Cine actualidad/ "BITELCHUS, BITELCHUS"
Cuando casi nadie le conocía, en 1988, un entonces joven Tim Burton de 30 años cautivó al mundo
con una disparatada visión del más allá, en la que un matrimonio de fantasmas
recién fallecidos se veía obligado a contratar a un bioexorcista para que expulsara a una insoportable familia de vivos que se habían instalado en su casa
y no les dejaban descansar en paz. La
película fue todo un éxito gracias a su humor macabro y, sobre todo, a la
fascinante puesta en escena que, de inmediato, encumbró a Tim Burton a lo más
alto del Olimpo del Séptimo Arte, permitiéndole realizar las dos primeras
películas de Batman y todo un universo cinematográfico y televisivo que le ha
otorgado la vitola de CREADOR con mayúsculas.
Han transcurrido 36 años y, siguiendo la moda de intentar
revitalizar viejas franquicias del pasado, Tim Burton ha cedido por fin a la
tentación y se ha puesto de nuevo tras las cámaras para llevar a cabo la
continuación de su primer gran éxito, que, muy imaginativamente, se titula “Bitelchús Bitelchus” (por cierto, nunca
es tarde para recordar que Bitelchús
es una españolización del original
inglés “Beetlejuice”, que vendría a
significar “Zumo de escarabajos”). Junto a Burton, regresan algunos de los
actores del film original, como Winona
Ryder, Catherine O’Hara y, cómo
no, el insustituible Michael Keaton,
que interpreta de nuevo al alocado protagonista, aunque, de cara al gran
público, uno de los principales reclamos es la presencia de Jenna Ortega, la actriz que protagonizó
la serie “Miércoles”, también obra de
Tim Burton. Pero, una vez vista, ¿cuál
es nuestro veredicto sobre “Bitelchús
Bitelchús”…?.
“Bitelchús Bitelchús” es, en pocas palabras, más de lo mismo… aunque con menos chispa. El esquema argumental vuelve a ser el ya conocido: el mundo de los muertos, habitado por fantasmas, y el de los vivos, en el que, todo hay que decirlo, la mayoría de sus habitantes parecen histéricos y estúpidos, chocan y se interrelacionan de nuevo, con el impresentable pero carismático Bitelchús haciendo de nexo de unión. Aunque se agradece, y mucho, ver a Tim Burton en plena forma a la hora de explayarse visualmente como sólo el sabe, me pregunto cómo es posible que el guión sea tan mediocre, con subtramas mal desarrolladas y personajes mal descritos que pronuncian diálogos vulgares. Apariciones como las de Willem Dafoe, Danny De Vito e incluso Monica Bellucci, que es la actual pareja de Burton, me parecen más bien innecesarias y, en su lugar, me hubiera gustado que se profundizase más en los personajes realmente interesantes, como Lydia, Astrid o el propio Bitelchús. El deseo de abarcar mucho sin saber cómo apretar adecuadamente, ensombrece un poco esta secuela que, por otra parte, los muchos fans de la película original disfrutarán… si se fijan en lo que tienen que fijarse: la estética y el humor negro y fantasmagórico.
Luis Campoy
Calificación: 6 (sobre 10)
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