Cine actualidad/ "LONGLEGS"

 

Nicolas Piernas Largas

Normalmente, no suelo escribir sobre una película justo después de haberla visto.  Prefiero que mis sensaciones reposen un poco, que las vibraciones se relajen.  Con “Longlegs” voy a hacer una excepción.

 

Hastiado de ir hiperinformado al cine, de ver trailers que prácticamente te cuentan la película, últimamente lo que intento hacer es ir lo más “virgen” posible, sabiendo lo mínimo de cada título.  De “Longlegs” apenas sabía que salía Nicolas Cage, que era de terror y que su director era un tal Oz Perkins, que, investigando un poco, resulta que es hijo de Anthony Perkins, el mismísimo Norman Bates de “Psicosis” de Alfred Hitchcock.  Vamos, algo así como lo que ha sucedido con “El exorcismo de Georgetown”, que ha realizado (con bastante menos fortuna) Joshua John Miller, el vástago de Jason Miller, el padre Karras de “El exorcista”.  Volviendo a “Longlegs”, ni en sueños me imaginaba (y no esperéis que os cuente mucho más) que se trata de una especie de actualización de “El silencio de los corderos”, en la que Maika Monroe (“It Follows”) interpreta a una agente del FBI llamada Lee Harker (evidente homenaje a la escritora de "Matar a un ruiseñor", Harper Lee, cruzada con la Mina Harker de "Dracula") muy similar a Jodie Foster/Clarice Starling, mientras que el citado Cage da vida a su némesis, que, en el fondo del fondo, podríamos decir que no está tan alejado del inmortal Hannibal Lecter de Anthony Hopkins.  Mas tengo que decir que, nada más empezar, me dio exactamente igual de qué trataba la película, porque su puesta en escena es de esas que, personalmente, me fascinan, me cautivan y me enamoran.

 

No sé de dónde ha salido el tal Oz Perkins (bueno, sí, leo que anteriormente ha dirigido “Enviada del mal”, “Soy la bonita criatura que vive en esta casa” o “Gretel & Hansel”, aunque yo no he visto ninguna), pero ha conseguido que su técnica me llame poderosamente la atención.  Los encuadres, las angulaciones, los movimientos de cámara, la composición de planos, la utilización del color y el sonido…  Para mi, uno de los mejores ejercicios de estilo que he visto en los últimos tiempos, y que, más allá de la presencia de Nicolas Cage (en uno de sus más inspirados trabajos recientes) y de la temática terrorífica (que puede ser un tanto restrictiva para algunos), ha suscitado mi aplauso y admiración.

 

Tal vez el guión flojea un poco, tal vez alguno de los actores no ofrece su mejor interpretación (el personaje de Blair Underwood parece que está en otro tipo de película), pero “Longlegs” ha ejercido tan enorme impacto sobre un servidor que no he podido evitar desahogarme comentándola un poquito.

 

Aunque al principio os decía que era preferible no saber nada de “Longlegs” antes de acudir al cine a verla, sí os quiero hacer una pequeña y mínima advertencia: en algunos planos (dieciséis, según el realizador) aparece más o menos oculta una figura oscura y amenazadora, pero sólo la percibiréis si estáis muy, pero que muy atentos.  ¡Advertidos estáis!.

Luis Campoy