Hace
ahora un año, la primera entrega de “Wicked”,
después de verla dos veces en la pantalla grande, se convirtió en la película
que más me gustó en todo 2024. Eso,
claro está, puso el listón muy alto de cara a su continuación. Recordemos que al final de “Wicked” veíamos cómo Elphaba Thropp, la
joven alumna de piel verde de la universidad de Shiz que había sido llevada a
presencia del supuestamente todopoderoso Mago de Oz, decepcionada ante la falta
de poderes de éste, se veía obligada a abandonarse a su lado oscuro y a asumir
que la auténticamente poderosa era ella.
Al no querer participar en los planes urdidos por el Mago, Elphaba se
exiliaba en el reino del Oeste, mientras su mejor amiga Glinda Upland sufría al
verla marchar y convertirse en la mayor amenaza para los ingenuos habitantes de
Oz. Han pasado cinco años desde entonces
y Glinda, que ahora es la persona más glamourosa y querida de Oz, va a casarse
con el príncipe Fiyero, mientras que Elphaba continúa tratando de ayudar a los
animales parlantes del reino, de paso que sabotea la construcción del famoso
Camino de Baldosas Amarillas. La llegada
de cierta niña traída por un tornado hará que los acontecimientos se
precipiten, y Elphaba y Glinda tendrán que comprobar si su amistad es para bien
o para mal…
La
primera película de “Wicked” apenas
comprendía el primer acto del musical escrito por Stephen Schwartz basándose en los personajes del libro clásico de L. Frank Baum y en la novela de Gregory Maguire. Eso significaba que la conclusión tenía que
centrarse en el segundo acto, que dura bastante menos y contiene canciones
menos inspiradas y conocidas. En
realidad, las dos películas se rodaron al mismo tiempo, a pesar de que, como ha
quedado dicho, argumentalmente transcurren cinco años entre la una y la
otra. Eso quiere decir que, en teoría, “Wicked” y “Wicked Parte II” deberían considerarse como una sola unidad, pero
pienso que esa catalogación perjudicaría a la primera y beneficiaría a la segunda. Es decir, para mi no es que las separen cinco
años… sino cinco años luz. A pesar de
que tanto una como otra han sido dirigidas por el mismo realizador, Jon M. Chu, facturadas por el mismo
equipo técnico e interpretadas por el mismo reparto, la nueva me parece
bastante inferior a la anterior. No diré
que “Wicked Parte II” no me haya
gustado nada, porque estaría mintiendo, pero no puedo disimular mi
decepción. La primera “Wicked” me llenó de ilusión, pero la
segunda me ha des-ilusionado un poco. La primera me pareció maravillosa, mientras
que la segunda se me ha hecho algo tediosa.
Por supuesto que Cynthia Erivo
me sigue enamorando (sólo en la pantalla) interpretando a Elphaba y Ariana Grande me encanta (incluso más)
dando vida a Glinda, pero me resulta evidente que la continuación estira
demasiado el chicle, repite cansinamente los mismos conceptos y situaciones y
casi todas las escenas duran el triple de lo que deberían durar. No se entienden muy bien los cambios de rol
de algunos personajes secundarios y la aparición de la niña Dorothy y su consabido
séquito formado por el Espantapájaros, el Hombre de Hojalata y el León Cobarde me
parece pésimamente resuelta. De alguna
manera, esta “Wicked Parte II” asume
la misma función que “Regreso al futuro
Parte II”, pero no con respecto a la primera “Wicked”, sino a “El Mago de
Oz” de 1939, y no lo quiero explicar mejor para no hacer spoilers. O sea, el espectador está obligado no a tener
presentes dos películas sino tres, si es que quiere disfrutar plenamente la que
se acaba de estrenar ahora. En este
sentido, y ya que estamos sembrando analogías, diría asimismo que “Wicked Parte II” es a “El Mago de Oz” lo mismo que “Cobra Kai” a “Karate Kid”, o séase, la subversión de héroes y villanos o, dicho
de otra manera, el blanqueamiento (o reverdecimiento) del “malo” en detrimento
de los “buenos”. Y bueno, si ya, como he
dicho antes, las canciones del Acto 2 (con excepción de “As Long As You’re Mine”) son más flojas que las del Acto 1, por
mucho que, para esta ocasión, el mismísimo Stephen Schwartz haya compuesto dos
temas nuevos, podemos afirmar que ni siquiera la parte musical es especialmente
llamativa.
No
quiero que parezca que tengo algo personal en contra de “Wicked Parte II” o que desaconsejo su visionado. Nada más lejos de la realidad. Simplemente brindo mi opinión a quien le
interese conocerla, como hago siempre y como pienso seguir haciendo. Y espero no tener disgustos con la
protagonista Cynthia Erivo, que en la campaña de promoción del film se está
mostrando tan sobreprotectora con su compañera Ariana Grande que miedo me da
que se entere de lo que he dicho y la emprenda contra mi. Para criaturas verdosas fuera de sí, ya
tenemos bastante con el Increíble Hulk.
Luis Campoy
Calificación: 6,5 (sobre 10)

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