Cine/ "LA ACOMPAÑANTE"

 



¿Te acompaño?

Iris (pronúnciese “Airis”) y Josh (dígase “Yosh”) conforman una pareja aparentemente perfecta.  Ella cumple solícita todos los deseos de él, y él, a cambio, la cuida y la protege.  Durante un bucólico fin de semana en el campo en compañía de unos amigos, Iris pierde los nervios cuando uno de ellos intenta propasarle con ella, y lo asesina violentamente.  Josh, disgustado, le dice “Iris, duérmete”, y entonces Iris va y, obediente, se duerme.  Porque Iris no es sino un robot de compañía, una “acompañante” tan perfecta que ni ella misma es conocedora de ese “pequeño” detalle…

 

No es la primera vez que el cine nos presenta a robots humanoides que nadie podría identificar como tales: “Westworld, almas de metal”, “Blade Runner”, “Terminator”, “A.I., Inteligencia artificial” o “M3gan” quizás sean los mejores ejemplos.  Isaac Asimov tendría mucho que decir acerca de cómo esta clase de máquinas, que, al fin y al cabo, lo son, llega un momento en que desarrollan una especie de conciencia propia que les permite enfrentarse a sus creadores humanos con intenciones no sólo de rebeldía sino inequívocamente destructivas.  Por otra parte, ya en la novela de Ira Levin de 1972 “The Stepford Wives”, llevada al cine en un par de ocasiones, la última con el título de “Las mujeres perfectas”, se narraba cómo, detrás de una idílica convivencia matrimonial, subyacía una inesperada realidad: aquellas esposas tan bellas y sumisas eran robots.  “La acompañante” transita estos dos caminos unificándolos en uno solo, realizando una inequívoca crítica social desde una apariencia de film de género, o, lo que es lo mismo, utilizando la ciencia ficción para criticar una realidad incómoda.  La denuncia del heteropatriarcado machista (no, no vamos a hablar específicamente del vilipendiado Iñigo Errejón) resulta más amena y divertida si se la envuelve de ropajes fantásticos.  Al fin y al cabo, ¿cómo demonios iba un tipo gris y sosainas como Josh (Jack Quaid) a merecer a una acompañante tan hermosa y complaciente como Iris (Sophie Thatcher) si no fuese porque se trata de una máquina a la que ha alquilado y programado para que se comporte en atención a sus más bajas necesidades…?

 

No quiero que se malinterpreten mis palabras y que parezca que le estoy restando méritos a una película que, en realidad, lo único que pretende es lograr que el espectador se lo pase bien durante 97 minutos que se pasan en un vuelo.  En realidad, el film me encantó, lo disfruté de principio a fin e incluso agradecí que, para variar, gozase de un trasfondo inteligente susceptible de ser comentado y debatido a posteriori.  El realizador al frente de “La acompañante”, Drew Hancock, comenzó como actor y enseguida derivó hacia el terreno del guión y la dirección.  Por su parte, la protagonista Sophie Thatcher es una asidua del cine fantástico y de terror, género al que pertenece su película muy recientemente estrenada, “Heretic”, en la que hacía de misionera mormona acosada por un malvado Hugh Grant.  Su compañero de reparto es Jack Quaid, hijo de los famosos Dennis Quaid y Meg Ryan, que se casaron en 1991 y se divorciaron diez años después, legando su talento conjunto a Jack.

Luis Campoy

Calificación: 7 (sobre 10)

Nota: este artículo lo publiqué originalmente en el número de Marzo de 2025 de la revista "La Placeta de Lorca"

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