En un recordado momento de “Ben-Hur” (William Wyler, 1959), la
película semanasantera por
excelencia, el villano Messala no dudaba en condenar a las galeras (el peor
castigo posible) a su antaño mejor amigo Judá Ben-Hur, explicándole que, si lo
hacía, era precisamente porque ambos habían sido amigos en el pasado, y, de
este modo, al ver cómo no le temblaba el pulso a la hora de castigar a quien
todo el mundo sabía que le unía o le había unido la amistad, los que
pretendieran imitar al condenado se lo tendrían que pensar dos veces a la hora
de seguir sus pasos. En esta memorable
escena fue en lo primero en que pensé ayer cuando saltó la noticia de que el
rey emérito juan Carlos I había demandado a su antiguo amigo Miguel Angel Revilla,
ex–presidente de Cantabria y actualmente ya jubilado. Lo cierto es que Revilla, cada vez menos
conocido por su gestión política y más por sus frecuentes apariciones en
programas televisivos como “El Hormiguero”,
lleva años proclamando a los cuatro vientos que, cuando se destaparon los
diversos casos de corrupción e infidelidades que afectan al ex-monarca, para él
fue como si se desmoronase un mito. Fue
ahí cuando, de manera unilateral, finalizó su amistad con Juan Carlos y comenzó
su cruzada de repulsa, a la que no tiene pensado renunciar, ni siquiera después
de haber sido demandado. Dice Revilla
que no entiende por qué el Borbón la ha tomado con él y no con los otros cientos
o miles de políticos, periodistas y tertulianos varios que asimismo han
criticado y, en muchas ocasiones, injuriado e insultado al anterior
monarca. Pues bueno, yo entiendo que se
trata de una acción que pretende ser tan disuasoria como ejemplarizante, tanto
más cuanto el demandado es una presencia habitual en todas las cadenas de
televisión, y muy proclive a dejarse arrastrar cuando el entrevistador de turno
gusta de tirarle de la lengua. Vamos,
que Revilla, dueño de una mente preclara y de una indudable mundología, no le
hace ascos a las payasadas varias si la ocasión lo exige. De cualquier manera, por mucho que haya pensado
que con Revilla puede matar dos pájaros de un tiro (atacar a un viejo conocido
y, al mismo tiempo, a un personaje muy mediático), pienso que don Juan Carlos y
su equipo de asesores están cometiendo un error bastante significativo dentro
de esa estrategia que dicen que persigue allanar el camino para su regreso a
España. Al fin y al cabo, de España
nadie le echó, y sus asuntos penales o han prescrito o están protegidos bajo su
inmunidad e inviolabilidad, ¿a santo de qué meterse en esos berenjenales
precisamente ahora?.
Comentarios
En otro orden, gracias por tu comentario acerca de los nombres de los personajes de mi cuento. Acabo de dejar detalles de cada uno de ellos por allá. En lo que puedas, están a tus órdenes