Comic: COINCIDENCIAS

Mismamente como si se hubiesen puesto de acuerdo. En este mes de Mayo he registrado algunas llamativas coincidencias en varios de los comics cuyas colecciones suelo adquirir, y esas coincidencias me han parecido lo bastante signitifactivas como para dedicarles un artículo. Para empezar, en el número 8 de “Astonishing X-Men”, Joss Whedon y John Cassaday continúan con su saga “Peligroso” (¿no sería mejor traducido “Peligrosa”?), en la que se narra el modo en que la famosa Sala de Peligro (donde desde tiempos inmemoriales se entrena la Patrulla X) adquiere conciencia y voluntad propia, llegando incluso a tomar forma corpórea. Tengo que decir que este episodio es un poco decepcionante con respecto al anterior, pero se agradece el toque terrorífico que aporta el desdichado Alas, el adolescente que se suicidaba lanzándose al vacío tras haber perdido sus poderes mutantes. El hecho de que Alas regrese de entre los muertos convertido en zombie confiere al tebeo una dimensión suplementaria, que lo hace aún más atractivo para un amplio espectro (permitidme el chiste malo) de público. Pero es que en el número 11 de “Ultimate Fantastic Four” tenemos otra ración de zombies, sólo que aún más espectacular. Tras un experimento transdimensional, el joven Reed Richards de la línea ultimate contacta con su yo adulto perteneciente al universo Marvel convencional, a resultas de lo cual viaja a una realidad alternativa en la que todos los superhéroes han caído vícitimas de una extraña enfermedad que les ha convertido en oscuras criaturas necesitadas de alimentarse de otros superseres todavía sanos. El guiño a películas como “28 días después” o “Amanecer de los muertos” es más que evidente, y queda espectacularmente resaltado por un sorprendentemente maravilloso dibujo de Greg Land. Pero no se acaban aquí las casualidades, ya que en este mismo “Ultimate Fantastic Four 11” Mark Millar cuenta el modo en que, durante un viaje temporal, la Cosa derriba de un puñetazo a un enorme Tiranosaurio Rex… que es justamente el mismo bicho que aparece en la doble página inicial del número 5 de “Los Nuevos Vengadores”, también publicado este mes. Lo del dinosaurio es lógico, ya que en el número anterior dejábamos al Capitán América, Iron Man, Spiderman, Luke Cage y Spiderwoman recién llegados a la Tierra Salvaje, a donde habían acudido en busca del científico Karl Lykos, más conocido como Saurón (con acento bien grande para distinguirlo del villano de “El Señor de los Anillos”), que es capaz de convertirse en hipnótico pterodáctilo.

Tres comics, tan diferentes los unos de los otros (bueno, todo lo diferentes que pueden ser unos tebeos de superhéroes procedentes de la misma editorial), y, sin embargo, capaces de albergar en un mismo mes tan evidentes y espectaculares coincidencias. Como dijo Stan Lee: “Excelsior!”.

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