel en España, ha cometido algún que otro fallo (el más evidente, y el que primero me viene a la cabeza: la supresión del correo de los lectores en casi todas las colecciones), pero al menos ha tenido el buen juicio de mantener la mayoría de iniciativas llevadas a cabo por Forum, su predecesora, por ejemplo, la recuperación de materiales clásicos. Gracias a ello, y, a pesar de que se han cancelado títulos como “Spiderman de John Romita” o “Peter Parker, Spiderman”, además de la “Biblioteca Marvel: Spiderman” (tomitos recopilatorios en tamaño pocket y en blanco y negro… en el más puro “estilo Vértice”), también se ha registrado la llegada de nuevas cabeceras como “Spiderman Classic” (¿o vuelve a retitularse “Classic Spiderman”?) y, sobre todo, este “Marvel Team-Up” gracias al cual por fin estoy saboreando como se merece esta añeja colección que resume algunas de las características del mejor comic de superhéroes: aventura, acción, diálogos chispeantes, dibujos claros y dinámicos y héroes y villanos en estado puro.
Tal vez algunos me tacharíais poco menos que de “loco” si dijera que prefiero los guiones del nunca bien ponderado Len Wein a los que hoy día perpetran señores como Joe Michael Straczinsky o Brian Michael Bendis, o que me gustan más los dibujos del también injustamente menospreciado Sal Buscema que los de los Deodatos o Romitas Jr. de turno. Tampoco tengo claro que ésto sea así, entre otras cosas porque no creo en aquéllo de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Lo que sí es verdad es que leyendo, más de 30 años después, historias como las de Spiderman y el (¿difunto?) Ojo de Halcón enfrentándose al ordenador humanoide Quasimodo, me doy cuenta de que me lo paso “pìpa”, de que la lectura (y el visionado) de aquellas viñetas me satisface más que cuando hago lo propio con las series actuales, que sí, son más adultas, más oscuras, más violentas y puede que también más espectaculares… pero tanta espectacularidad, tanta violencia, tanta oscuridad y tanta madurez no enmascaran el hecho de que los tebeos de los 70 eran, en su mayoría, más divertidos que los comics de la actualidad.
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