No es nueva la
creencia de que muchas buenas personas acaban abocadas a cometer malas acciones
simplemente porque el sistema está corrupto.
Todos conocemos miles de casos de ciudadanos que se sienten obligados a
delinquir para no pasar hambre o simplemente para dar a su familia una vida
mejor. Naturalmente, la culpa la tienen
siempre los demás, los ricos que sólo piensan en enriquecerse aún más o esta
maldita meritocracia que no te permite desarrollar el trabajo al que tienes derecho
y te mereces. Algo así es lo que piensa
el protagonista de “Blindado”, un delincuente de poca monta llamado
Eddie que, perjudicado por el rancio clasismo de la sociedad, se siente
obligado a robar, cosa que intenta hacer con un vehículo de lujo, un 4x4 en el
que entra… y del que no puede salir.
“Blindado”,
que ha dirigido David Yarovesky, responsable de la inquietante “El
hijo”, se encuadra dentro de ese subgénero de películas que se desarrollan
en un escenario único en el que acontece una trama esquemática que protagonizan
apenas dos actores, con sólo uno de ellos en escena durante casi todo el
metraje. O sea, tiene vocación de
cortometraje estirado hasta la duración estándar que se le presupone a un largo
(90 minutos), que, no obstante, acaban por hacerse eternos. El protagonista es Bill Skarsgard, de
34 años, un tipo del que la mayoría del público no consigue acordarse de su
nombre, pero del que se conocen (y reconocen) sus méritos bajo el maquillaje de
personajes malévolos como el payaso Pennywise de “It” o el vampiro de la
reciente “Nosferatu”. Skarsgard
es un estupendo actor de carácter al que yo no acabo de encontrar el carisma
necesario cuando se erige en protagonista, y prueba de ello son los fracasos de
sus películas “Kill Boy” y el remake de “El cuervo”, pero hay que
reconocerle que se esfuerza y que sabe sufrir a lo grande, en esta ocasión
acaparando la pantalla, ya que hasta el final no aparece su oponente, un Anthony
Hopkins en piloto automático, de quien hasta entonces sólo habíamos
escuchado su voz.
No esperaba nada de
“Blindado” y prácticamente nada he recibido. Hombre, está bien filmada y correctamente
actuada, pero, dado el exiguo argumento que la sostiene, hasta su hora y media
resulta excesiva, máxime cuando la mayor parte de los diálogos que mantienen
Skarsgard y Hopkins contienen un montón de tópicos banales sobre las
injusticias del sistema y la inutilidad de las segundas oportunidades. Hay películas sobre delitos y delincuentes
que consiguen, al menos, robarte el corazón, pero siento que “Blindado”
sólo me robó noventa valiosos minutos de mi tiempo.
Luis Campoy
Calificación: 5,5 (sobre 10)
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