Cine/ "CUANDO CAE EL OTOÑO"

 



Por un puñado de setas

En un pequeño y tranquilo pueblo de la Borgoña francesa vive Michelle, una antigua prostituta que abandonó el bullicio de París y se retiró a gozar de la vida campestre con los ahorros que acumuló durante su vida pecaminosa.  Su única familia la constituyen su única hija Valérie, con la que mantiene una pésima relación, y su nieto Lucas, al que adora.  Su tranquila existencia da un giro radical cuando, tras recoger setas en el bosque junto a su mejor amiga Marie-Claude, antigua compañera de profesión, invita a comer a su hija y nieto y la primera resulta levemente envenenada, por lo que amenaza a su madre con denunciarla y no permitirle que vuelva a ver al pequeño Lucas.  La salida de prisión de Vincent, el hijo de Marie-Claude, y el posterior falle cimiento de Valérie no harán sino complicar aún más la existencia de Michelle…

 

El realizador François Ozon (57 años) se dio a conocer en 1998 con “Sitcom”, y enseguida se le consideró “el Almodóvar francés” debido al tono y temática de sus películas, entre las que destacan “8 mujeres”, “Joven y bonita”, “Verano del 85” o “Mi crimen”.  Estoy seguro de que, cuando redactó el guión de “Cuando cae el otoño” al lado de Phillippe Piazzo, Ozon tenía en mente la estupenda y multigalardonada “Anatomía de una caída”, con la que comparte diversos aspectos: una protagonista femenina, una muerte trágica que origina una investigación policial y un niño de por medio.  En este caso, las sospechas que se ciernen en torno a la protagonista Michelle (extraordinaria Hélène Vincent) son todavía más sutiles y me atrevería a decir que tan sólo anidan en la imaginación del espectador más mal pensado… ¿o no?.  ¿Sería capaz una madre de envenenar a su hija sólo para quitársela de en medio y así obtener la custodia de su adorado nieto?  Y, una vez fracasado el intento inicial de envenenarla con un plato de setas, ¿se arriesgaría a contratar a un ex-convicto para que le provocara una caída aparentemente accidental…?

 

Es “Cuando cae el otoño” una película cuya visión se agradece en pleno siglo XXI, cuando la sutileza suele brillar por su ausencia.  Su título tiene que ver, naturalmente, con la provecta edad tanto de Michelle como de Marie-Claude (fantástica Josiane Balasko, auténtica robaescenas), de modo que no sabes si las lagunas dubitativas en la conducta de la protagonista se deben a episodios puntuales de Alzheimer o a que efectivamente está planificando maquiavélicamente una acción inconfesable.  Por otra parte, el encanto de este estupendo film se basa en su capacidad para sorprender: en ningún momento te ves venir lo que va a ocurrir a continuación, y va pasando del drama a la comedia y de ésta al thriller casi sin que te dés cuenta.  En este sentido, también es clave la ambigüedad del personaje de Vincent (Pierre Lottin), del que no se explicitan los motivos por los que entró en prisión y nunca llegas a saber si es bueno, malo o regular

Luis Campoy

Calificación: 7 (sobre 10)

Nota: este artículo lo publiqué originalmente en el número de Enero de 2025 de la revista "La Placeta de Lorca"

Comentarios